viernes, septiembre 06, 2024

Vírgenes católicas

 La riqueza de la imaginería española es proverbial. Los pasos de la Semana Santa de España son suficientemente conocidos en todo el mundo. Hay maestros indiscutibles que crearon esas imágenes para la posterioridad (Francisco Salzillo, Gregorio Fernández, Alonso Cano, etcétera).

Cierto que el turismo hizo el resto en ese conocimiento, pero sus raíces son muy profundas y se retrotraen a cientos de años atrás, siendo consustanciales a la idiosincrasia de cada uno de los pueblos que conviven en la Península.



Dentro de la inconmensurable variedad de figuras del elenco español, y dejando a un lado la singularidad de la espectacularidad de la citada Semana Santa española, voy a referirme sólo a la imaginería que atañe a la Virgen María. Es tal la abundancia de imágenes distintas de vírgenes de los pueblos de España que casi se identifica una en cada pueblo... Mas, sin exagerar, sí son las comarcas, como ampliación del estricto municipio, quienes poseen en su seno la imagen de una de esas vírgenes, que en sí no son más que una condensación de la propia idiosincrasia de cada sociedad, en base a una "devoción popular" fielmente expresada.

Claro, por eso la inocencia del niño (y no sólo de ellos) se asombra en primer lugar de cómo un mismo personaje puede adoptar tan variadas fisonomías, y en segundo, cómo tales pueden identificarse tan fielmente con el ideal de muchacha que las gentes del pueblo imaginan en cada uno de esos lugares, por supuesto, bellas, puras, jóvenes, etcétera... Así que, ¿no parece "superfluo" la creación de tantas figuras distintas de la imaginería?

Pecado..., ¡nada más blasfemo para el devoto religioso que semejante tropelía!... ¡La Virgen, su Virgen, está tan identificada con la devoción popular que ya forma parte intrínseca de sus más acendradas creencias!

Y es tal la fortaleza de ese sentimiento que raya a veces en el sectarismo, religioso en este caso, pero casi similar al deportivo, y hasta el ideológico o político.

Desde tal punto de vista, la supuesta calificación de "superfluo" es de lo más erróneo... Todo lo contrario, esta imagen sobre la Virgen denota una clara superposición sobre la "devoción popular": ayuda a comprenderla, va unida al sentimiento más profundo de cada componente social de la gente, y ayuda a la agrupación social de los individuos de una comunidad.

Todo esto entronca bastante, aunque con menor significado, con lo escrito en su día por Jung sobre los símbolos y los arquetipos.

Esta verdadera "materialización" del personaje expresada en la imagen, claramente va en contra de la indecidibilidad de Alá, de ahí su prohibición en el islam.

Y en tal orden de cosas, por el contrario, en la tradición oriental, el mandala es el símbolo que representa una idea abstracta basada en unas creencias profundas.

Resumiendo: Estimo que la imagen (imaginería), en este caso de la Virgen, es la "materialización concreta" de cada devoción popular.