jueves, diciembre 02, 2021

Recapitulación y conclusiones II (Consciencia y sensación)

He traído a colación la teoría del filósofo José Díez Faixat por una razón principal: el aunar en una dualidad la energía y la consciencia, entre otras dualidades (aunque en el fondo exista una realidad absoluta no-dual). He de confesar que en un primer momento y con mi mentalidad de físico, se me hacía muy difícil imaginar que energía y consciencia, conceptos tan distintos, pudieran formar parte de algo común a las dos (no se me había ocurrido la hipótesis que ahora sostengo). El ¡eureka! que ha supuesto en mi pensamiento abrazar la hipótesis de consciencia y sensación como cualidades de la materia en un estado característico, me ha hecho reconsiderar la teoría de Faixat como un referente, muy arriesgado sí, pero dotado de indudable belleza y armonía... La considero, pues, como una fuente de la que puedan beber los investigadores que pretendan adentrarse en el extraordinario y complejo fenómeno de la consciencia.

He dedicado un capítulo a la empatía y las neuronas espejo, porque junto a la intersubjetividad y los "mapas cerebrales" hacen posible la "reflexión" que integra no ya el entendimiento, sino la sensación y la emoción, que si no imprescindibles para la "toma de conciencia", si son necesarias y suficientes para, "nada menos" que la "construcción del yo".


En el capítulo 8 expuse un somero análisis del movimiento llamado "Pansiquismo", sin que necesariamente sea seguidor de tal corriente, que por cierto, va añadiendo cada vez más adeptos. Lo expongo  por la "posibilidad" de que la materia, aún en su nivel más bajo de complejidad, pudiera poseer un hálito, una conciencia mínima que, curiosamente, también figura en los planteamientos de la teoría entrópica-sintrópica de Faixat.

Como creo que ya existen propuestas de explicación de la consciencia, o más bien, de las características que deben cumplir un grupo de partículas materiales para poderlas considerar un sistema consciente, he citado algunas de ellas que, en mi opinión, pueden aportar bastante al respecto. El capítulo 7 las contempla. Ahora bien, ninguna resuelve el problema de fondo de la "emergencia" de la consciencia, lo que a mi entender, sí sucede en la hipótesis propuesta en este trabajo, al defender el monismo que representa en sí la propiedad intrínseca de la materia llamada sensación.

En el capítulo 6 expongo algunos experimentos que avalan la tesis de que la Teoría Cuántica tiene mucho que ver con el tema de la consciencia. La teoría de Penrose-Hameroff ya es un clásico sobre ello, y los recientes experimentos de laboratorio en China son un indudable apoyo a su teoría.

Solo me queda aclarar que no trato de descubrir ni presentar una teoría elaborada que pueda explicar la sensación y la consciencia (el problema "difícil" de Chalmers), simplemente quiero convencer a mis colegas, y hasta a mí mismo de que poseemos el nivel científico suficiente para poder afirmar, y por ello seguir en esta misma senda en nuestras investigaciones, que la sensación-consciencia no es más que un estado de la materia-energía que se presenta cuando la misma se adorna de las siguientes características:

1) Existe un campo electromagnético craneal cuya expresión son las ondas cerebrales.

2) Existe una continua retroalimentación (feedback) entre entradas y salidas (inputs y outputs).

3) El mundo cuántico es en último extremo, con sus propiedades más significativas (entrelazamiento y efecto túnel), el verdadero motor de la consciencia.

Mucho se ha avanzado en cuanto a las teorías del caos, la complejidad y los estados estables fuera del equilibrio apuntados por Onsanger y Prigogine, y muchos otros descubrimientos referentes al metabolismo de los seres vivos, pero aquí solo me he ceñido, y es mucho, créanme, al difícil problema de la consciencia-sensación.

Por último, he de advertir que la hipótesis que promulgo en modo alguno restringe a la sensación-consciencia, las cualidades ordinarias conocidas de pensamiento, voluntad, libre albedrío, etcétera. ¿Quién nos dice que por encima de la consciencia tal como la conocemos, no existan otros estados de la materia que encierren en sí la expansión de esa consciencia a otros ámbitos apenas imaginados?... La materia-energía aún podría encerrar muchos más misterios, pues su evolución futura es una incógnita.

                                                              Alejandro Álvarez Silva

(Final del ensayo del autor, Consciencia y sensación)

martes, noviembre 30, 2021

Recapitulación y conclusiones I (Consciencia y sensación)

 En este pequeño trabajo he tratado de presentar la evidencia del monismo en un tema tan comprometido como el presente, que a mi modo de ver no es más que el fruto de una inevitable evolución que desde los tiempos de Descartes se ha ido produciendo hasta nuestros días. Descartes expuso claramente, en su momento histórico, una hipótesis revolucionaria en el campo de las ciencias y la filosofía, la del dualismo alma-cuerpo, zanjando una cuestión que permanecía en el ambiente y que era lo que podía permitir el grado de conocimiento científico de aquel momento (no se podía ir más allá), ante la evidencia de cualidades tan distantes y hasta contrapuestas, que se adivinaban en la materia (inerte y sentiente por un lado; cuerpo y alma por otro). Era inimaginable, entonces, que ambas cosas fueran simplemente dos estados distintos de la materia, obviamente porque la ciencia estaba en su desarrollo a años-luz del que disfrutamos en la actualidad.


El mundo clásico del espacio y el tiempo absolutos de la física newtoniana, no podía siquiera imaginar que ese tiempo y espacio formaban conjuntamente un nuevo elemento llamado "línea del universo", que se mantenía incólume ante el relativismo de aquellos otros, y que solo se modificaba por los efectos gravitatorios del tensor masa-energía. Ni por asomo podía imaginar que la masa adornada de la propiedad de la inercia no era más que energía muy concentrada, de acuerdo con la magistral fórmula e Einstein, E= mc²... Y en esa época pensarían que no estamos en nuestro sano juicio, al establecer en nuestra vida cotidiana los extraordinarios eventos que suponen asumir las sorprendentes propiedades (acción "fantasmal de Einstein" debida al "entrelazamiento cuántico", la superación de barreras del "efecto túnel", etcétera) de la teoría Cuántica.

Indudablemente, ha habido una formidable evolución de la ciencia en todos los campos: informática, neurociencia, física fundamental, etcétera, etcétera. En mi opinión, esta evolución ha podido, ahora sí, disolver, como esfumándose, aquel dualismo cartesiano, ante el monismo que promulgo y que parece despuntar cada vez más claramente en el ambiente científico... Sí, ahora sí, la materia puede explicar cuantos fenómenos observamos, para ser exactos, la materia-energía... Las diferentes cualidades (qualias) que se observan, no proceden de mundos diferentes, sino de uno solo, el de la Física, el de la materia-energía, que está "empoderada" con todas estas cualidades o propiedades referidas. Dicha materia-energía no solo posee las propiedades que hasta ahora se le suponían (Física clásica), incluida la portentosa Mecánica Cuántica con sus paradójicas propiedades, sino que contiene, a saber, un estado que posee la extraordinaria propiedad de la "sensación" (materia sentiente) y su complementaria consciencia (voluntad, libre albedrío, etcétera).

(Continuará en la última entrega del ensayo Consciencia y sensación)

lunes, noviembre 22, 2021

Materia sensible

 Las condiciones necesarias para la materia sensible, o signos claros para adivinar su existencia en un sistema material, son las siguientes:

a) Existencia de un campo electromagnético abrazando el conjunto.

b) Feedbacks o retroalimentaciones consustanciales al sistema, en un movimiento continuo de vaivén entre entradas y salidas.

d) Dominio de la cuántica en lo más esencial de sus procesos.



b) Retroalimentación

La segunda condición necesaria que nos desvela igualmente la experiencia, es la reflexión que supone la retroalimentación o feedback existente en casi todos los subsistemas del cerebro, entendida como que las salidas u outputs se redirigen hacia las entradas o inputs, controlando en cierta forma sus comportamientos, algo que se encuentra en todos los sistemas complejos de la ingeniería, la economía o la misma biología.

 En mi ensayo, "Consciencia y sensación", se describe el concepto de la automática llamado "retroalimentación". Solo decir que para Artur Rosemblucth "el comportamiento controlado por realimentación negativa (homeostasis), aplicada a un animal, al ser humano o a las máquinas es un principio determinante".

La reflexión sobre sí es imprescindible para el conocimiento de uno mismo, del Ser en sí, condición obligatoria para el posterior hecho de la sensación, sobre una sensibilidad de la materia-energía que se vuelve sobre sí misma.

En mi obra "El cierre del círculo" me extiendo sobre el aspecto metafísico de esa reflexión.

Todo sistema, estructura, posee información, pero la sensación constituye una información un tanto especial, es una información "personalizada", y todo ello por la retroacción, la retroalimentación o los distintos feebacks que originan una suerte de "círculos" (los outputs regresan como inputs), y la información afectada "vuelve sobre sus propios pasos", lo que constituye la base sustancial de la "sensación", de la "sensación" de la propia estructura, y con ello un conjunto de nuevas cualidades relacionas con ella aparecen: Voluntad, consciencia, inteligencia, etcétera.

Recapitulando y resumiendo, yo diría que la "energía" posee un estado concentrado al que llamamos "materia", constituida por la información, que en el aspecto sensible, constituye el "yo", y que supone una "consciencia". Así que la evolución, a través de estructuras cada vez más complejas, hace posible la transformación de la energía en consciencia.

(De la obra del autor Consciencia y sensación)

viernes, noviembre 12, 2021

Sensación

 Ahora sí, tengo que exponer el porqué hago tanto hincapié en la "sensación" y no el la "conciencia", tan en boga en los último años, y que acapara en gran medida el esfuerzo de numerosos equipos científicos. Sencillamente, creo que lo más básico es la "sensación", puesto que sin "sentir" no puede haber consciencia de nada; lo primero es la "sensación" y a ella me remito.

Según Antonio Damasio: "Evaluamos nuestro entorno y juzgamos nuestra experiencia conforme a un aglomerado de razón y emoción". Y también: "Las emociones son los resortes de nuestra conducta, sin emoción... no hay mucho". Y continúa: "Todos los recuerdos que tenemos son recuerdos emocionales, positivos o negativos".

Y "sentir" requiere una reflexión hacia sí; no un movimiento pasajero que cruza sin detenerse en algo, menos en su esencia, en la propia energía que representa el campo electromagnético "que necesita esta sensibilidad".


Dediqué una obra entera, "El cierre del círculo", a encontrar, aunque fuera vagamente, lo que es el Ser. Me refiero a la vivencia del ser vivo, que en su interior anida un espíritu que solo puede definirse cuando se "cierra el círculo". Así, en mi otra obra "Accesible e inaccesible" exponía:

"La esencia de la sensación es la misma radicalidad del Ser: es hija de la partición o cuantificación del Ser (su transformación en una secuencia de presentes). La esencia de la sensación hunde sus raíces en la misma esencia del Ser: ¡Las sensaciones del yo son las sensaciones temporales del Ser, dicho esto de forma impropia, porque el Ser no está circunscrito al tiempo (ni siquiera al mismo universo).

Como la sensación va unida a un determinado "cierre del círculo" la semejanza en las estructuras materiales (representaciones) es la ley que rige, también en las sensaciones; la semejanza en estructuras va acompañada de semejanzas cualitativas entre sensaciones correspondientes (las que acompañan a cada uno de los distintos "cierres del círculo" comparados)."

Claro que inmediata a la sensación aparece la consciencia, pero la consciencia puede referirse a cualquier cosa, no necesariamente a sí mismo. Y la sensación, no necesariamente precisa la "consciencia de sí"... La sensación puede ser mentalmente inconsciente.

Una vez establecidas las premisas básicas, conviene perfilar las circunstancias más evidentes que acompañan a aquella materia-energía que consideramos sentiente, viva.

Hay un amplio consenso respecto a lo que consideramos seres vivos, dejando a un lado aquellos cuyo reconocimiento presenta aspectos dudosos, como pueden ser los virus...

Es, pues, conveniente para caminar con pie seguro, que nos circunscribamos a seres cuya empatía respecto al ser humano no está en discusión; sin ir más lejos, los, propios mamíferos.

El campo mental de aves, mamíferos y otros animales está más que comprobado en la evidencia de la existencia de ondas cerebrales que pueden medirse en sus cráneos. Ciñámonos, pues, a ellos.

(De la obra "Consciencia y sensación" -Introducción-) Consciencia y sensación

martes, noviembre 09, 2021

Los límites del reduccionismo

 Aplicar el reduccionismo a situaciones o entornos donde no es apropiado, conlleva errores que en bastantes ocasiones pueden llegar a trastocar en gran medida el asunto de que se trata.

Una de las situaciones se refiere a la "qualia", sobre todo cuando se aborda desde la orilla de la pura materia (inerte), y se quiere reducir a ella todos los aspectos de la "qualia" (sensación, consciencia, etcétera).

Y es que hay cosas "irreducibles", pues su esencia es completamente diferente a la primera... Entiéndaseme bien, aunque la "qualia" pudiera ser una propiedad (cualidad) de la materia-energía, tal propiedad es "irreducible" a otras como la inercia, el espín o cualquier otra de las bien establecidas por la Ciencia hasta ahora.

Y no vale hablar de "isomorfismos"(Max Tegmark), lenguaje matemático, a aplicar por semejanza, por ejemplo en la psicofísica de la ley de Weber-Fechner.

Sabemos que dicha ley es una relación cuantitativa entre la magnitud del estímulo físico y su percepción subjetiva. Esta ley fue emitida por Ernst Heinrich Weber en 1860 a través de su libro Elemente der Psychophysik y elaborada en su forma actual por Gustav Theodor Fechner. En esencia nos dice que "si un estímulo crece en progresión geométrica, la percepción evoluciona en progresión aritmética". Así que la relación entre el estímulo y la percepción corresponde a una escala logarítmica. O sea, existe una relación entre la magnitud objetiva de un estímulo físico y la percepción cognitiva de dicho estímulo. Nuestra capacidad de apreciación de un cambio se basa en el "valor relativo de la variación respecto al valor de partida".

También, hay que distinguir entre percepción y sensación. Una sensación no implica necesariamente que la persona se dé cuenta de lo que la estimula, sensorialmente.

la sensación se transforma en percepción cuando tiene algún significado para el individuo. La percepción aumenta o se fortalece conforme se enriquece la experiencia  y la cultura del sujeto.


Aunque existe una relación entre el estímulo y la percepción-sensación, como dije, no puede aventurarse una especie de isomorfismo que los "iguale" en su esencia. El estímulo es "esencialmente físico", y la sensación, aunque ampliamente modulada de acuerdo con la ley psicofísica de Weber-Fechner, posee una esencia "irreducible" a cualquier otra propiedad o cualidad material.

Su irreducibilidad se ve claramente reflejada en la teoría de Tononi sobre la consciencia -Teoría de la Información Integrada o IIT.

A saber, la medida de la irreducibilidad del repertorio de estados del sistema, o cantidad de consciencia, según IIT, se denomina Φ (phi) y se mide en bits, usando herramientas matemáticas como la divergencia Kullback- Leibler o la distancia del movedor de tierra (EMD), aunque resulte computacionalmente intratable para sistemas suficientemente complejos como el cerebro humano. Y es que para IIT la experiencia subjetiva es un hecho fundamental e inapelable.

-La divergencia de la información es una medida no simétrica de la similitud o diferencia entre dos funciones de distribución de probabilidad.

-La EMD es la medida de la distancia entre dos distribuciones de probabilidad sobre una región D o métrica de Wasserstein (coste mínimo de convertir una pila de arena en otra).

El antirreduccionismo de IIT guarda paralelismo con el monismo de doble aspecto y el dualismo de propiedades, ya que asevera que la subjetividad es un propiedad abstracta fundamental como la carga o el espín -inherente en mayor o menor medida en todas las cosa propiamente dichas.

No busquemos la explicación de la consciencia en un reduccionismo a partir de las propiedades físicas conocidas de la materia. La "qualia" tiene entidad propia: ¡es la propiedad que hace que la materia-energía "sienta", se centre en sí misma!

lunes, noviembre 01, 2021

La consciencia y la sensación como "propiedades" de la materia: ¡Un nuevo estado!

 Conocemos como estados de la materia al sólido, al líquido y al gaseoso, a los que habría que añadir el plasma, el condensado de Bose-Einstein, el condensado de Fermi, el supersólido (Helio-4) y los estados de alta energía.

Ahora bien, la materia-energía, en términos relativistas del tensor debido a Einstein,  podemos considerar  también que posee otros "estados más básicos" aún: la energía como tal, y la materia que es energía sumamente concentrada, base de la energía nuclear, de acuerdo con la conocida fórmula, E=mc². Desde tal punto de vista, hay que considerar otro tipo de estado básico de la energía-materia, la "materia sentiente" que constituye el sistema de partículas que constituye el "cuerpo" de los seres vivos.

Es una forma o estado de la materia-energía que se presenta cuando se dan ciertas condiciones mínimas necesarias.


 Tales condiciones, a saber, 1) la existencia de un campo electromagnético intracraneal (en seres craneados), 2) profusas retroalimentaciones, y 3) dominio cuántico en los niveles más básicos, hacen posible la existencia de la "sensación" en un sistema de partículas, y con ello la "vida".

Hasta ahora las cualidades que se definían a partir de la consciencia y la sensación, parecían distinguirse con facilidad de la que poseía lo que denominamos "materia inerte" (la materia estudiada hasta ahora por la Física, adornada de la propiedad característica de la "inercia"). Se construían así dos mundos aparentemente distintos, casi opuestos, base del cartesianismo de Descartes: mundo material (cuerpo) y mundo espiritual (alma, qualitas). Pues bien, la Ciencia es ya suficientemente madura para establecer el "monismo" de considerar solo la existencia de un solo ente, la materia-energía y no los dos del dualismo cartesiano.

La materia es única, pero posee tres formas o estados básicos: energía que podríamos considerar simple; materia a secas; y "materia sentiente". ¡Consciencia y sensación, y todas las "qualias" definidas no son más que propiedades de la materia-energía, cuales la inercia, la temperatura, etcétera!

Una descripción de tal hipótesis aparece en la nueva obra de este autor: "Consciencia y sensación", publicada en la plataforma de Bubok. Consciencia y sensación

viernes, septiembre 10, 2021

La Senda

No voy a repetir lo expuesto en mi anterior artículo, "La senda de los divino" (Blog "elimperiodelaverdad"). Aquí solamente expresaré lo que la intuición y mi sensibilidad me aconseja sobre el tema.

Creo, y aquí la fe es sustancial, que las criaturas tienen la capacidad de aportar su granito de arena en la consecución del faro y finalidad de toda la Creación, que no es ni más ni menos que el alumbramiento de Ser Supremo, ante lo que no somos en absoluto ajenos.



La Senda no es un "camino hacia nuestra salvación", como final al que apuntan otras confesiones (Opus Dei, Budismo, Cristianismo, etcétera). En la Senda existe una íntima correspondencia entre el Sumo Hacedor (Dios) y las criaturas que dentro de la misma se encaminan, construyen, aportan, crean las condiciones necesarias para su alumbramiento: un amor mutuo, correspondido por Dios en sus tentáculos creativos del origen del universo... Cual cadena, engarzada con maravillosas perlas, la Senda es un movimiento de creación de las innumerables criaturas que en la evolución forman el magnífico "Cuerpo" con el que tu propia criatura, en mayor o menor grado, se identifica: somos eslabones consustanciales con la Senda que conduce a Dios... ¡Nunca religión conocida llegó a tales extremos! ¡El papel de cada "caminante" en la Senda es único e insustituible, formando parte del mismo "Cuerpo" de Dios!

Y no hablamos de estirpes determinadas, especies inteligentes o no; son las criaturas todas quienes contribuyen a ello... Quien se aparte de la Senda está contribuyendo a una situación propia cada vez más alejada, en la lontananza... Y la diversidad de las criaturas de la Senda es enorme, pues solo la consciencia y el empático amor en la tarea, contribuyen a la ilusionante creación... Y en todo lugar, en toda situación nuestra labor creativa (consciencia y amor) se desarrolla sin cesar. La amalgama de esfuerzos en tal sentido se potencia mutuamente, en un movimiento de avance y consolidación de la construcción de la esencia de lo divino...

¿Reglas?... ¡No existen!... al menos como tales: ¡solo el íntimo sentimiento en lo más profundo de nosotros es el motor evolutivo...!

Y quizás no exista inmediata relación entre los "engarces" de la Senda (diferencias entre especies, diferentes entornos planetarios, etcétera), pero sí en el interior de cada una de tales criaturas: ¡una "reverberación" cuyo norte es el Ser Supremo; en esencia, el amor mutuo entre criaturas que en el horizonte hacia el cenit, reciben allí los dones que les asemejan! ¡Críptico misterio de la Creación toda que apunta hacia un mismo objetivo!

¡No existe el entorno limitado en el que el crecimiento espiritual pudiera aminorar el progreso de otros; aquí el entorno no tiene límites y el espíritu es libre en su progreso hacia el infinito!

martes, agosto 10, 2021

El arboreto "Pazos" y la avifauna de Peguerinos (Ávila)

 A las 8 de la mañana ya están pajarillos y otras aves de más envergadura, haciéndose cargo de las "viandas" que ante la mirada "inquisidora" del pequeño petirrojo, ponemos puntualmente.

Sí, el "petirrojillo" era el primero que a un brazo de mí, impacientemente esperaba su alimento... La mansedumbre, el bien estar, su amigable mirada me acompañan todas las mañanas... ¡Ojalá esto sea para siempre, en ese presente eterno que siempre anhelamos...!


No sé si esta es la mejor forma de acompañar en su ajetreada busca de alimento, a toda la avifauna que rodea "Pazos"... Bueno, el calificativo de "arboreto" es la forma cariñosa de expresar los sentimientos que en nosotros produce nuestro querido jardín... aunque si no por su extensión, sí por su variedad merece tal calificativo: pinos varios (nigra, albar, piñonero), abetos, cipreses, cedros, arizónicas y otras coníferas, junto con árboles de fruto (manzanos, perales, ciruelos, cerezos, melocotoneros), y árboles de sombra (chopos, acer), sin despreciar a castaños y nogales, más otras especies arbustivas y de flor, lucen las credenciales de un verdadero arboreto...

Pero no son las plantas lo que protagoniza el artículo, sino "mis" queridas aves, no por pertenencia, sino por el amor y cariño que mutuamente nos profesamos...

Son las 8, y aparte del citado minúsculo petirrojo, la colonia de gorriones y acentores que asiduamente nos visitan, nos insuflan la alegría del nuevo día que la naturaleza nos vuelve a regalar...

Y poco más tarde aparecen pinzones y pequeños insectívoros que no desdeñan las migajas que se les ofrecen. En los árboles y setos herrerillos, reyezuelos, mosquiteros y carboneros con sus peculiares cantos, contribuyen al entorno. También colirrojos, bisbitas y ruiseñores no extrañan el lugar...

Y qué decir de las aves de mayor entidad, que además, por lo que consumen, son los principales beneficiarios del banquete. En primer lugar urracas (una familia), de inmediato rabilargos (una familia más numerosa), y cómo no, la gran familia de tordos: mirlos, zorzales (de tres tipos); también el estornino negro que cría en uno de los alerones de la casa.

Esporádicamente nos visita la magnífica oropéndola (el pájaro de oro), y más asiduamente la abubilla... El picapinos menor es otro de los visitantes, así como los arrendajos.

Y en los cielos, al acecho, no faltan aves rapaces, oteando sus posibles piezas (aún me agradece aquella abubilla que en perjuicio del halcón, liberé de las garras de este último). Los buitres (negros y leonados) habitan un lugar más elevado de los cielos en busca del ganado ya sin fuerzas para vivir...

Mención aparte habría que situar a los grandes competidores de mi mujer en la recogida de recursos: las chovas (piquirrojas y piquigualdas) que se comen cerezas, fresas y moras, y los piquituertos, ávidos comedores de piñones.

Las noches, indudablemente gozarán de la presencia de otros seres alados como murciélagos o rapaces nocturnas, que desconozco...

¡La avifauna de Peguerinos, tan abundante en este Parque Natural de la Sierra de Guadarrama, es el tesoro más hermoso que debemos conservar!

lunes, julio 19, 2021

El repliegue del Ser ante la expansión del Cosmos

 El universo, con sus inmensidades inabordables, constituye el misterio más insoldable que conservamos hoy. Sí, misterio al seguir guardando para sí innumerables respuestas, comprendida la más impresionante: la de su origen y significado. Así que, todavía ese halo de misterio, de "terra incognita", aún nos maravilla con su críptico mensaje.

Ahora bien, pongo pies en tierra, nunca mejor dicho... Me voy a lo más inmediato, que no es ya nuestra propia galaxia (Vía Láctea), sino algo más próximo: el Sistema Solar.


Recientemente, y por casualidad, es decir, sin rebuscar en la programación de los programas culturales de la televisión, dióme en suerte uno que describía el estado de conocimiento de los planetas que constituyen el mismo, y en especial los gigantes gaseosos como Júpiter y Saturno, con su gran cantidad de lunas (Io, Europa, etcétera) y sus particularidades (campos magnéticos, movimientos, etcétera), y que son en sí verdaderos mundos helados.

Pasó por mi cabeza entonces, una reflexión nada rebuscada, pero sí muy sentida. Nuestro hábitat, el entorno que llamamos naturaleza es simplemente una de esas esferas redondas que como esas lunas se desplaza por el espacio a velocidades nada desdeñables... La quietud que trasluce un bucólico campo verde de los Alpes, es realmente un conjunto material de rocas, plantas, etcétera, navegando por el espacio a velocidades vertiginosas... No tenemos capacidad de captar con nuestros sentidos tal realidad, pues estamos ceñidos al terruño que nos vio nacer, que nos sustenta y que nos verá partir... Esto que, en comparación con la enormidad del universo y sus leyes, nos reduce a nuestra verdadera realidad, produciría en Kierkegaard su conocida angustia. Por el contrario, en mí, contra más se amplían los horizontes, la infinitud, más me produce un "repliegue" sobre mí mismo... Quizás por la necesidad de cimentar mi ego sobre pilares más fuertes, que el aparente que desvela la investigación científica... Tengo la necesidad de reafirmarme, de dar un valor sustancial a lo que soy, frente a esas magnitudes gigantescas que me rodean y que parecen destruirme, relativizándome, en su vorágine.

El ascenso de los nacionalismos, en otro orden de cosas, ¿tendría un mismo fundamento?... ¿Reacción al globalismo?

¡Cuánto mayores son las inmensidades externas, más repliego mis anhelos en el fondo de mí mismo!

miércoles, julio 07, 2021

La conciencia como agente moldeador y creador del universo

 "Medida⇔Observador⇔Conciencia"

El clásico experimento cuántico de la doble rendija nos ilustra sobre la dualidad onda-corpúsculo, y lo que es más importante, sobre la exclusión mutua entre interferencia (superposición de estados) y uno de los caminos elegidos por el corpúsculo. Ese principio de exclusión es fundamental en cuántica e ilustra o resuelve la "paradoja del gato de Schrödinger". Me explicaré.

Claro que es real la "superposición de estados" (vivo y muerto) que se presenta en el experimento mental, así como es real la definición única de cada uno de los estados para un observador de dentro de la caja ( conciencia directa o indirecta de la medida). Ahora bien, tales eventos como en el experimento de la doble rendija, son mutuamente excluyentes... Podemos decir, por encima de cualquier otra consideración, que la existencia de un observador -conciencia de la medida- dentro de la caja, imposibilita "siempre" la posibilidad de la "superposición de estados" (sencillamente, no ha lugar). Y esta simple consideración resuelve la paradoja emitida hace tanto tiempo por Schrödinger y su consecuencia posterior, la derivación que supone lo que se ha llamado "el amigo de Wigner". Debo volver a recalcar lo sustancial del hecho o acontecimiento que se impone por intersubjetividad a todo el universo.

En mi opinión, todo esto hace que reconsideremos la forma de aplicar los métodos matemáticos en la Física, sin una previa revisión muy profunda de los aspectos lógico-teóricos de los propios principios físicos, sean clásicos o cuánticos: matemáticamente son posibles muchos resultados, pero físicamente solo se dan algunos, los que precisamente hacen desaparecer las paradojas apuntadas...

 

De las consideraciones anteriores se desprende, una vez más, el trascendental papel del observador, como agente en la medida, con su "conciencia" de tal medida, de donde no es el propio observador lo relevante, sino la "conciencia interna de tal observador", es decir, básica y sustancialmente: ¡la conciencia es el verdadero agente moldeador y creador del universo!

viernes, junio 18, 2021

Que el futuro no "ralentice" tu trayectoria

 "Ama el pasado, pues aunque no existe, "es tuyo"; vive el presente; quiere el futuro cuando haya transitado al presente, en fin, que sus nubarrones no empañen tu libre actividad.

Planifica sí, ese futuro, pero de forma desapasionada... En tiempos de zozobra agárrate a tu vivencia."


Estamos en tiempos de gran incertidumbre, a nivel mundial por supuesto, a la que no somos ajenos en nuestra tierra, sí, España que para algunos parece que hablamos del "coco"... Somos peculiares hasta en eso...

La incertidumbre se prolonga de forma natural hacia el futuro, por ello este último aparece sembrado de pocas certezas sobre las que pudiéramos cimentar el mismo... Siempre el futuro ha sido incierto, pero en el tiempo actual y por múltiples causas, es particularmente evidente.

Y la incertidumbre, aún cuando la humanidad a nivel global hoy parece poseer un nivel de desarrollo nunca antes visto, quizás, precisamente, por la posibilidad de poder perder ese nivel de forma más o menos inmediata, está adquiriendo caracteres más agudos.

Sí, claro que tal inestabilidad a plazo medio posee causas evidentes de todos conocidas: el deterioro ambiental; la confrontación ideológica entre los diversos estilos de vida; la amenaza catastrófica tanto desde el exterior al planeta (caída de asteroides, temor a la confrontación alienígena que no puede descartarse, etcétera), como desde su interior (guerras en cierne, terrorismo, pandemias, experimentos biológicos, etcétera).

En el mismo sentido, los avances técnicos y científicos con su explosivo desarrollo son un arma de dos filos: evidente progreso social pero, al mismo tiempo, una amenaza para ciertos sectores más tradicionales, debido a la posible pérdida de empleo en beneficio de la robótica, o la difícil adaptación a un entorno tan complicado y competitivo.

Todo ello constituyen circunstancias que pueden mermar, a nivel global, la salud mental de amplias capas de la sociedad, algo ya percibido pero que se agrava en casos puntuales.

La salud social, tanto física como mental, requiere al menos una toma de posición al respecto, un "cordón sanitario" (ahora sí) que nos defienda del negativo impacto que a nivel global provoca tal incertidumbre... Por eso, recomiendo vivir más que nunca el presente, alejándonos de los nubarrones del futuro, planificando éste cabal y desapasionadamente, y reconociendo el pasado como lo más íntimamente nuestro (curiosamente, sin que exista en el presente actual). Lo requiere nuestra mente, nuestra energía vital... ¡Que ningún temor futuro "ralentice" nuestra trayectoria!

sábado, junio 12, 2021

La miríada de entornos vitales

"Los dioses como la expresión de entornos vitales"

El "mundo" de la novela nos revela diversos entornos donde los personajes experimentan su andadura vital, y donde circunstancias y sujetos se entremezclan, constituyendo una realidad cierta o imaginaria (¡qué más da!), construida por el autor de la novela... Para mí, estos representan distintos "entornos vitales" que subtienden mundos posibles, cuando no reales extraídos de la experiencia.

Y ciñéndonos al "yo y sus circunstancias", como diría Ortega, de cada uno de nosotros, todos nos expresamos, nos desarrollamos, en suma, vivimos dentro de uno de tales entornos... Y todos son igualmente válidos, respetables y reconocidos, sin que ninguno de ellos obvie a los demás.

El mundo en el que se desarrolla la novela "Cumbres borrascosas" de Emily Brontë, es tan real y verídico como el que nos rodea a cada uno en su circunstancia vital propia.

¡Qué nos importa que la borrasca que se ciñe sobre nuestra cabeza, con sus nubes negras, ventiscas y lluvias, sea una leve distracción para los pasajeros que surcan el cielo por encima, sobre el mar de nubes de algodón que ellos observan!... El entorno emocional, vital de la tierra bajo la borrasca, y del cielo sobre las nubes, no se entorpecen mutuamente... ¡Y uno no empequeñece al otro!... La inteligencia es capaz de comprender y enmarcar los dos en una evidente realidad... Y el segundo, más reciente en el imaginario social, no quiere decir que represente la verdad: ¡los dos son verdad y realidad!

Y extendiendo más la metáfora: la nave espacial que continuamente da vueltas alrededor del planeta Tierra, y cuyas vistas impresionan al astronauta, no entorpece la visión y emoción sentidas por las criaturas que se estremecen en el suelo ante un huracán, u otra catástrofe climática...

Para cada uno de tales personajes, su "entorno vital" es lo que cuenta... Y remontándonos a los hechos históricos, cada una de las etapas humanas, de cada pueblo o sociedad distinta, poseía y posee su "propio entorno vital"... tan representativo, tan sustancial en su vivir que como mínimo requiere "respeto y consideración": ¡cada una es en sí un entorno vital!

Y es que, ahondando en el camino, en el fondo hasta los "dioses" de cada uno de esos pueblos y sociedades, ¿no son, en resumen, la expresión de uno de esos entornos vitales?



No quiero extenderme más en el tema, pues sería muy prolijo describir los innumerables tipos de "entornos vitales". Y aprovechando la sensibilidad presente hacia la vida natural, pensemos que cada criatura viva, que posee sentidos tan distintos en cuanto a cantidad y cualidad, en realidad posee su propio entorno vital específico, muy diferente al que percibimos los humanos. Por consiguiente, no puedo más que pedir para cada uno de ellos: ¡respeto y reconocimiento!

jueves, mayo 13, 2021

Perdurando en el tiempo

 "No es egoísmo, es el halo de la perduración en el tiempo"

Advierto mi final, después de una vida que aportó lo más fiel de mí... Y aportó, ¿a quién o a qué?



Puede que las montañas se derrumben en una estrepitosa negrura, o que las aguas ahoguen la expresión más clara de lo viviente, pero aún yo sigo ahí... Y no llevo en mis entrañas todo ese mundo en el que viví, arrastrándolo a un espacio desconocido e intrigante... Pero yo sigo sintiendo que mi "halo" perdura en el tiempo... que no fue baldío, y mis cavilaciones, al fin y al cabo exitosas en cuanto a su culminación, aunque otras no tanto, no pasaron a formar parte de una nada indiferente y caótica: ¡Mi halo se extendió por encima de mi final! ¡Perduró sobre el tiempo!... Largo o corto, ¡no sé!, pero sí sentí ese traspaso de fronteras, por encima del frontispicio de la muerte, del instante final... Esa sensación, ¿sería el impulso prístino de perpetuar la vida en nuestros descendientes?, o yendo más lejos: ¿la contribución de tus afanes, de tus querencias, hacia un futuro luminoso al que quisieras contribuir?

Yo llamo a ese impulso, mágico, misterioso, pero nacido en las entrañas de tu más íntimo ser, el "halo de la perduración en el tiempo".

En ese último instante de forma inefable, indescriptible, apoyándonos en ese póstumo y nuevo hálito de la vida, evitamos el implacable dominio de la temporalidad, sumergiéndonos en un fluido desconocido, sorprendente, sobre el que cabalga, prolongando nuestro ser interno, el halo de nuestra perduración en el tiempo.

¡Aunque el mundo acabe, yo acabe, la impronta existencial de mi vida, no cae en campo baldío, sino es semilla de un nuevo renacer!

¡Y no es egoísmo, es el "halo de nuestra perduración en el tiempo"!

martes, mayo 04, 2021

La hipótesis inflacionaria, un "desaguisado" racional

 Resulta que para resolver el "problema" de científicos que no dan con la clave de asuntos teóricos del campo de la astronomía, nos obligan a "santificar" principios que no van más allá de ser unas hipótesis "ad hoc", útiles para ellos, tratando de justificar su ignorancia y creando otros problemas de mucha más enjundia que afectan, nada menos que a la lógica racional más al uso.


El ejemplo de la "inflación cósmica" es paradigmático. El intentar resolver, por ejemplo, la planitud del universo (los datos observacionales lo avalan) junto a otras cuestiones, ha llevado a dichos científicos a emitir la hipótesis de la existencia de un campo escalar a semejanza del campo de Higgs (el bosón de Higgs sí se ha medido) que produjo la expansión de forma explosiva del espaciotiempo, algo que venía muy bien para quienes especulaban sobre el "redondeo" inicial del Big Bang. Todo ello sin datos reales que lo prueben.

La justificación: "A falta de una teoría mejor...".

Claro, si la aceptación de la hipótesis inflacionaria no condujera a otros resultados, igual de especulativos, pero con una trascendencia ontológica tan grande que la hacen, verdaderamente "irracional". Me estoy refiriendo al abierto campo del "multiverso", y en particular el de los universos-burbuja que nacen por doquier "ad infinitum"... ¡Qué derroche... para tan poca sustancia! Al llegar a este punto y ante esa proliferación de que va claramente en contra del principio de la navaja de Ockham, es hora de "hacer una parada y reflexionar sobre el conjunto de todas esta hipótesis imbricadas mutuamente"... Si dar satisfacción a unos científicos de la rama cosmológica, junto a otros físicos teóricos, que a estos efectos tienen interese comunes, hace temblar todo el entramado filosófico tan "duramente" construido a lo largo del tiempo y cuya asunción posee caracteres, en cierto punto, de irracionalidad, es hora que nos planteemos su revisión, y la mejor forma es seguir los pasos de la observación, de los datos científicos "contrastados"... Además de que existen otras posibilidades igualmente científicas como la del físico Turok, etcétera.

La cuestión del multiverso creció extraordinariamente en Física a partir de las hipótesis del físico americano Hugh Everett III, y la de suma de historias o caminos de Richard Feynman; así se edificó una de las "interpretaciones de la Cuántica", que conducía al multiverso al dar plena objetividad (realidad) a cada uno de los estados, creyendo así dar explicación al problema de la medida, al dar validez en todo momento a la ecuación de estado de Schrödinger, evitando la "catástrofe" que suponía la "decoherencia".

Es una toma de posición ideológica dentro de la Ciencia, que rechaza de forma absoluta la existencia de alguna "subjetividad" dentro de la Física... Ahora bien, sin soslayar la existencia de otras muchas interpretaciones de la Cuántica que no conducen a esos postulados, hay que decir que, precisamente, la introducción de la "subjetividad" en los planteamientos físicos de la Ciencia, en mi opinión, trae más beneficios que perjuicios: ¿Cómo explicar, entonces, la existencia del campo psíquico, o mundo de cualidades de la vida?

Analizando en profundidad dichas cuestiones, tanto desde el punto de vista filosófico u ontológico, como desde el propio campo científico, la subjetividad, objetivada por la "intersubjetividad" de los actores-observadores, viene a corregir muchos de los "desaguisados" originados por la asunción del concepto de multiverso, una idea especulativa que conlleva la creación de universos a "tutiplén", en un verdadero "desaguisado" racional e intelectual.

¡Reconozcamos nuestra ignorancia y no emitamos hipótesis que den soluciones "ad hoc" para cada problema!... ¡la racionalidad nos lo agradecerá!

¡Desde que la ciencia concluyó que el universo se creó de la nada ("comida para todos"), ni el más sectario seguidor religioso podría imaginar que su dogmático principio de la "creación por Dios del universo a partir de la nada", llegaría a tales extremos!

martes, abril 27, 2021

¡No te quejes!

 "Este es tu momento"

Si tienes la "duda razonable" de que la justicia no es lo rápida que debiera, y que está politizada en sus más altas esferas.

Si tienes la "duda razonable" de que tus impuestos solo hacen que sostener y aumentar unas instituciones mastodónticas, que no dan los servicios que corresponden a la magnitud de esos impuestos.

Si tienes la "duda razonable" de que tus derechos civiles y sociales se ven cercenados en gran parte por su irresponsable donación a okupas, aprovechados y gentes cuya ocupación son los desmanes y las continuas manifestaciones.

Si tienen la "duda razonable" de que la ley es demasiado permisiva, precisamente, para quienes no "cumplen" con la sociedad.

Si tienes la "duda razonable" de que no se respeta la propiedad de tu pequeño inmueble, fruto de tus esfuerzos durante muchos años, y que puede ser expropiado para acabar en manos de quienes no han pagado nunca sus impuestos, viviendo a costa de los demás.

Si tienes la "duda razonable" de que peligra la pensión que has merecido por el trabajo de toda una vida, al poder ser mermada en beneficio de quienes no contribuyeron nunca a la caja de todos (Seguridad Social).

 


Si tienes la "duda razonable" de que tu "terruño" se ve despreciado por aquellos que viven en las regiones más ricas del país y que tratan de descomponer la nación más antigua de Europa.

Si quieres presumir de una democracia sin complejos, del mismo nivel que las que te rodean, que no son ni bolivarianas, ni simplemente comunistas (repúblicas ¿democráticas?).

Entonces: ¡Ahora es tu momento!

¡Tu arma es el voto!

domingo, abril 18, 2021

Del "dejar estar"... al camino de lo sublime

 Dentro del "dejar estar" aparecen religiones antiguas, antiquísimas, como las que perviven en el  ámbito de la cultura china, basadas en la equiparación entre el yin y el yang, u otras que transitan por la dicotómica vía del bien y el mal de la tradición mesopotámica (judía, cristiana, persa, etcétera). Y no quiero detenerme más al respecto, pues los matices podrían extenderse "ad infinitum", no siendo tan profuso análisis mi propósito o intención.


Yo quiero hablar de la otra vía a la que llamo el "camino de lo sublime"... Otra vía que señala que en modo alguno yin y yang, verdaderamente la fuerza de la naturaleza donde reside la raíz del cambio continuo, sean equiparables desde un punto de vista de lo que se ha llamado moralidad, en resumen y a grosso modo, el bien y el mal. (A decir verdad, yin y yang no tienen en esencia connotaciones morales de tal tipo.)

El "mal", para algunos largamente trasnochado, pero que, sin embargo, habría que redefinir para señalar todo aquello que "rechaza" nuestra sensibilidad de humano, en modo alguno puede ser "borrado", metafóricamente, por los "tentáculos del bien", de lo adecuado, de la perfección paralela a la exquisitez de lo más sublime de nuestra sensibilidad.... Quiero decir que no existe tal equiparación: tanto mal, por mucho que exista, no necesita de obras buenas equiparables para su anulación. Cada uno va por su lado. ¡Bien y mal no son equiparables, ni en cualidad, por supuesto, ni en cantidad! Resulta que no existe una especie de cuerpo columnar con una base tan grande como su cénit: la base del mal es enorme, casi tan grande como la nada, y su característica es la disgregación, la desunión, la separación entre sus elementos, el caos que hace que no exista en general relación entre ellos (aunque fue la base de partida, del inicio de lo espiritual hacia el infinito). Por el contrario, el bien es un arroyo "in crescendo", que desde su humilde nacimiento se dirige hacia un mundo de posibilidades maravillosas, un horizonte sin límites hacia el reino de lo sublime.

El mal que existe en la naturaleza no se ve "redimido" por tal bien... y menos en una proporción de equiparación, cual el símil del movimiento continuo que acompaña al yin y al yang, o lo que es lo mismo, las "fuerzas del mal" reprimidas por las del bien de la tradición mesopotámica.

El bien, una vez que nació, creció como un torrente impetuoso hacia las cotas más extraordinarias de la creación del Todopoderoso...

Reivindico (ahora lo percibo claramente) la importancia de la vida monacal, de las personas consagradas a Dios cuya labor hace ensanchar esa vía o camino que conduce a lo sublime, esa vía mística de interlocución con el mismo Dios... No importa que el mal (aunque lamentable) "camine a sus anchas" pretendiendo eliminar entre sus fauces la semilla de lo divino en la naturaleza: ¡esta semilla está firmemente asentada y da sus frutos!... Es la oración de las criaturas consagradas a lo divino quien riega con sus aguas el huerto donde fructificamos todos... Reivindico esa parte de la humanidad dedicada a tales menesteres: el eremita, el fraile en su recogido aislamiento, las piadosas mujeres en sus retiros consagradas a la oración, y tantos y tantos... Todos ellos agrandan el camino por el que discurre el Bien, en pos de la identificación con Dios, en la co-creación de nuestra próxima "habitación en lo perpetuo"... Y es que la característica del Bien no es la disgregación y el caos del mal, sino lo contrario, la unificación de lo diverso en un cuerpo único que conduce a la divinidad... Cada contribución a esa mística de comunicación con Dios (la importancia de lo monacal), posee un valor intrínseco muy superior al que suponen las religiones de la "equiparación" (bien/mal) del "dejar estar", de la lucha continua entre bien y mal que refleja el samsara, o el eterno retorno...

¡Reivindico el "camino de lo sublime"!

jueves, abril 08, 2021

Madrid: ¡El voto a VOX imprescindible!

 Bajo la perspectiva de asegurar la permanencia del modo de vida que tras decenios en esta región, ha sido posible conservar sin los sobresaltos que acaecen en otras zonas de nuestra querida patria, llenas de atentados continuos a nuestras tradiciones, lengua y costumbres, y ante el deterioro inmisericorde de las perspectivas económicas que nos están llevando a naufragar como nación en una vorágine separatista y chavista, el bloque de las derechas, una vez más, debe velar muy mucho para su supervivencia, lo que me lleva a reclamar encarecidamente, sin pandemia que valga, acudir a votar de forma mayoritaria, ¡como nunca!


Solo me permito aconsejar que ¡recapacitemos! En la situación actual, ¡el voto a VOX es imprescindible! Y mi recomendación no es solo para los simpatizantes de VOX, sino y muy especialmente para indecisos y los votantes tradicionales del PP.

Y hay dos precisas razones, pues aunque se dé por hecho la victoria de la actual presidenta Ayuso, el gobierno de derechas de la Comunidad no está asegurado.

La primera razón es que si no vota más del setenta y tantos por ciento del electorado, la mayoría absoluta de Ayuso no será posible... Y si esta proporción es menor, necesitará del apoyo de VOX y/o Ciudadanos. Dado que Ciudadanos, aparte de su "dudosa" lealtad reciente, es poco probable que pueda superar el mínimo exigible del 5%, solo quedaría VOX para ese posible apoyo... ¡Sería hasta trágico que por escatimarse unos pocos miles de votos, lo mismo pasara con VOX, esfumándose así de un plumazo las posibilidades de gobierno por parte del PP de Ayuso! O sea, un fracaso de toda la derecha, y para el mismo VOX, que se quedaría sin representación.

La segunda razón que expongo es más sólida, pues aseguraría definitivamente y con solvencia el gobierno de Ayuso, sin el menor riesgo.

La fórmula: ¡Los militantes y simpatizantes tanto del PP como de VOX deben votar a sus respectivas siglas, sin el espejismo de un voto excesivamente mayoritario hacia la presidenta Ayuso, pues, paradójicamente, podría representar su propia ruina!

Lo dicho: ¡A votar y cada uno a sus siglas!

viernes, marzo 19, 2021

Una vida de sobresaltos

 "Hacia la nueva cotidianidad"


Me pregunto si son las musas quienes guían al escritor en su quehacer... Bueno, de alguna forma había que llamar a ese impulso que te reconcome internamente y que solo se aplaca cuando sale al exterior la progenie que genera en las entrañas... 

Sí, siempre es un impulso el que me obliga a escribir, a veces voluptuosamente, otras apesadumbrado y las  más sublimemente.

Hoy esos vericuetos del inconsciente me han dirigido a la situación social que se ha gestado en amplias capas de la colectividad humana. Al menos en lo que me toca, nos toca, en esta esquina del mundo del occidente europeo: ¡la pandemia lo ha cambiado todo!

Bueno, no exactamente, pues, bien mirado, la pandemia no es la causa, sino la parte visible del afloramiento de algo que subyace en el ambiente... La pandemia sí es a modo de hito, el punto de arranque de "algo" que se "cuece", alumbrando lo que nos promete, mejor, lo que se barrunta (y no es nada bueno) en el futuro, cada vez mucho más próximo...

¡Una vida de sobresaltos!... Así se titula el artículo, y nunca más cierto; ¡es lo que tenemos todos los días!

Esa política de emergencias, de urgencias, de cambios súbitos que trastocan las costumbres con inmediatez, no puede ser prolongada "ad infinitum": ¡se ha transformado ya en una costumbre de consecuencias imprevisibles! Aunque, en verdad, quizá no sean tan imprevisibles, a fuerza de pervertir, o "mal usar" el procedimiento...

Un año de sobresaltos, como digo; otro año más por los menos, confiados (aunque cada vez menos), como "agua de mayo", en las "salvíficas" vacunas que acortarán nuestro sufrimiento...

Lo que nos están enseñando estos episodios, es que la tan "cacareada" "nueva normalidad" es una más de las perversiones del lenguaje, como "lo intrusivo", las "leyes LGTBI", el "progresismo" sin sustancia, etcétera, que, como un apéndice más de la aplicación del sectario lema, "el fin justifica los medios", utilizan las fuerzas políticas carentes de principios y dominadas por un "tacticismo" denigrante.

La prolongación "sine die" de la situación presente, ha abierto en canal el paradigma democrático en el que se desenvolvía hasta ahora la cultura occidental... Esta misma democracia, con sus derechos basados en el humanismo cristiano, con el revulsivo de las ideas de oriente y su cada vez mayor preponderancia en el mundo, junto a los acuciantes problemas de todo orden (crisis del agua, crisis climática, contaminación creciente, pandemias, etcétera), requiere una "adaptación" no traumática a tal realidad, sin urgencias, con pasos firmes, sin solución de continuidad, pero no ficticia, ni insustancial: ¡la transformación tiene que ser real y radical!

Los problemas que han emergido con solvencia en el marasmo de la pandemia son enormes, tanto desde el punto de vista sanitario (física y mentalmente), como económico... Los tres importantísimos, pero quizás el plano psicológico o mental no sea percibido con la misma premura, pero ahí está... y para ese tipo de salud no existe una vacuna que sea eficaz: ¡solo el tiempo la puede curar!

Debemos acostumbrarnos a una nueva "cotidianidad" (no esa "nueva normalidad" del "pervertido" lenguaje), dada la prolongación en el tiempo de las crisis: pandemia en la que estamos sumergidos ante la continua aparición de nuevas cepas o variantes del virus, catástrofes climáticas, etcétera. El "recalar" en esta  nueva situación de continuos cambios, requiere construir esa "nueva cotidianidad", que incluye la continua adaptación a los mismos, desde luego, sin las urgencias, y los estados de excepción que solo hacen "cercenar" aquellos "derechos democráticos" de los que, como conquistas, la humanidad alardeaba, ahora sí, como "verdaderos progresos".

¡Que el obligado cambio nos lleve, como revulsivo, a cotas más elevadas! ¡En nosotros está!