domingo, octubre 18, 2020

Feynman, quien "no entendía la cuántica"

 Es tan imprescindible hoy la "integral de caminos" de Feynman en todas las ramas de la Física, y que propuso inicialmente en la Electrodinámica Cuántica, que huelga decir nada al respecto... Por eso, para algunos, resulta incomprensible que este genio de la Física y las Matemáticas llegara a confesar que "no entendía la cuántica"... Si no la entendía él, ¿quién podría entenderla entonces?...

Para mí, es el genio matemático del personaje, su constancia y su capacidad de trabajo las que relucen más en su trayectoria. Empujado por la necesidad de dar respuestas "medibles", a los resultados de los experimentos, su arduo trabajo le llevó a formular ecuaciones, atajos y trucos matemáticos que de forma brillante y esquemática (diagramas) ayudó de forma inconmensurable a una legión de científicos que aún beben en sus fuentes.

Al igual que le pasó a Einstein, sus convicciones que les llevaron tan lejos, fueron muy positivas para el desarrollo de sus teorías, a la vez que, necesariamente, también les condujo a obviar otros planteamientos tan válidos como los suyos, pero que se apartaban un tanto de sus propias creencias... Es el caso de Einstein, tras la paradoja de ser uno de los creadores de la Teoría Cuántica, no podía admitir la existencia de las indeterminaciones probabilísticas ("Dios no juega a los dados") que esa misma teoría poseía en su seno... Y en el caso de Feynman, el absorbente trabajo en sus afinados cálculos matemáticos le desviaban un tanto de poder buscar explicaciones más "físicas", en el sentido más clásico y puro del término, lo que le llevó, en una muestra de sinceridad (se lo podía permitir dada su talla "contrastada" de científico) a decir que "no entendía la cuántica".


Pues bien, en un intento de aclararme yo mismo lo que puede encerrar en sí, o lo que pueden significar los "caminos" a los que se refería Feynman, a través de una imagen más "física" o evidente, imagino el siguiente esquema... Soy partidario de la interpretación clásica de la cuántica de los sabios de Copenhague, así que para mí, dichos caminos, al igual que imaginaba Feynman, eran más virtuales que otra cosa (faltos de realidad). Pero él los creía igualmente válidos, por lo que había que "ponderarlos", sumándolos según su "peso probabilístico", de forma similar a las interferencias que se producían con los rayos de luz al aplicar el principio de Huygens.

La realidad macroscópica, pues, solo la representaba la suma de ellos, es decir, esa "integral de caminos" que propuso Feynman... Pero de ningún modo se creía que unos caminos "virtuales", no reales, podían "accionar" o de alguna forma, "estar presentes" a la vez en todo un sistema, si la única verdadera realidad era el resultado de la "integral de caminos" que coincidía con la "trayectoria clásica" prevista... Esa falta de realidad, de entidad, ¿cómo podía hacerse real en su conjunto?... Parece que falta algo... ¿A esto se refería Feynman al afirmar que no lo comprendía?

Pues bien, en la interpretación de Copenhague y la mía propia, desde que se crea la función de onda de Schrödinger, todos los posibilidades-caminos quedan "empaquetadas" dentro de la misma y solo aparece la realidad cuando se produce la decoherencia (la posible medida), entonces todas las posibilidades-caminos desaparecen y una nueva función de onda puede aparecer, volviendo a acaecer al cabo del tiempo otra nueva realidad (medida). Desde un suceso inicial hasta uno final, pueden concebirse una serie de pasos-realidades que para esos mismos sucesos iniciales y finales, son extraordinariamente variados; desde el que supone que la misma función de onda no decae hasta el mismo suceso final, hasta el que representan un conjunto de pasos (hitos o realidades intermedias) que en el caso extremo, enlazarían tales sucesos inicial y final, produciéndose, de hecho, una continuidad "real"... Estamos, pues, ante diferentes trayectorias que, ahora sí, encierran muchos sucesos "reales" entre tramos o períodos virtuales... Como todos son posibles entre un suceso inicial y uno final, debe aplicarse la integral de caminos de Feynman, pero ahora, cada posible camino, sí lleva en sus "entrañas" la esencia de la realidad (hitos o decoherencias), y entonces sí puede explicarse cómo todos los caminos "pueden estar presentes" en el sistema.

De tal forma, tal "afianzamiento" de la realidad en esos caminos-historias, junto a la reversibilidad temporal, y el entrelazamiento cuántico (propiedades exclusivas del mundo cuántico), proporcionan el coctel perfecto para que puedan explorarse a la vez todas las posibilidades fehacientemente, como sucede en la criptografía cuántica, o en la propia biología, con el proceso fotosintético.