lunes, enero 25, 2021

Globalización sí... pero con muchos matices

 Pura naturaleza en todo su esplendor. Un tiempo indeterminado en un lugar indeterminado. Lejos de todo asomo de discordia, futilidad o sin sentido. Es la paz reinando en su morada, lugar común de lazos hermanados en pléyade de luces engarzadas.


Pequeñas manos juntas, ojos claros de inmaculada limpieza, abiertos, absortos. Enfrente, ligeramente en alto, embutido en una túnica blanca, blancos cabellos, una esbelta y frágil figura, polo atractor, norte de tan variopinta cohorte de inocencia, sabiduría, chorro de amor vivo. Inocencia y pureza de niños; saberes maduros en cabellos canos, y espíritu de amor unificante.

La palabra desliza mansamente su fluido mágico sobre las crestas de las altas peñas sedientas del bendito maná. El venerable anciano AVLIS desgrana una a una las cotizadas perlas de su credo:

"Hoy, queridas criaturas, son la prudencia y el amor quienes guían nuestros pasos. El amor a lo que nos rodea, hacia nuestros hermanos animales, hacia nuestras hermanas plantas nos impide otra actitud. Sí, el hombre no puede desvincularse de su labor creadora, de su cooperación con el Ser Supremo que le lleva a actuar de forma que todo beneficio propio que no lo sea también del grupo, de la humanidad, de la naturaleza, es íntimamente rechazado.

Hemos puesto en nuestras mentes, por encima de cualquier otra circunstancia, la idea de amor y de desprendimiento, y son ellas quienes encaminan nuestro cuerpo.

No fue sincretismo lo que resultó de aquel conocimiento más profundo de cada una de nuestras culturas, sino una escrupulosa conservación y preservación de todas ellas, a la vez que una potenciación de todo aquello que suponía el lenguaje común profundo de su trasfondo... Los roces y oposiciones fueron quienes se batieron en retirada, no la enriquecedora pluralidad de la que hacían gala... Y es que si la vida habla toda el mismo lenguaje, y no entiende de estrellas, planetas, ni distinta química, ni formas, puesto que se remonta (y aún más allá) a los primeros instantes de la Creación... y aún cuanto más compleja, en sus adentros sigue siendo una, en un viaje hacia la interioridad que encuentra su final en el mismo Dios."

"Sabemos que no tan solo la pura materialidad había sido engendradora de problemas. Las tradiciones, la idiosincrasia de cada cultura, y el nivel de enfrentamiento en que se habían creado y desarrollado aquellas, eran las causas sustanciales de los conflictos que habían salpicado de siempre el orbe." 

"Tras muchos altibajos y crisis que incluían guerras sangrientas durante años, salpicadas de terrorismo, se fue disipando la virulencia de tal plaga."

"Una de las condiciones de nuestro nuevo espíritu, es la visión global, la superación de cualquier tipo de diferenciación como evolución del mismo, superación que, sorprendentemente, conduce en todos los casos al mismo horizonte, un horizonte universal y común que, además, se distingue por potenciar las propias características, en el proceso de acercamiento hacia la unidad: ¡La multidiversidad unificada!... Y es que nuestra época es la de la armonía, el Amor universal dirigido hacia el interior de los corazones, donde todo se sublima.

¿Cómo puede resultar extraña la unificación de lo diverso, sin pérdida de identidad?... La conservación de las identidades, de los yos, de la naturaleza de los seres, era la condición básica para la aceptación unánime por todos... Por eso no hubo conflicto, tampoco con respecto a la aparición de nuevas vidas en el universo, y la conciencia de tal hecho en los distintos confines conocidos... Cuando se alcanza el nivel de desarrollo adecuado (inteligencia y sentimiento) se llega irremisiblemente a la superación de las discrepancias, a la armonía que salpica todos los ámbitos, al alumbramiento del reinado del espíritu, aquí y ahora, preparando el glorioso edén terrenal tras la superación del polvo de la materialidad."

(AVLIS en la obra Melodía en las estrellas -año 2003)

lunes, enero 18, 2021

Coincidencia entre autistas y animales: ¡No les gustan los cambios!

 El autismo es un trastorno psíquico en el que la persona se concentra en su mundo interior y progresivamente va perdiendo el contacto con la realidad exterior.


En conjunto el autismo abarca un abanico de manifestaciones agrupadas bajo el concepto de Trastorno del Espectro Autista o TEA.

En el Centro de Investigaciones Cerebrales de la Universidad de Veracruz (Mexico), se utilizan modelos de animales para estudiar el autismo. El Dr. Jorge Manzo Denes nos dice:

"El autismo en niños se origina por mutaciones genéticas que se han confirmado en más de 60 genes, pero con una predicción de que más de 500 están involucrados".

"También la exposición del feto a virus como la rubeola o el contacto con agentes químicos como el fármaco antiepiléptico ácido valproico produce autismo".

"Hay una especie acuática que está resultando muy notable en la investigación del autismo: el pez cebra. También el ratón BTBR, producto de la reproducción entre hermanos, por su conducta repetitiva."

"La estimulación musical con la sonata K448 de Mozart altera moléculas del cerebelo, produciendo cambios óptimos en la conducta de ratas".

"De igual forma se están realizando estudios sobre macacos al estar relacionados genéticamente con humanos".

Además de todo esto se ha demostrado que la asertividad (capacidad de relaciones de forma adecuada) de los niños es mayor si viven con una mascota.

En la Terapia Asistida con Animales (TAA) en el autismo, suelen ser perros o équidos (caballos y burros) los utilizados. Y es que se establece una comunicación no verbal entre persona y animales que se traduce en mejora de la empatía, expresión de sentimientos, motivación para interactuar en grupo, y verbalización (del nombre del perro, por ejemplo, o expresiones sencillas como "ven", "dame", "espera", "pasa", etcétera).

Podríamos decir que la alquimia entre animales y humanos se basa en establecer un puente para superar barreras y el miedo, fortaleciendo la autoestima, entrenando su motricidad y fomentando la habilidad comunitaria.

El hecho de que los padres informen de fuertes vínculos entre hijos y otros animales como conejos y gatos, sirve como evidencia de que tener otros tipos de mascotas (además de perros y gatos) podría beneficiar a niños con autismo.

Es un hecho que los animales "no tienen mascotas". Esto último solo concierne al humano, como un producto de su cultura ancestral.

Según el psicólogo clínico (Activa Psicología), Félix Zaragoza: "Los animales no juzgan a sus dueños, sino que los aceptan y quieren tal cual son. Por eso es tan especial el vínculo que desarrollamos con ellos, por eso y porque nos permite tener "alguien" con quien desahogar nuestras emociones, "alguien" de quién preocuparnos y "alguien" que nos acompaña y nos aprecia sin condiciones". Lo que también afirma Pat Shipman en su obra "La conexión animal".

Y es que sin caer en la Cinomanía (entusiasmo y amor intenso por los perros), o en la Airulomanía (entusiasmo y amor excesivo por los gatos), los animales forman parte de nuestra vida emocional.

Una cosa en que coinciden animales (domésticos) y autistas es que ¡no les gustan los cambios!

Los animales domésticos como perros y gatos suelen ser muy sensibles a los cambios que se producen en su entorno, estresándose y, a veces enfermando a la llegada, por ejemplo, de un bebé a la familia, de una nueva mascota o al realizar una mudanza.

Los perros al ser animales territoriales, en la mudanza encuentran un nuevo "territorio", lo que les produce estrés y nerviosismo, ante olores y sonidos completamente desconocidos, que no les brindan, por supuesto, seguridad. Es por ello por lo que se debe mantener un ambiente sin cambios y alteraciones.

Y refiriéndonos a los gatos en particular, son animales de costumbres con rutinas marcadas, y que no les gustan ruidos estridentes.

Como la mirada humana, para las personas con autismo, es un escenario de comunicación compleja y delicada, de entrada, ya es mucho más cómoda para un niño con autismo la mirada animal que la humana.

Los niños con espectro autista (TEA) necesitan un mundo estructurado y predecible, donde sea posible anticipar lo que sucederá. También los gatos son animales de costumbres con ratios específicos (pautas de descanso y juego determinados y pautados). Y esta coincidencia entre autistas y gatos (perros) en su aversión a los cambios les hace tener una relación fluida en beneficio del mejoramiento de la soledad autista, los problemas en el lenguaje, la adaptación al entorno y la ansiedad.

lunes, enero 11, 2021

¡Nuestras queridas mascotas!

 ¡Un saludo para mis dulces mascotas: Minuto, Chuli, Dingo y Micky!... Te ruego, ¡oh!, pájaro de las eternas migraciones, paloma mensajera de la paz, espíritu sin nombre que lleves este saludo a mis bien amados seres de "animalia", que como inocentes les tenga el gran Sabedor en un lugar reservado... ¡Nos acompañasteis durante muchos años, cada uno en su tiempo (mientras vivíais) y os estaremos eternamente agradecidos!


Nos mantuvimos en un triste duelo durante mucho tiempo (aún llenáis nuestros recuerdos: nos entristece vuestra ausencia, pero nos alegran vuestras antiguas vivencias).

Hoy llena vuestro lugar Seno, un felino vivaracho, mientras la fuerza le acompañe (padece enfermedad grave, motivo de su adopción).

Hace no mucho escribí un artículo titulado "La hipótesis del mundo invisible", en el que emitía la hipótesis de la existencia de un mundo, no ya invisible en sí, sino bautizado de esta forma porque estaba fuera de éste, el espacio-temporal que reconocemos en el entorno, cuyo papel principal dejaba de ser el más trascendental, pues se limitaba a representar las briznas necesarias para la creación y evolución de los elementos del otro mundo que, en verdad, sería el prioritario... ¡Esos seres o elementos sí son trascendentales!... y no tienen cuerpo (material): ¡son de otro mundo!

Traigo esto a colación como asidero de un espíritu inquieto, que en la trascendencia busca y se encuentra en su anhelado mundo...

Velamos a nuestras mascotas, agradeciéndoles su ejemplar lealtad y querencia... Ni que decir tiene que en mayor grado (se supone) lo hacemos con nuestros allegados (humanos). Pero, la terrible sombra de la inanidad se cierne sobre los adoradores del puro materialismo, que solo se reconocen y reconocen el insondable fondo de la Nada... ¿ Que existe ese otro mundo de mi hipótesis?...¡Al menos con la misma "sustancia" de esa Nada!

Yo quiero creer que allí me esperan mis criaturas, que sin entrar en profundidades metafísicas, si no existe ese lugar... ¡yo lo crearía!... Desde allí, en sueños, sí oigo una vocecita que me dice: ¡Te espero!

lunes, enero 04, 2021

El amor por sí mismo y la adaptación al entorno

 Aquí y ahora... El entorno nos marca, lo fue siempre y nos seguirá marcando en el futuro... ¿Qué si no nos indica la evolución biológica, y aún, hasta ahora, la cultural?... Esa adaptación al entorno es, básicamente, lo que significa la evolución: nuevas especies se crearon, y otras fenecieron... ¡Es una ley básica de la naturaleza!



Pero, la especie humana desde sus humildes comienzos, como animal bípedo, ha desarrollado un movimiento cultural impresionante, juzgado desde su comparación relativa con las otras especies... de ahí lo de sapiens... mas, ahora sabemos que no es para tanto: si ha habido un cierto dominio sobre la naturaleza, el entorno que nos rodea, tal dominio se ha visto desbordado por la creación de nuevos problemas, inexistentes antes, provocados por la propia actividad humana (claros y oscuros).

La Historia, por lo menos la vislumbrada desde la aparición de la escritura, ha demostrado altibajos en el devenir humano: etapas de esplendor, a juzgar por los baremos humanos, y de oscuridad o de retroceso, de acuerdo con tales baremos...

En el hombre se observa claramente una tendencia hacia la abstracción, la complejidad cultural, definida nítidamente desde el signo del culto a los muertos, hasta la sofisticación en las costumbres (etapa megalítica, Imperios babilónico y egipcio. junto al mundo cultural chino). Diríase que esa abstracción ha conducido al desarrollo de lo que llamamos el "polo espiritual", enormemente diversificado en el mundo indio, pero que alcanzó todas las latitudes... El fenómeno religioso es la expresión más clara, que ha ido acompañando en paralelo a las vicisitudes sociales, los cambios paradigmáticos que les hicieron aparecer y crecer... Aunque ha habido períodos muy fructíferos en este sentido, como los albores del advenimiento del siglo VI antes de Cristo, ha sido una constante en respuesta a los temores y conflictos que acompañaron a las crisis sociales y la mente común de cada una de las sociedades... Así, en su cénit se llegó al puro "desprecio" del entorno, buscando un mundo mejor, un "escape" a la triste realidad de su presente: cristianismo y budismo se enmarcan claramente en tal dilema.

Así pudo decir Jesucristo que "su reino no es de este mundo", y Buda concebir su "óctuple" camino... Puras abstracciones que buscaban el alejamiento de ese entorno, tan poco acogedor en esos momentos, al menos para las clases deprimidas donde la "semilla" hizo furor...

"El desprecio a sí mismo" tuvo su auge en tales doctrinas, en forma de "despego" a todo lo material sensible, y un abrazo al idealismo de un mundo distinto al del entorno ( el de "después de la muerte", o el del nihilismo de la nada, respectivamente). ¡Vamos, que el "amor a sí mismo" adquirió la categoría de "pecado"!... Algo que, viéndolo con objetividad, no es más que un "desatino", y que va en contra de todo lo que nos ha enseñado la evolución, en su prístina regla de "adaptación al entorno"... Yo reivindico, pues, lo evidente, esa necesaria adaptación al entorno, cuya primera premisa de facto (para cualquier ser vivo) es la supervivencia, que en un ser tan cultural como nosotros, adopta la forma del "amor por sí mismo" y sus circunstancias, como definía Ortega y Gasset... que no consiste en el "egoísmo" que como lacra transmutan en su significado aquellos defensores de la fe... Y es que el "amor por sí mismo" no es contrario al amor por la sociedad, por el prójimo: ¡son muy compatibles!

Reivindico la cotidianidad de nuestras costumbres, del comportamiento ciudadano del hombre en la sociedad que le ha tocado vivir... que, aunque vela por sus intereses, también lo hace por los de los demás: desde los más cercanos como los de su propia familia, hasta los de su comunidad, su pueblo, su nación, etcétera.

Ese mundo ideal de la religión, que si bien es cierto que representa un cierto alivio ante la adversidad, queda tan lejano para el interés del ciudadano ordinario como su muerte, ciertamente muy importante a nivel personal, pero, objetivamente, constituye un mundo totalmente ignoto o desconocido.

El hombre, por muy egoísta que pudiera ser, siempre tiene presente, por su inevitabilidad, ese mundo espiritual, al que si queremos podemos llamar "mundo de cualidades" que le rodean... simplemente, porque en su naturaleza lo lleva dentro...

Que el futuro del entorno humano será más proclive cuantitativamente a la inmersión en el polo espiritual (¡Dios lo quiera!), no es óbice para que en la circunstancia presente valoremos en su justo término el "amor por nosotros mismos".