jueves, febrero 25, 2021

Las claves del fenómeno cuántico (y X)

 "Desenlace"


Bueno, llega la hora de rematar el presente artículo que, precisamente, no ha sido muy breve -diez entregas-, pero que que han sido imprescindibles para tratar de entrar en situación y así poder alumbrar algunas ideas hacia el fin que se pretendía, en la búsqueda de las claves que nos acercasen a la verdadera ontología que se esconde en el fondo del fenómeno cuántico... Evidentemente, aspiraciones tan altas, en ningún modo podrían ser satisfechas en su totalidad, pero lo expuesto, al menos crea en el lector, el "gusanillo" de la duda que le motive hacia ese fin.

Vuelvo a recalcar que mi particular Interpretación de la MQ, está expresamente expuesta en mi obra "¿Sueño o realidad?", que está a disposición de los lectores en el Blog Simbiotica. Pero el motivo del presente artículo es buscar un nuevo enfoque, que se acerque más a la ontología del propio fenómeno cuántico que, auguro, yace en lo que llamo el mundo de lo inaccesible (ver mi obra "Accesible e inaccesible"), es decir, aquel que no es accesible al método científico clásico (mundo de cualidades, etcétera). En tal mundo no rigen las coordenadas espacio-temporales al uso, ni la causalidad conocida, y es su "reflexión" desde el mundo de lo accesible (desde ahora AC) lo que llega a "modular" el mismo, haciéndole adoptar una "virtualidad" de "pseudodimensiones" que le ayuda a coordinarse con el mundo físico conocido AC, y su "correspondencia" para un observador externo (el de la Física) es la MQ.

Sin más dilación, explicitaré las conclusiones a las que me ha llevado el desarrollo del presente artículo.

En mi opinión: "Existen dos mundos dentro del universo: el accesible (AC), o mundo de la ciencia ordinaria -el del observador externo- al que se le aplica el método científico clásico de "prueba y error"; y el inaccesible (INAC), el de la subjetividad percibida por el sujeto (mundo de la mente, la psiquis, atributos de la personalidad... en resumen, el mundo de las cualidades).

El INAC tiene sus propias reglas, igual que el AC tiene las suyas (Física). El INAC es el germen de la vida (no nos escandalicemos por las aseveraciones tan rotundas; estamos ante unas hipótesis pendientes de confirmación), pero hay un continuo feedback (reflexión) entre el mundo INAC y el AC, debido a la metafórica propiedad de la "mirada por la ventana" (en muchas de mis obras hago uso de esa metáfora).

Esa propiedad básica del mundo INAC, hace posible el desarrollo de la criatura (el Ser), y lo asimilable, la Evolución; las criaturas del mundo INAC no pueden "observarse" a sí mismo, en vez de ello, están "supeditadas" a "mirar por la ventana", hacia afuera, al entorno, para percibir lo que "existe" ahí afuera, los otros objetos, y cómo no, también el "reflejo" de sí mismos, provocado por su propia existencia en el entorno (es decir, también como objetos). Y es esa intrusión (por otra parte, inevitable) como objeto en el mundo AC, la que se describe como "Teoría Cuántica al uso". Por supuesto que la esencia de lo material, esos objetos del mundo AC, no son lo "deterministas" que aparentan en el mundo físico clásico, sino que su esencia es eminentemente cuántica (microcosmos), la esencia radical de esa frontera o intersección entre INAC y AC.

En el mundo INAC no existen las paradojas que aparecen al aplicar la lógica clásica al interregno entre AC e INAC.

Para finalizar, decir que en mi opinión hay al menos dos vías aconsejables para el estudio y "vislumbramiento" del mundo INAC, al menos desde el conocimiento actual. Una sería partiendo de la Interpretación de la MQ recomendada en este artículo, que se basa en las hipótesis del Nobel Max Born, la propia Interpretación de Copenhague y los conceptos fundamentales desarrollados por el autor: el "espacio probabilístico", la "realidad de la función de onda cuántica" y el "tiempo creativo". Otra, más metafísica y cercana a los planteamientos de Oriente, basada en la Interpretación Transaccional de la MQ, defendida por el filósofo José Díaz Faixat en su obra "El ritmo oculto de la evolución" (ver el artículo de Foro Esencia "Evolución entrópica-sintrópica", de fecha 20 de noviembre de 2020).

Espero que el artículo os haya sido de utilidad.

miércoles, febrero 24, 2021

Las claves de fenómeno cuántico (IX)

 "En busca de la verdadera Teoría Cuántica"


Cuando se atraviesa el "umbral" cuántico, el principio de causa y efecto se transforma en un bucle en el que es imposible saber qué es lo que origina una cosa: el efecto se convierte en la causa de todo lo que ocurre. El viaje al pasado ya no sería un paradoja. Y tal bucle se desenvuelve fuera del espacio y del tiempo.

Como explica la física Marta García-Matos, hay tres tipos de paradojas: las que desafían la física clásica, las que desafían la intuición y el sentido común, y las que desafían "a la misma física cuántica".

En su opinión: las primeras evidencian que la física clásica falla en algunas predicciones; las segundas evidencia que las intuiciones nacidas de nuestro contacto con el mundo falla en algunas predicciones; y las terceras (construidas para testear la consistencia de la nueva teoría) no sabemos aún qué evidencian.

Todo esto se deduce de la nueva investigación realizada por científicos de la Universidad Libre de Bruselas (ULB) y de la Universidad de Oxford.

Para llegar a estas conclusiones, el equipo de investigadores ha desarrollado una teoría de la causalidad en la teoría cuántica. En ella los conceptos de causalidad s definen en términos inherentemente cuánticos, en lugar de relaciones con un nivel clásico de causa y efecto.

Según esta teoría, las relaciones que ocurren entre las partículas sujetas a entrelazamiento  cuántico no están sometidas al principio clásico de causa y efecto, sino que se rigen por una influencia causal de ciclos impenetrables, sin un orden causal temporal.

Esto significa que, a esos niveles de realidad, el entrelazamiento cuántico no requiere que las partículas necesiten tiempo para avanzar en una dirección (como ocurre en el mundo ordinario), sino que forman un círculo dinámico en el que la causa y el efecto se confunden: no es posible saber qué originó un proceso.

En otras palabras, cuando alteramos el estado de una partícula que ha estado entrelazada con otra, no está claro que nuestra acción origine el comportamiento de la otra distante, porque todo ocurre fuera del espacio y el tiempo. Y no es que el mundo cuántico tenga un orden causal indefinido, lo que ocurre es que sí tiene una estructura causal precisa que involucra ciclos ajenos al espacio-tiempo.

En sus especulaciones, creen en consecuencia que la estructura causal del espacio-tiempo en sí misma podría volverse cíclica cuando cruza el umbral cuántico, provocando una intersección prometedora entre la teoría cuántica y la relatividad general.

(Del artículo de Tendencias21:"El umbral cuántico distorsiona el principio de causa y efecto". Referencia: Cyclic quantum causal models. Jonathan Barrett, Robin Lorenz & Ognyan Oreshkov. Nature Communications.)


Según el físico Juan Martin Maldacena, la pareja AdS/CFT (CFT significa Conformal Fiel Theory y es una teoría cuántica en la que no hay gravedad; AdS significa anti-de Sitter y es otra teoría cuántica con gravedad y con una dimensión más que la teoría CFT) describen exactamente la misma física.

Si la teoría CFT está en tres dimensiones espaciales más el tiempo, la teoría AdS vivirá en un mundo de cuatro dimensiones más el tiempo.

Maldacena conjeturó que existen muchas de estas parejas, y que lo que ocurre en un miembro de la pareja tiene un proceso espejo en el otro miembro que describe los mismos fenómenos. O sea, la pareja AdS/CFT representan dos lenguajes diferentes para una misma realidad física: uno de los lenguajes tiene sólo una teoría cuántica; en el otro tenemos, además, un espacio-tiempo curvado y una dimensión adicional.

En un artículo recientemente publicado se especula que la dimensión adicional está codificada en el entrelazamiento de la teoría cuántica. El artículo está firmado por el canadiense Mark van Raamsdonk.

En base a ello hay investigadores que que se preguntan si podemos construir una teoría cuántica en la que sólo hubiera objetos, sin noción alguna de espacio y tiempo: el espacio-tiempo emergería a partir del entrelazamiento entre esos objetos. La regla básica sería: "si dos objetos comparten mucha información han de estar cerca en el espacio; si comparten muy poca, sería que están lejos".

(Del artículo de la Razón-Ciencia "El espacio-tiempo podría ser un fenómeno cuántico".)


Aunque la decoherencia cuántica (proceso que produce la pérdida de coherencia de un estado cuántico) sólo pudiera dar cuenta de apariencias y no de la ontología (d´Espagnet 2000), si explica la destrucción de la interferencia cuántica, es decir, de la superposición de estados. Así que la decoherencia juega un papel central en la explicación de cómo las propiedades clásicas de un sistema surgen a partir de su naturaleza cuántica; según la versión más aceptada de la decoherencia, esto se produce a consecuencia de la intersección del sistema cuántico bajo estudio con su ambiente.

De cualquier forma la decoherencia cuántica es un mecanismo poderoso que se encuentra en desarrollo y que no ha agotado todo su potencial. Por este motivo la decoherencia ha sido invocada para resolver las dificultades de ciertas interpretaciones de la MQ.

(Del artículo "Decoherencia cuántica". Fortín, Sebastián 2016. Diccionario Interdisciplinar. Austral, editado por Claudia E. Vanney, Ignacio Silva y Juan F. Frank. Url: http://diarioaustral.edu.ar/Decoherencia_cuántica)

Otro artículo muy interesante respecto al tema que recomiendo leer es: Quantum origin of life: Methodological, epistemological and ontological issues. Juan Campos Quemada. Universidad Complutense de Madrid.

(La próxima entrega del artículo será la última)

martes, febrero 23, 2021

Las claves del fenómeno cuántico (VIII)

 "En busca de la verdadera Teoría Cuántica"


La insatisfacción que produce la dicotomía entre los fenómenos subjetivos de la personalidad y el aparente mecanicismo de la neurociencia, esto es, entre el fenómeno vital y la abstracción de la ciencia físico-matemática, requiere buscar un nexo convergente entre ambos.

Teniendo en cuenta las especiales características del mundo cuántico, estas le hacen idóneo para el inicio de la búsqueda de tal meta, pero como dije, la maraña de interpretaciones de la MQ parece un hándicap nada agradable.

Es preciso, pues y como mínimo, proceder al análisis, aunque sea somero, de dichas interpretaciones, pero con el punto de vista fijado en el horizonte de ese nexo convergente entre Vida y Física.

Mi conclusión final fue, en su día, la adherencia a la ortodoxa interpretación de Copenhague, bajo las oportunas observaciones del Nobel Max Born, con su "regla" de probabilidad y su condición de realidad basada en los "invariantes de observación". A partir de ahí elaboré, hace unos años, los conceptos de "espacio probabilístico" y "realidad dual" al admitir la especial "realidad de la función de onda" de Schrödinger (*).

En mi teoría, en el proceso de la medida, el "tomar nota" del resultado, supone que la "conciencia" del resultado de esa medida equivale a una "creación" de realidad. Por tanto, aquí el "rol" del observador es intrínseco, causal como suponen, entre otros, tanto Neumann como Wheeler. La "intersubjetividad" apuntada por Born, corrobora la asunción de tal realidad por todos los observadores. En tal caso, estamos ante un "salto" metafísico importante: la entrada de la "conciencia" del observador  en el proceso, y por ello la "incidencia indirecta" de la "voluntad" del observador que, a mi juicio, en la medida "crea" realidad.

Aquel acto de "tomar nota", puede estar diferido en el tiempo a través del aparato de medida, automático o no, pero en última instancia, un observador es el último actor de la cadena (a veces, basta la simple posibilidad de su existencia).

El proceso aleatorio es imposible sin la confirmación u "consolidación" del observador (la superposición cuántica seguiría siéndolo indefinidamente sin tal requisito). Sin ir más lejos, y por otra parte, es el experimentador-observador quien fija el instante en que realiza la medida, luego la aleatoriedad necesita al menos esa intervención por parte del observador.

La revalorización del papel del observador está justificada, lo que se confirma al estudiar el papel singular que sobre el tiempo tiene, también, ese observador (tiempo creativo -ver la obra del autor "Una revisión del tiempo").

(*) Todos estos conceptos vienen desarrollados en la obra "¿Sueño o realidad?" que puede consultarse en Simbiotica´s Blog.


En la próxima entrega citaré ejemplos recientes de experimentos que nos iluminan con más claridad las especiales cualidades del mundo cuántico que entreveran la verdadera dimensión del aparente mundo de "lo inaccesible".

lunes, febrero 22, 2021

Las claves del fenómeno cuántico (VII)

"En busca de la verdadera Teoría Cuántica"


Ahora, expondré el experimento realizado hace unos años por físicos de la Universidad de Australia (ANU), publicada en Nature Physics.

La extraña naturaleza de la realidad tal como parece establecerse en la MQ sobrevivió a otra prueba, demostrando que la realidad no existe hasta que se mide.

El experimento en cuestión se refiere a la elección retardada sugerida por John Wheeler, que consiste en que a un objeto en movimiento se le da la opción de actuar como una partícula o como una onda.

El sentido común dice que el objeto es una onda o una partícula, independientemente de cómo lo medimos. Pero la MQ predice que usted observa el comportamiento ondulatorio (interferencia) o el comportamiento de las partículas (sin interferencia) dependiendo sólo de la forma en que se mide en realidad al final de su viaje. Esto es lo que exactamente encontró el equipo ANU.

"Esto demuestra que la medición es todo. A nivel cuántico, la realidad no existe si no está mirando", dijo el profesor asociado Andrew Truscott de la Escuela de Investigación ANU de Física e Ingeniería.

A pesar de la rareza aparente, los resultados confirman la validez de la MQ, que rige el mundo de lo muy pequeño (microcosmos), y ha permitido el desarrollo de muchas tecnologías como LED, láser y chips de computadora.

El equipo ANU no solo tuvo éxito en la construcción del experimento, que parecía casi imposible cuando se propuso ya en 1978, sino que invierte el concepto original de Wheeler de haces de luz, y en su lugar utiliza átomos dispersos por luz láser.

"Predicciones de la Física Cuántica sobre la interferencia parecen bastante extrañas cuando se aplica a la luz, que se parece más a una ola, pero haber hecho el experimento con los átomos, que son cosas complicadas que tienen masa e interactúan con los campos eléctricos y así sucesivamente, se suma a la rareza", dijo Roman Khakimov, estudiante de doctorado en la misma escuela.

El equipo del profesor Truscott primero atrapa una colección de átomos de helio en un estado de suspensión conocido como condensado de Bose-Einstein, y luego los expulsa hasta que no había más que un único átomo.

El único átomo cayó entonces  a través de un par de rayos láser contra-propagación, que formaban un patrón de rejilla que actuó como encrucijada de la misma forma que una rejilla sólida al dispersar la luz.

Una segunda rejilla para recombinar los caminos se añadió al azar, lo que llevó a la interferencia constructiva o destructiva como si el átomo hubiera viajado por ambos caminos. Cuando no se añadió la segunda rejilla de luz, no se observó ninguna interferencia, como si el átomo hubiera elegido un solo camino.

Sin embargo, el número aleatorio para determinar si se le añadió la rejilla, solamente se generó después de que el átomo había pasado a través de la encrucijada.

Si se opta por creer que el átomo realmente tomó un camino o los dos caminos, entonces uno tiene que aceptar que una medida futura está afectando el pasado del átomo en particular, dijo Truscott. "Los átomos no viajaban de un punto a otro. Fue solo cuando se midieron al final del viaje, cuando su comportamiento ondulatorio o de partícula fue traído a la existencia".

Esta retroacción en el tiempo es algo que solo se presenta en la Cuántica.

Existen, como sabemos, diversas interpretaciones de la Cuántica. Las más conocidas son: de las historias consistentes, del colapso objetivo o decoherencia, la de Everett, la de los múltiples mundos, la de las muchas mentes, la de Bohm, la Transaccional, la estadística, de Ithaca, de la lógica cuántica, la de Copenhague, las modales, las relacionales, las que asumen el colapso "subjetivo, etcétera. Aquí no explicitaré cada una de ellas pues, precisamente, mi objetivo es tratar de obviarlas en lo posible, buscando el nexo común clave o raíz de todas ellas, que a su debido tiempo expondré. Antes haré, en nuevas entregas del artículo, ciertas consideraciones.

sábado, febrero 20, 2021

Las claves del fenómeno cuántico (VI)

 "En busca de la verdadera Teoría Cuántica"


El segundo descubrimiento al que me refería en la entrega (V) del presente artículo, expuesto en la revista del MIT, Technology Review, hace referencia a la sugerencia y después confirmación de que el proceso fotosintético es también un proceso cuántico.

"Así lo puso en claro un estudio realizado por investigadores del Departamento de Energía del Lawrence Berkeley National Laboratory.

Como sabemos, la fotosíntesis consiste en una serie de proceso por los que las plantas y cianobacterias captan energía luminosa, transfiriéndola a los centros de las reacciones moleculares, convirtiéndola en energía química de forma casi instantánea y con una eficiencia de prácticamente el 100%.

Y es que obtuvieron evidencias directas de que la coherencia cuántica electrónica ondulatoria juega un importante papel en tal proceso de transferencia energética.

Según el primer responsable de la investigación, Graham Fleming, las características ondulatorias del fenómeno de coherencia cuántica podrían explicar la gran eficiencia de la fotosíntesis, al poderse probar simultáneamente todos los caminos o posibles vías de energía potencial antes de elegir el más eficiente de ellos.

El equipo de Fleming consiguió detectar, por medio de mediciones electrónicas espectroscópicas a una escala de femtosegundos (un femtosegundo es la milbillonésisma parte de un segundo), señales cuánticas u oscilaciones electrónicas coherentes, tanto en moléculas donantes como receptoras, generadas por excitaciones energéticas inducidas por la luz. Y tales oscilaciones se encuentran y se interfieren, formando movimientos ondulantes de energía (superposición) que exploran todas las vías de energía potenciales de manera simultánea y reversible, eligiendo las de mayor eficiencia energética.

Estas investigaciones han sido posibles gracias al desarrollo de una técnica denominada espectroscopía electrónica de dos dimensiones, que permite observar el flujo de excitación energética provocada por la luz en complejos moleculares y con una asombrosa resolución temporal.

Tales experimentos han demostrado que los procesos de transferencia energética implican una coherencia electrónica mucho más intensa de lo que se esperaba, lo que significa que tal proceso es mucho más eficiente de lo que clásicamente se imaginaba."

Por último citar que la hipótesis Hameroff-Penrose especula que el soporte físico de la sensibilidad-conciencia en los seres vivos debería hallarse en las propuestas cuánticas más primigenias de la materia.

Si tal hipótesis se cumpliera, sería más fácil entonces entender que las propiedades de campo de la materia fueran el soporte de las propiedades holísticas del psiquismo y, al mismo tiempo, su indeterminación fuera igualmente un soporte apropiado para la indeterminación, apertura, libertad de la vida y del hombre.

En sus palabras: "La materia tiene la propiedad de producir sensación, la única forma de explicar por qué el universo ha producido la vida y el hombre".

La hipótesis Hameroff-Penrose supone que nichos de materia en estado cuántico -¿bosónica?- se hallarían en el interior hueco de los microtúbulos -estructuras filamentosas formadas en el citoesqueleto de todas las células con variadas funciones evolutivas. 

Una de estas funciones sería producir sensación y estados de conciencia. Por acción a distancia no local (los llamados EPR) entrarían en interacción por coherencia cuántica, formando sistemas complejos de neuronas en el cerebro.

Tal actividad cuántica estaría relacionada con las redes neuronales microscópicas, y la bioquímica interior a la neurona, de una forma ascendente (por ejemplo, ante una imagen exterior), y descendente ( por ejemplo, cuando el pensamiento está dirigiendo el movimiento).

A partir de los experimentos descritos y otras evidencias, puede deducirse, entonces, que los fenómenos cuánticos aparecen en los procesos vitales, pero ¿la propiedad vital de la psiquis puede, igualmente, influir sobre la materia? Es decir, ¿cómo desde las "cualitativas" expresiones de vitalidad como la voluntad, la acción, la sensibilidad puede incidirse sobre la materia, el mundo físico, el mundo cuántico?

En tal caso, la voluntad, la acción humana, consecuentemente, al menos esa mente humana, debería incidir de forma fehaciente sobre los acontecimientos físicos, que como tales se configuran en tiempos concretos, acontecimientos o sucesos sobre los que la mente, la psiquis debe dejar su impronta constatable, o sea, medible o con posibilidad de medida.

En mi opinión, el siglo XX, desde el punto de vista científico, es de una trascendencia notable, no tan solo por haber visto el nacimiento de la teoría relativista de Einstein, sino mucho más por el desarrollo del paradigma cuántico; si no me equivoco, si la relatividad supuso cambios trascendentales en nuestros conceptos de tiempo, espacio y gravedad, el mundo de la cuántica supondrá el desvelamiento del misterio profundo de la vida, la mente y la conciencia.

Cierto que mucho espero de la cuántica, más si la teoría conocida sobre la misma no fuera suficiente, habrá que dilatar sus límites hasta alcanzar tales objetivos. Fruto de este nuevo enfoque, de esta nueva visión, se irán desvelando las claves que, andando el camino, y sin el rechazo al andamiaje teórico de la Teoría Cuántica conocida, podrán conducirnos a esta Teoría Cuántica ampliada, remozada en sus más básicos principios.

Nuevas entregas irán apareciendo en la serie.

viernes, febrero 19, 2021

Las claves del fenómeno cuántico (V)

 "En busca de la verdadera Teoría Cuántica"


Esta vez, será desde el capítulo titulado "La cuántica al rescate" de "¿Sueño o realidad", desde donde transcribiremos elementos.

Expone Javier Monserrat en la Web Tendencias Científicas, acerca de las opiniones del biólogo Stuart Kauffman:

"La tercer explicación de la mente y la conciencia a la que tentativamente me adhiero, es referirlas al comportamiento cuántico (una sería la dualista; otra la de la ciencia cognitiva en su reducción a los complejos programas de ordenador). La respuesta ordinaria de los físicos es que los efectos cuánticos no pueden ocurrir a la temperatura corporal."

"Sin embargo, teoremas recientes en computación cuántica, y evidencias referentes a las células permiten poner en duda esta conclusión. Los teoremas muestran que, si se toman las medidas y se trabaja en un computador cuántico, sus qubits pueden permanecer en coherencia cuántica cuando debieran caer en de-coherencia cuántica hacia un comportamiento clásico. Así, cuando se trabaja en un sistema, en principio, partes de él pueden permanecer en coherencia cuántica a temperatura corporal. Es más, las células trabajan termodinámicamente y podrían ser capaces de realizar tales medidas y trabajar manteniendo ciertas variables en coherencia cuántica. En segundo lugar, las células están llenas de proteínas y otras moléculas, y el agua entre dichas moléculas está ampliamente ordenada. Esto podría permitir la coherencia cuántica físicamente en las células. Nadie lo sabe. Pero parece digno de investigación por derecho propio. Mientras tanto, mi teoría tentativa es que la mente no está determinada (es acausal); que la mecánica cuántica no está determinada (es acausal) según la interpretación de Born de la ecuación de Schrödinger (a pesar de Einstein); que la conciencia se produce por un estado especial en que un sistema se mueve entre un comportamiento cuántico y clásico."

En la obra Investigaciones, Stuart Kauffman ofrece la siguiente hipótesis sobre la consciencia (ver mi obra Accesible e inaccesible):

"La consciencia está asociada a una toma de decisiones de alta resolución, conducente a los comportamientos alternativos en los agentes autónomos moleculares, que abra los reinos cuántico y clásico y equivale a la persistente propagación de bucles interconectados percolados de coherencia cuántica, los cuales simultánea y sistemáticamente pierdan coherencia, transformándose en clásicos. El paso al comportamiento clásico representa mente actuando sobre materia. La consciencia es la experiencia interna que el agente tiene de esa red percolada de coherencia cuántica que sostenidamente sufre decoherencia hacia el comportamiento clásico."

En mi obra Vida y mente me hago eco de dos descubrimientos referentes a la relación entre Cuántica y Vida.

"La revista del MIT, Technology Review, reflejó en un artículo que los procesos de entrelazamiento cuántico podrían explicar la forma en que los pájaros se orientan en vuelo utilizando el campo magnético de la Tierra.

Un equipo dirigido por el Dr. Vladko Vedral, de la Universidad de Oxford, ha aportado varios elementos que completan y precisan los evocados con anterioridad por el Dr. Yannis Kominis, de la Universidad de Creta.

En su opinión, los pájaros disponen de moléculas detrás de sus ojos, sobre la retina, que son sensibles tanto a los fotones de luz que reciben por el ojo, como al campo magnético terrestre. Cuando tales moléculas absorben un fotón, se genera un par de electrones entrelazados, de los que uno de ellos se trasfiere a la otra parte de la molécula. En ausencia del campo magnético, la pareja de electrones entrelazados se unen restituyendo al electrón en su estado inicial. Mas el campo magnético puede modificar el spin de uno de tales electrones entrelazados, permitiendo a los dos recolocarse en un estado diferente. La molécula, pues, adopta entonces un nuevo estado que el pájaro puede percibir.

El estado de entrelazamiento podría ser mantenido antes de la decoherencia durante unos 100 microsegundos (mientras que en los experimentos físicos que se realizan en el laboratorio el estado de entrelazamiento no dura más de 80 microsegundos).

La utilización de fenómenos de entrelazamiento cuántico en los procesos de magnetorrecepción biológica estudiados, son sólo un subproducto de tales procesos, no su verdadera esencia. Es como si el organismo biológico, en su evolución, se hubiera aprovechado de esta propiedad cuántica que se encontraba disponible... Esto abre un horizonte fabuloso de investigación, pues es fácil suponer que tales entrelazamientos cuánticos podrían estar subyaciendo en el funcionamiento de las células, cerebro y cuerpo."

En la siguiente entrega del presente artículo expondré el citado segundo experimento del MIT, relatado en Technology Review.

jueves, febrero 18, 2021

Las claves del fenómeno cuántico (IV)

 "En busca de la verdadera Teoría Cuántica"


Seguimos el mismo hilo que en la entrega (III).

"Está suficientemente establecido que los mecanismos de acción de la fotosíntesis, metabolismo, mecánica enzimática, síntesis de proteína y replicación y traducción de los ácidos nucleicos siguen las leyes físicas y químicas conocidas, es decir, todos los procesos bioquímicos.

Pero al llegar a este punto conviene hacer notar que las leyes físicas incluyen ese mundo cuántico que, a veces, se presenta tan paradójico y asombroso.

En verdad, tanto en los inicios de la vida, como en otras etapas de la evolución, se adivina un cierto salto cuántico que daría razón de las antedichas emergencias, tan recurrentes en el fenómeno vital.

Ahora bien, siendo lo anterior cierto, sigo pensando que los signos de la vida, representados por la subjetividad, el mundo de cualidades, la sensibilidad, etcétera, pertenecen a ese mundo al que llamé inaccesible en escritos  anteriores, que parte de la evidencia volitiva, mental y accional que la acompaña en sus manifestaciones.

Sigue existiendo el problema de la conexión entre ese mundo y el que llamo accesible (al observador, a través del llamado generalmente método científico). Lo que es absurdo es aplicar ese método científico del reino de lo accesible (ciencias físico-matemáticas clásicas) al mundo de lo inaccesible.

Esa incongruencia no sería tal si dejáramos en su sitio a cada uno de esos mundos, reconociendo ambos, e intentando solo averiguar el mecanismo de su conexión que, en mi opinión, habría que buscar en el mundo cuántico, precisamente por sus especiales características.

Para resumir, y a grandes trazos, yo establecería para los sistemas construidos con el material químico de la vida -bioquímica- el término bioquímica de las dos caras. En una de tales figurarían todas las propiedades físico-químicas conocidas y por conocer; en la otra, las propiedades agrupativas de la propia vida, no como una emergencia, sino como una nueva propiedad de la sustancia bioquímica, precisamente por la potencialidad vital. (En verdad, toda la materia tendría esa propiedad, pero solo puede apreciarse de modo fehaciente, precisamente, en la química biológica.)

En una de mis primeras obras, "Ciencia, Filosofía, Religión. Una visión armónica", expuse:

"Y avanzando más, el problema de la conexión cuerpo-mente y con ello el de la libertad humana, ¿podría reducirse al tipo de realidad o teoría física que subyace en el fenómeno vital, clave de la conexión entre Biología y Física?"

Y en mi posterior obra, "La alfombra mágica":

"En esta dirección, la incertidumbre cuántica de Schrödinger, junto con las estructuras disipativas (matemáticas del caos) de Ilya Prigogine, así como las especulaciones de Roger Penrose sobre la resolución global por parte de millones de neuronas de diferentes alternativas en el procedimiento cuántico R, podrían ser la clave de la nueva teoría científica que, en contra del racionalismo científico determinista y el pensamiento marxista, nos diera el marco de la aparentemente misteriosa y enigmática libertad individual humana."

En próximas entregas expondré el porqué de mi expresada confianza en la teoría cuántica en búsqueda de la ansiada congruencia."

miércoles, febrero 17, 2021

Las claves del fenómeno cuántico (III)

 "En busca de la verdadera Teoría Cuántica"


Y siguiendo el mismo hilo de las partes (I) y (II) del presente artículo, en "¿Sueño o realidad?" expuse:

"Una característica de la vida es que es capaz de realizar series de reacciones con sorprendente eficacia, porque las enzimas poseen sitios activos que permiten que aceptor y donador de un intercambio químico estén en la misma molécula y espacialmente situados de forma que la reacción ocurra casi con certeza cuando el sustrato se une en la enzima.

Desde Schrödinger (en su obra "¿Qué es la vida?") se ha dicho que la vida significa una entropía negativa que iría en contra de la segunda ley de la termodinámica, lo que fue desmentido más tarde al tenerse en consideración que la validez de esta segunda ley sólo se extendía a los sistemas cerrados, y el ser vivo no lo es al interactuar con el ambiente.

El acontecimiento crítico que señaló el momento en que comenzó la vida fue el confinamiento de una colección de moléculas autorreplicantes en el interior de una membrana celular semipermeable (doble membrana lípida).

Pero, debido a la propia evolución del planeta, la vida se abrió camino con carácter global una sola vez.

La membrana celular sería como el cerebro de las células procariotas con sus proteínas integradas llamadas PIM (transducción de la señal).

En los eucariotas más primitivos, el flujo de moléculas señal entre los componentes de de la comunidad proporciona una mente elemental constituida por la información coordinadora.

En la mente consciente, tales señales se sienten como emociones. La capacidad de la mente consciente de poder obviar la programación subconsciente es la base del libre albedrío.

En mi obra Accesible e inaccesible se dice:

"Lo accesible es lo perfectamente observable (por un observador -valga la redundancia). Lo que permite la elaboración de teorías, y "actuar" en consecuencia, y que, aceptando la interpretación cuántica de Copenhague, supone la construcción de la realidad.

Lo inaccesible es todo aquello que queda fuera de la estricta investigación científica, al situarse en sus propias fronteras, o más allá de la ciencia como la conocemos hoy día. Pero, el que no pueda ser aplicado a este mundo el método científico, o no sepamos abordarlo de forma convincente, no justifica negar su existencia.

Para Willian Day en su obra Génesis en el planeta Tierra: "El autoconocimiento humano creó una ambición por conocer el mundo y cambiarlo para satisfacer nuestros deseos. Es un proceso de retroalimentación, similar a la autocatálisis de la célula biológica emergente que situó al sistema aparte del medio que lo rodeaba."

Y continúa: "¿Qué impulso causó que los descendientes de los procariotas abandonaran su mundo microbiano, en el que habían florecido durante tantos eones, para aventurarse en una dimensión completamente nueva?"

También nos dice que debe haber algún principio subyacente (aparte de la evolución darwiniana) que empuja la columna de los sistemas biológicos hacia alturas cara vez mayores.

Para este autor, la tecnología humana representa el fin de la expansión de la evolución biológica y el principio de la evolución mecánica.

Y hasta aquí la aventura del surgimiento y evolución de la vida desde la pura y simple materia física, a través de etapas delimitadas por unas mal definidas "emergencias", sin hacer verdadero hincapié en la fuerza (y no me estoy refiriendo al vitalismo) que actúa en esos críticos períodos donde reside el verdadero misterio de la vida, y que yo aventuro situado más en ese mundo de lo inaccesible apuntado anteriormente y que comprende cuestiones como el yo, la conciencia, la unicidad, la voluntad e en fin, el sentimiento.

En todo ello el observador se presenta con una relevancia clave."

Continuaré con el artículo en la entrega (IV).

martes, febrero 16, 2021

Las claves del fenómeno cuántico (II)

 "En busca de la verdadera Teoría Cuántica"



Siguiendo con el capítulo "Materia física y sensibilidad" de mi obra "¿Sueño o realidad?", como hice en la primer parte de este artículo, copiamos:

"La cualidad que llamamos vida se crea en sistemas que se sostienen con capacidad para albergar una energía potencial impulsora de sus actividades.

Todos los sistemas biológicos utilizan básicamente los mismos procesos para funcionar como organismos autosostenidos.

La base fundamental de los seres vivos es el crecimiento y mantenimiento de sí mismos mediante moléculas-sillares.

De algún modo, las macromoléculas edificadas a partir de los sillares de construcción se las arreglan para asociarse y atravesar el umbral que las convertía en vida.

En mi obra "La alfombra mágica" escribía lo siguiente:

"Todo ser vivo actúa, a la vez, de forma consciente e inconsciente.

Hay una parte del inconsciente que emana de la repetición de actos conscientes. En este caso el consciente es algo así como la atención puesta, por ejemplo, al analizar algo.

Este binomio consciente-atención caracteriza a la materia viva, y es el responsable en último término de la Evolución. El móvil de esta materia viva sería el sentir: la materia viva evoluciona indirectamente porque siente. Estoy diciendo que el sentir lleva a buscar soluciones y estas soluciones hacen posible la evolución del organismo, aumentando su complejidad.

Toda materia dotada del trinomio consciente-atención-sensación es un organismo vivo.

El que no toda materia sea capaz de albergar vida puede tener dos causas: la necesaria complejidad de la estructura de la materia provista de vida, y el tipo o clase de dicha estructura que, a lo mejor, necesita de ladrillos estructurales del tamaño de átomos y moléculas, precisas para que en ellos rija sustancialmente una física cuántica modificada, seguramente imprescindible para que surja el campo mental."

Y más adelante:

"El ente que llamamos vivo tienen dos vertientes imprescindibles para ser considerado como tal, ambas necesarias y consustanciales con su propio ser: la de su apariencia como organismo para un observador exterior, y la que supone su esencia para sí mismo, estrechamente relacionada con su unicidad, su capacidad para actuar como sujeto.

La primera, la externa, la relacionamos con la objetividad. La segunda, la interior, con la subjetividad.

El mundo de las abstracciones, las ideas, es un mundo objetivo; no es un mundo de seres vivos. La idea se llena de vida, si la propia idea posee vida, si se dota de subjetividad que hace posible la unicidad o capacidad para actuar al sentirse como sujeto."

Y también:

"La naturaleza ha producido en la materia la vivificación de la misma en lo que llamamos vida. Los organismos así formados son entes básicos". "Los entes básicos son los que centran el mundo sobre sí, cuestión básica donde estriba la diferencia entre lo vivo y lo que no lo es, que significa que la sucesión de presentes que suponen una vida necesita de una ilación, una conexión, una unión de uno a otro de forma sucesiva y que les hace pertenecer a un mismo ente, conexión característica de la vida que hace variar el objetivo continuamente, en pos del mantenimiento de ese ente en cada momento, un mantenimiento de su esencia. La ilación, en esa esencia construida, permite al ente darse cuenta, actuar con esa unidad que se define como el yo propio."

En otro apartado:

"Ningún mecanismo creado por el hombre hasta el presente se da cuenta de que realiza una cosa u otra... Todos los mensaje que emite, reflejo de su conducta, están dirigidos a un observador exterior, no a sí mismo... ¡El camino de la libertad debe estar en la retroalimentación dentro del campo cuántico!...

El acto de creación de un organismo de este tipo consiste en la fabricación de la base mínima, o estructura compleja capaz de iniciar por sí mismo la autorregeneración." 

Y para finalizar, una cita:

* Paul Davies y Niels Henrik Gregersen en su obra "Information and the nature of relativity", nos dicen que la información produce las leyes físicas y estas conducen a la materia , y apuntalan: "Esta explicación deriva del estudio de la física cuántica y el papel del observador es clave, así como la nueva biología".


Decir que este artículo proseguirá en entregas posteriores, con el fin de tratar de buscar una ampliación de la Teoría Cuántica, para que ésta pueda incluir en su seno muchos fenómenos como la vida y la mente, que hasta el momento no han encontrado una explicación científica suficientemente convincente.

lunes, febrero 15, 2021

Las claves del fenómeno cuántico (I)

"En busca de la verdadera Teoría Cuántica"

Los experimentos cuánticos están a la orden del día; diríamos que están de moda, tanto desde el punto de vista de la Topología matemática, la Criptografía, los nuevos materiales, etcétera... Y, en mi opinión, en la búsqueda de los mismos fundamentos del origen de la vida, y su posterior evolución en el campo mental.

 


Últimamente, en algunos artículos advertí sobre la necesidad de cambiar o modificar la Teoría Cuántica en el sentido de su ampliación para que en su seno se incluyan y se dé explicación a muchos de los acontecimientos y hechos que, hasta el momento, iba desechando la Ciencia, al tildarlos de "no científicos", lo que no reflejaba más que la incapacidad del método científico clásico para abordarlos.

Tal ampliación de horizontes o miras, hace necesaria la búsqueda de una Teoría Cuántica más "madura" que se ajuste más a los hechos y experimentos que continuamente se están realizando.

Para enfrentar tal desafío, desde mi modesta contribución, me voy a valer, inicialmente, de la obra que escribí en 2016, titulada "¿Sueño o realidad?".

En la actualidad me parecen muy sugerentes al respecto, artículos generalistas como: "El espacio-tiempo podría ser un fenómeno cuántico" (del periódico "La Razón" -Ciencia. 2021), y "La superposición cuántica trasciende el mundo de las partículas elementales" (revista digital Tendencias21. 2021). O el trabajo más especializado, "Decoherencia Cuántica" (del Diccionario Austral de la Universidad de Buenos Aires. 2016).

Pero no adelantemos acontecimientos. Empezaré por la obra "¿Sueño o realidad?" (*). En el capítulo titulado "Materia física y sensibilidad" expuse:

"La materia o la masa, desde el punto de vista de la Física, tiene las propiedades que claramente vienen definidas en particular en la Teoría Relativista de Einstein, tanto la restringida como la General, además de ser una propiedad física perfectamente definida en todas y cada una de las ramas de la Física, y relacionada íntimamente con el bosón de Higgs.

Pues bien, en ninguna de esas ramas de la Física se establece que la masa o la materia tenga "sensibilidad", de ahí la clara separación expresada en el título de este artículo. Está claro que al referirme a la "materia física" estoy englobando en la expresión el conjunto de leyes y propiedades establecidas de forma concreta y precisa en el tronco de las Ciencias Exactas, tanto físico-químicas como en su prolongación: la abstracción matemática.

En el otro término, "sensibilidad", me estoy refiriendo, por exclusión, a aquellas otras "propiedades" o atributos que, por lo menos hoy día, no pueden incluirse en el tronco común de conocimientos anterior, aunque, si así lo convenimos, podemos considerarlas ciencias si se intenta aplicar, también, con ciertos matices, el método científico general de "prueba y error". Me estoy refiriendo a las llamadas "Ciencias de la Vida" (Biología, Neurología, Psicología, etcétera). En realidad este conjunto es bastante heterogéneo, y sus propios métodos de investigación suelen diferir bastante entre sí. Yo les aplico una propiedad de homogeneidad que se refiere a la constancia de la existencia en su interior de otro tipo de materia o sustancia que se caracteriza primordialmente por poseer la cualidad de la "sensibilidad".

La Ciencia, ante tal estado de cosas, adopta la posición de obviar, yo diría mejor "saltar" por encima de tal paradoja, construyendo una suerte de hipótesis a la que llama "emergencia" desde la materia física anterior, poco menos que una imposibilidad dada la precisa definición de esa materia en la Física.

Entonces, el problema estribaría en definir, explicar o describir esa supuesta "emergencia".

El término es un cajón de sastre que encierra en sí un profundo desconocimiento, en el que "conscientemente" no se quiere entrar. Lo único bueno, a mi juicio, es que con él queda delimitado el problema, "vacunando" de esa forma la sacrosanta ciencia exacta físico-matemática de la posible "contaminación" que la llevaría (según ellos) al antiguo oscurantismo de la magia y los mitos de los siglos anteriores. ¡Hay que salvaguardar la Ciencia/Técnica que tanto "progreso" ha supuesto a la humanidad en los últimos tiempos!

Aún estando conforme con ello, estimo que esa propia Ciencia, ese propio progreso, nos ha llevado a un nivel, ¿podría considerarse "adulto"?, superada ya la "adolescencia" científica, que reconozca la verdad esté donde esté, sin necesidad de tener que preservarla a cada momento, pues, con ese nivel actual alcanzado, la actitud adoptada más que cumplir el pretendido objetivo, nos lleva a un  retroceso, a un desaprovechamiento de las oportunidades que nos brinda nuestro nivel científico. El cambio de actitud redundaría en un notable beneficio en relación al afloramiento de una verdadera potenciación de los formidables poderes que encierra en sí la vida, la psiquis y la mente.

Es necesario entrar en el fondo de esa tal pretendida "emergencia", porque seguramente ahí radica uno de los misterios más impresionantes del Universo, el desvelamiento del origen de la vida, la ontología del ser, el propio sentido holístico del mismo. De esta forma, las dos direcciones de investigación propugnadas (la de abajo-arriba, o de lo material a lo espiritual, y la de arriba-abajo, de los espiritual a lo material) estarían equiparadas: lo físico y lo vital."


Las subsiguientes partes de este artículo serán publicadas en este mismo Blog, en días sucesivos.


(*) "¿Sueño o realidad?", se publicó en Simbiotica´s Blog a lo largo de 2016, y puede leerse en el mismo.

jueves, febrero 11, 2021

Visión "radical" del fenómeno cuántico

 En un reciente artículo, publicado en el Blog "elimperiodelaverdad", titulado "El entrelazamiento cuántico clave de la mente", emití una hipótesis sobre la cuántica que considero revolucionaria y que iría más allá de las llamadas "interpretaciones de la mecánica cuántica"... Y es que, en vez de incurrir en la confección de una nueva interpretación de la MQ, presenta una visión "radical" no ya de la propia MQ en sí, sino globalmente de toda la Física.


En el artículo en cuestión, basado en la típica propiedad de la MQ del entrelazamiento cuántico, emití la hipótesis de que más allá de cualquier consideración respecto a la interpretación de los hechos deducidos de la experimentación dentro del mundo cuántico, deberíamos considerar como pilares de todas esas interpretaciones, exclusivamente, a tales hechos, sin intentar darles una explicación desde la lógica atribuible a la ciencia clásica (Física) del espacio tetradimensional: ¡no es preciso dar una explicación a algo que parece  "sorprendente" en el mundo macroscópico en el que nos desenvolvemos!

En la hipótesis, se especulaba sobre la existencia de "dos mundos"; uno, por supuesto, el de la realidad cotidiana de las dimensiones espaciotemporales, cuya expresión más elaborada y perfecta hasta el presente, sigue siendo la RG einsteniana; y el otro, el del fenómeno cuántico que en su "interioridad" es indiferente a tales dimensiones espaciotemporales...

Resulta que la teoría que llamamos cuántica se refiere a hechos originalmente observados en el microcosmos, y que no "casan" con la lógica científica ordinaria que existía antes de la aparición y desarrollo de tal Teoría Cuántica.

Esa suposición de que en ese mundo (el del fenómeno cuántico) existe una "indiferencia", mejor, una situación fuera de las dimensiones espaciotemporales conocidas, explicaría muchas de las paradojas que parecen existir en tal mundo, dando cuenta o soporte a aquellos fenómenos un tanto extraños para el mundo material que estudiaba la Física Clásica, como el campo mental y el "mundo de cualidades" (sensibilidad, entendimiento, etcétera), cuya evidencia, por otra parte, es incuestionable.

La pista que nos lleva a tal suposición, en mi opinión, se encuentra con facilidad en la sorprendente propiedad del entrelazamiento cuántico, sobre todo en su implicación biológica, y en especial en los cerebros de los seres vivos, como expresé en el artículo citado al principio, con el llamado incipiente "cerebro cuántico", basado en la acción conjunta de los elementos que lo componen, relacionado, también con el condensado de Bose- Einstein: ¡Un conjunto de átomos, moléculas o neuronas se mueven al unísono a resultas de su entrelazamiento cuántico! El resultado: las propiedades observadas en los cerebros, como el cambio físico instantáneo, y su inteligencia reflejada en el aprendizaje autónomo.

Dentro de tales sistemas o entidades no puede definirse un punto o centro desde el que se inicie actividad alguna (es el conjunto completo quien realiza las mismas -indiferencia respecto al espacio), ni puede establecerse una causalidad en el sentido de anterioridad y posterioridad (indiferencia temporal).

Claro está, habría que profundizar muchísimo más en lo que representa la hipótesis expuesta... Lo primero que viene a la cabeza, es la necesidad de elaborar o desarrollar una "nueva" teoría cuántica, pero, esta vez, pasando el foco, no a la visión exterior al sistema, sino, algo radical en la ciencia física, desde el propio "interior" de la entidad, de ese "mundo adimensional"... ¿Habría que partir del reflejo del funcionamiento interno en las ondas cerebrales (alpha, theta, etcétera)?... ¡No me sorprendería que una lógica totalmente ausente de paradojas, y tan intuitiva como la RG del macrocosmos, apareciera en todo su esplendor!... Y así, de un plumazo, todas las interpretaciones de la MQ serían superfluas o prescindibles... La actual MQ seguiría siendo la "aparición" en el mundo observado de los visibles "salientes" del inmenso iceberg que sería el mundo esencial del fenómeno cuántico.

No hay que buscar la tan aludida Gravitación Cuántica, pues son dos los mundos que coexisten en el Universo físico global: el macroscópico conocido, y el que da soporte al fenómeno cuántico... La MQ conocida es solo la piel, la interfaz entre los dos mundos.

miércoles, febrero 03, 2021

¡Resistencia!

"Primero vinieron... (Martin Niemöller)"

La Resistencia tenía que haber aparecido con los primeros nubarrones, pero ¡nunca es tarde!...

                                                                            (Cartago)

El fin es la destrucción de la democrática Constitución del 78, para iniciar un período constituyente (¿hacia el "magnífico" régimen "democrático" venezolano?); ante eso debemos presentar una barrera "permeable", como la de las filas romanas ante el empuje de los elefantes cartagineses, pero que al final hizo ganar la batalla en Zama...

Sin metáforas, la democracia y nuestra propia supervivencia requiere de la Resistencia en todos y cada uno de los ámbitos de la sociedad... Si la sibilina táctica de eliminar la oposición, empezando por lo más débil y en apariencia indiferente a nuestra propia circunstancia, sin solución de continuidad, siguiendo por los siguientes estamentos, se demostró tan útil en el nazismo, acompañada de la sutil y constante propaganda de Goebbels, los resistentes deben ser muy conscientes de semejante táctica y actuar en consecuencia...

Ya el refranero español sentenció: "Cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar"... Algo de sobra conocido, pero también lo es la "cobardía" que finalmente hace sucumbir al temeroso... Lo más genuino del pueblo español, sin necesidad de dirigentes que tergiversen su espontaneidad (el ejemplo de Fernando VII es demoledor), se caracterizó por el enfrentamiento ante la adversidad... Pero, antes de que llegue la tragedia es prudente, sabio e inteligente, presentar desde ya, la resistencia, pasiva o no, que ralentice la consecución del fin tan maquiavélicamente trazado, hasta conseguir su total paralización... Entonces, sí, hito semejante, cual la toma del reino moro granadino, catapultará el espíritu español más allá de lo conocido: ¡Plus ultra!