lunes, noviembre 22, 2021

Materia sensible

 Las condiciones necesarias para la materia sensible, o signos claros para adivinar su existencia en un sistema material, son las siguientes:

a) Existencia de un campo electromagnético abrazando el conjunto.

b) Feedbacks o retroalimentaciones consustanciales al sistema, en un movimiento continuo de vaivén entre entradas y salidas.

d) Dominio de la cuántica en lo más esencial de sus procesos.



b) Retroalimentación

La segunda condición necesaria que nos desvela igualmente la experiencia, es la reflexión que supone la retroalimentación o feedback existente en casi todos los subsistemas del cerebro, entendida como que las salidas u outputs se redirigen hacia las entradas o inputs, controlando en cierta forma sus comportamientos, algo que se encuentra en todos los sistemas complejos de la ingeniería, la economía o la misma biología.

 En mi ensayo, "Consciencia y sensación", se describe el concepto de la automática llamado "retroalimentación". Solo decir que para Artur Rosemblucth "el comportamiento controlado por realimentación negativa (homeostasis), aplicada a un animal, al ser humano o a las máquinas es un principio determinante".

La reflexión sobre sí es imprescindible para el conocimiento de uno mismo, del Ser en sí, condición obligatoria para el posterior hecho de la sensación, sobre una sensibilidad de la materia-energía que se vuelve sobre sí misma.

En mi obra "El cierre del círculo" me extiendo sobre el aspecto metafísico de esa reflexión.

Todo sistema, estructura, posee información, pero la sensación constituye una información un tanto especial, es una información "personalizada", y todo ello por la retroacción, la retroalimentación o los distintos feebacks que originan una suerte de "círculos" (los outputs regresan como inputs), y la información afectada "vuelve sobre sus propios pasos", lo que constituye la base sustancial de la "sensación", de la "sensación" de la propia estructura, y con ello un conjunto de nuevas cualidades relacionas con ella aparecen: Voluntad, consciencia, inteligencia, etcétera.

Recapitulando y resumiendo, yo diría que la "energía" posee un estado concentrado al que llamamos "materia", constituida por la información, que en el aspecto sensible, constituye el "yo", y que supone una "consciencia". Así que la evolución, a través de estructuras cada vez más complejas, hace posible la transformación de la energía en consciencia.

(De la obra del autor Consciencia y sensación)