sábado, septiembre 24, 2022

La excepcionalidad de la mente

 Todo acontecimiento, proceso o hecho biológico que se desarrolla en el cuerpo, lo hace en el organismo entero, precisamente por ser una unidad, una individualidad, por eso tiene repercusiones sobre todos los subconjuntos de células o partes diferenciadas del cuerpo: aparato circulatorio, aparato digestivo, órganos de los sentidos u otros tan básicos como el corazón, los pulmones, el hígado, los riñones, etcétera, y cómo no, el cerebro. En todos ellos se notan ciertos cambios: en la tensión arterial, también, en las hormonas... y sobre todo en el "producto" más esencial del propio cerebro: ¡la mente!


Pero, dentro de todos aquellos subsistemas u órganos de la criatura viva, la mente (el cerebro) es "algo especial", pues de ella depende el "reconocimiento propio", nuestra identidad, la psiquis que a grandes rasgos y finalmente es una verdadera simbiosis entre "información" y "sensación"... y aquí la sensación es fundamental, pues el mismo pensamiento está "preñado" de esa sensibilidad, sensación y sentimiento de nuestra vitalidad más profunda... Tal identificación, el producto más elaborado de la evolución, es un proceso excepcional de la vida, pues la mente, de esta forma, puede confundirse con la misma esencia de la vida, que como dije en repetidas ocasiones, no sería más que un "aglomerado de información-sensación".

La excepcionalidad de la mente, lo es de la propia vida, con ella lo que brotó inconscientemente de la materia, llega a "adueñarse" de esta última, al llegar a ser "consciente" de su propia existencia, y por ende de dominar sobre ella.

¡La excepcionalidad de la mente!