viernes, junio 18, 2021

Que el futuro no "ralentice" tu trayectoria

 "Ama el pasado, pues aunque no existe, "es tuyo"; vive el presente; quiere el futuro cuando haya transitado al presente, en fin, que sus nubarrones no empañen tu libre actividad.

Planifica sí, ese futuro, pero de forma desapasionada... En tiempos de zozobra agárrate a tu vivencia."


Estamos en tiempos de gran incertidumbre, a nivel mundial por supuesto, a la que no somos ajenos en nuestra tierra, sí, España que para algunos parece que hablamos del "coco"... Somos peculiares hasta en eso...

La incertidumbre se prolonga de forma natural hacia el futuro, por ello este último aparece sembrado de pocas certezas sobre las que pudiéramos cimentar el mismo... Siempre el futuro ha sido incierto, pero en el tiempo actual y por múltiples causas, es particularmente evidente.

Y la incertidumbre, aún cuando la humanidad a nivel global hoy parece poseer un nivel de desarrollo nunca antes visto, quizás, precisamente, por la posibilidad de poder perder ese nivel de forma más o menos inmediata, está adquiriendo caracteres más agudos.

Sí, claro que tal inestabilidad a plazo medio posee causas evidentes de todos conocidas: el deterioro ambiental; la confrontación ideológica entre los diversos estilos de vida; la amenaza catastrófica tanto desde el exterior al planeta (caída de asteroides, temor a la confrontación alienígena que no puede descartarse, etcétera), como desde su interior (guerras en cierne, terrorismo, pandemias, experimentos biológicos, etcétera).

En el mismo sentido, los avances técnicos y científicos con su explosivo desarrollo son un arma de dos filos: evidente progreso social pero, al mismo tiempo, una amenaza para ciertos sectores más tradicionales, debido a la posible pérdida de empleo en beneficio de la robótica, o la difícil adaptación a un entorno tan complicado y competitivo.

Todo ello constituyen circunstancias que pueden mermar, a nivel global, la salud mental de amplias capas de la sociedad, algo ya percibido pero que se agrava en casos puntuales.

La salud social, tanto física como mental, requiere al menos una toma de posición al respecto, un "cordón sanitario" (ahora sí) que nos defienda del negativo impacto que a nivel global provoca tal incertidumbre... Por eso, recomiendo vivir más que nunca el presente, alejándonos de los nubarrones del futuro, planificando éste cabal y desapasionadamente, y reconociendo el pasado como lo más íntimamente nuestro (curiosamente, sin que exista en el presente actual). Lo requiere nuestra mente, nuestra energía vital... ¡Que ningún temor futuro "ralentice" nuestra trayectoria!