miércoles, diciembre 09, 2020

La hipótesis del "mundo invisible"

 Pura especulación, pero...

Bueno, me quito el traje de científico, y me pongo el de filósofo... si ello fuese posible.


El mundo al que me refiero, adivino tiene que ver sustancialmente con el también hipotético "mundo de cualidades". En realidad es un nuevo "giro de tuerca" acerca de la relación entre lo material (físico) puro y la vida tal como se presenta, sobre todo en la dimensión específica del campo mental (de los seres vivos, en general).

En muchas de mis obras ("Superego", "El ser y la vida", "Nada y Dios", "Vida y mente") se hace mención a la especial relación entre la materia física clásica y la mente, la que aparece como una "emergencia" de la anterior, constituyendo ambas en conjunto el fenómeno de la vida. Pero, especialmente dos de dichas obras, "El cierre del círculo" y "Accesible e inaccesible", están dedicadas en su mayor parte al estudio de ese hálito, espíritu o como lo queramos llamar, que modula la pura materia para "construir" la vida.

Ahora, tomo otro rumbo, aunque, evidentemente, de alguna forma se entremezcla con hipótesis que ya figuran en los libros aludidos. Quiero emitir la hipótesis del "mundo invisible", aunque más que invisible, que solo hace referencia al mundo de la imagen, se refiere a un mundo "inexistente" en este mundo físico que representa el universo de nuestro entorno, con sus dimensiones conocidas y por conocer, de características ampliamente estudiadas por la Ciencia Física... Por simplificar, lo he llamado "mundo invisible", aunque sus connotaciones serán las siguientes.

Claro está, el conocimiento sobre tal "mundo invisible" es prácticamente nulo, al no poder ser estudiado a partir de las citadas dimensiones físicas... Sólo queda intuir su existencia a partir de su "relación" con el mundo material físico,  en la interface cuya expresión más auténtica es la vida. Y como dije, para que la diferenciación con lo material sea de lo más explícito, prefiero hablar del "campo mental", que en mi opinión adorna, en mayor o menor grado, a todo ser vivo, y porque el "mundo de cualidades" se ciñe de forma notable a lo mental.

Lanzo la hipótesis de que el "mundo invisible" existe, pero más allá, es decir, "fuera" del nuestro... y que los "elementos" que lo componen pueden "desarrollar" sus cualidades cuando se "adhieren" a nuestro universo conocido a través de lo que a "grosso modo" definimos como el "cuerpo" (materia física) del ser vivo... Así, nuestro universo sería la "materia creativa" de los elementos de aquel "mundo invisible"... Y la relación que conocemos entre los seres vivos de nuestro mundo (relación que incluye, por supuesto, la evolución) ayuda a cada uno de esos elementos del "mundo invisible" a cambiar, yo diría que muchas veces positivamente, y otras no tanto... pero, en conjunto, esa evolución positiva alcanzaría al universo entero...

Pero la dicotomía entre el mundo físico puro y el mental en cuanto a sus propiedades (dejemos a un lado el concepto, un tanto oscuro, de "emergencia"), sería reflejo de aquellos dos mundos: el universo físico en el que nos encontramos y el "mundo invisible"... El "roce", intersección o interface de tales mundos es lo que llamamos el "mundo de cualidades" observado.

¿Cuál sería la consecuencia más evidente de la adopción de la hipótesis propuesta?... pues que el mundo o universo físico conocido no sería el más trascendental, pues se ciñe, exclusivamente,  a proporcionar la posibilidad de evolución-crecimiento de los elementos del "mundo invisible", que pasaría a ser el fundamental, el trascendente...

¿Adivinamos la repercusión de la hipótesis sobre el misterio de la muerte y la resurrección?