viernes, octubre 29, 2010

El pueblo soñado.



Es tarde. Hace ya un rato que el tibio sol de primavera, jugando al despertar de los ensueños, al fin logra aposentarme en la vigilia. Y se hace tarde por los pocos momentos que faltan para la reunión en el Ayuntamiento.
Y es que días atrás habíamos concertado con los representantes de las urbanizaciones y las asociaciones locales de vecinos, la fijación definitiva de los proyectos que tras un período continuo y no muy corto, se habían concretado sobre las peticiones que éstas razonablemente habían expuesto y que se habían consensuado.
Sus peticiones re referían a su legítima aspiración a una "legalidad" que por motivos bastante prolijos de enumerar y que se prolongaron durante más de 30 años, no había sido posible hasta ahora. La Corporación puso todo su empeño en escucharlos y comprenderlos, y sin hacer "tabla rasa" de lo que se había hecho hasta entonces, con un escrupuloso cuidado "añadió" todo lo que "faltaba aún" para aquella ansiada legalización. Se buscó el procedimiento menos oneroso, como era de justicia, para aquellos "legítimos" propietarios, víctimas de un antiguo urbanismo basado en la estafa y el engaño. La claridad de los planteamientos, y la ausencia de egoísmo y corruptelas por parte del Consistorio, condujeron a un rápido consenso en lo que se debía hacer. Y ya sólo quedaba la rúbrica en esta última reunión.
Peguerinos iba a ser ya un modelo de urbanismo, "urbanismo verde". El pueblo, por fin, había entrado a formar parte del tan ansiado Parque de la Sierra de Guadarrama. Se habían repoblado amplias extensiones de pinos y robles, y así se había conformado una reserva magnífica, modelo ecológico de uso racional y sostenible para el resto de lo que "quedaba" aún de la Sierra.
Y el núcleo del pueblo, sí que era un modelo de un turismo respetuoso con el entorno que añadía una pujante economía, basada en la prosperidad que aportaba el Parque a ese turismo de calidad. Todos sus pobladores, que en verdad no eran muchos, tenían ocupación completa en los menesteres que requerían aquella actividad. ¡Quién lo hubiera dicho hace tan poco tiempo!
¡Ah, claro, me olvidaba, había habido elecciones hacía unos meses!