miércoles, julio 30, 2008

DIFERENCIAS ENTRE YO Y SÚPER YO (y V)

DIFERENCIAS ENTRE YO Y SÚPER YO (y V)


Sabemos que la máscara del Ser, el yo, adquiere vida, puesto que es "simplemente una idea", por ser una idea "reflexiva" que es "consciente de sí misma", precisamente por las sustanciales componentes de retroalimentación o autorreflexión que lo hacen posible.
Y aquí puede apreciarse, sutilmente aunque con claridad, la diferencia del yo con el súper yo. El yo "tiene vida propia", mientras que el súper yo tiene "una vida donada y mantenida" por el yo. Sin el yo, el súper yo desaparece. Mas, también, podríamos decir que la "costra" (como parte adherida al cuerpo principal) del súper yo, acompaña y tiene una participación sustancial en el yo.
El yo crea al súper yo, pero este último puede acabar "devorando" al primero. Ya dijimos que en nuestra opinión, el súper yo es una "reminiscencia" de la evolución, por ello está incrustado profundamente en nuestra esencia como organismo, de forma que en estos precisos momentos de nuestra evolución se presenta como inevitable. De ahí que si no podemos eliminarlo, utilicémoslo a nuestro favor, evitando de esta forma, por otra parte, el indudable peligro que supone su "falta de control".
El "mecanismo" del súper yo es lo "heredado", no el componente o los elementos que lo componen. Sabemos su formidable poder, como "idea" que puede llegar a apoderarse de nuestro propio cuerpo (aunque dicha idea no tenga existencia por sí misma), por ello seleccionemos o controlemos (con la "técnica" adecuada) el tipo de ideas o elementos del súper yo, para que no sean "nocivos" para nuestro propio yo, es más, por el contrario, para que "trabajen" en nuestro "propio provecho".
No hace falta recordar la "inteligencia" del inconsciente, si lo consideramos desde el punto de vista de los diferentes "programas" que gobiernan cada una de las intrincadas funciones de nuestros organismos, que la propia Ciencia tan sólo empieza a entrever. Así mismo, el súper yo tiene un tremendo poder de control sobre el yo, sobre nuestra mente, sobre la totalidad de nuestro sistema corporal. (Recordemos como botón de muestra, la creciente importancia de las enfermedades psicosomáticas, etc.)

jueves, julio 24, 2008

DIFERENCIAS ENTRE YO Y SÚPER YO (IV)

DIFERENCIAS ENTRE YO Y SÚPER YO (IV)


Así que el ser es "autocontenido" en su estado natural, no necesitando, por consiguiente, aporte externo (al menos durante muchas fases), de donde un "corte" en sus líneas de conexión con el entorno (caso del sueño u otras circunstancias de aislamiento sensitivo, como enfermedades graves y terminales o experiencias de aislamiento o pscodélicas), le permite mantener aún cierta "impasibilidad del ser", del yo, que le hace seguir sintiendo en plenitud, muchas veces si cabe más profundamente dada la "no distracción" en "objetos intrascendentes externos" que no sean el propio "sí mismo". Y este hecho está corroborado, con los sentimientos que nos abordan en muchas de las fases de nuestro sueño. Nuestro yo parece vivir, entonces, en otro mundo, en otra experiencia, que aunque sabemos fehacientemente (en el caso general) que no es la vigilia, muy frecuentemente aparenta ser tan real como ella. Mas, tras un análisis posterior, cuando nuestra memoria nos lo permite, se entrevé un "tipo de realidad" de características totalmente distintas a las de la vigilia, tan marcadas por los aspectos causísticos espaciotemporales de la Física. Y debido al "aislamiento", a ese movimiento más marcado por la dirección hacia el sí mismo, es por lo que sospechamos que "esta realidad" es más propia del Ser, más parecida a su mundo, fuera ya del velo, que desde este punto de vista, sería la realidad ordinaria (la de la vigilia).
Y el otro factor importante en cuanto a la "sensación de plenitud" del yo tanto en la vigilia como en el sueño, quizás estribe en que, tal vez, las circunstancias no sean tan distintas (exceptuando los tintes espaciotemporales físicos), si pensamos que el mundo externo o entorno, que proporciona las aferencias del yo en la vigilia, pudiera ser sustituido en el sueño por las aferencias que provendrían del importante acopio de información acumulada en la memoria. De todos es sabido las experiencias subjetivas que se obtienen en diversos puntos específicos del córtex, que se confunden en gran medida con los estímulos procedentes del exterior.
Una vez hecho este inciso, simplemente decir que lo anterior, si no una prueba contundente de la pervivencia del espíritu o el Ser sobre la muerte, sí seria un indicio que nos hace alentar fundadas esperanzas de la superación de la barrera por el Ser de este hito (que se presenta muchas veces como infranqueable) que supone el óbito o la muerte física.

jueves, julio 17, 2008

DIFERENCIAS ENTRE YO Y SÚPER YO (III)

DIFERENCIAS ENTRE YO Y SÚPER YO (III)


Aquello que hasta ahora era nuestra principal barrera, el edificador de fronteras que coartaban nuestro espíritu, ha de ser transformado en la catapulta de nuestro ascenso a los cielos, de nuestra labor creativa. Aquí promulgamos el nuevo mandamiento de la nueva era: ¡Limpia tu mente de imperfección; te crecerán alas para remontar el vuelo de la Creación!
La obligación ineludible de cada ser humano consistirá en "controlar" la mente, purificándola de toda contaminación que le desvíe de su propio y único camino, que no consiste por cierto, en despojarla de todo entendimiento para sumergirla en la ignorancia. En nuestra opinión, un método útil en aquella dirección podría ser la profundización en la vía que lleva a separar perfecta y nítidamente lo que son la elaboración de ideas y la toma de información, de lo que es la acción o la toma de decisiones. Esta última fase debe ser exquisitamente preservada, tomando la precaución de que ninguna "idea negativa" se introduzca entonces en dicho "mecanismo de la acción" (pues su retroalimentación sería "engendradora" de mal). El proceso podríamos enmarcarlo en lo que llamaba Buda la "acción correcta".
A veces puede parecer extraño cómo perdidas muchas de las condiciones del estado de alerta que permite la consciencia y la vigilia, puede el yo "ejercer" sus prerrogativas. Parecería que lo normal en estados de "amorrodamiento" o "adormecimiento" este yo se "diluyese" en cierta forma, de acuerdo también con ese "relajamiento" de la atención y el entendimiento. Pues, todos tenemos la experiencia de que no ocurre así. El sueño es una experiencia cotidiana en la que nuestro yo "se mueve a sus anchas", acompañado de un sin fin de sentimientos que nos recuerda tremendamente "una situación real". Entonces, hasta parece en cierto modo una paradoja que el relajamiento de ciertos factores del entendiminto y de inputs exteriores (recepción de los sentidos), no produzca el mismo efecto que, por ejemplo, ocurre con la "atonía de los músculos (motores)". En nuestra opinión, habría dos factores principales que explicarían este hecho. En primer lugar, evidentemente, el carácter cíclico, autorreflexivo, retroactivo en "sentido general"; las líneas convergentes representadas por el "cierre del círculo", presente y característica de la existencia del ser y la vida (ver la obra "El cierre del círculo" del autor), cuyo iceberg es el yo, tiene que representar un papel esencial en la cuestión. Puesto que existe ese carácter "cíclico" en la estructura del ser, eso equivale a una "sustancia autocontenida" en sí misma. El "movimiento" del ser es hacia afuera, para volver dentro en una especie de microcosmos que "se contiene a sí mismo". Siempre hay "aportes de fuera" que "enriquecen el ser" (y precisamente esto es lo que hace evolucionar y crecer a dicho ser), pero esto no quita el carácter de "autocontención" de "cierre", de unidad en suma que caracteriza al ser. Ya vimos que en el ser existen continuamente dos movimientos básicos: uno de rotura de estructuras (como el cangrejo al eliminar la cutícula en su crecimiento), y otro de "incorporación" de los nuevos elementos adheridos, en una nueva Unidad. Pero el estado "verdadero" más esencial del ser es el de la Unidad, el de estabilidad (que por otra parte, dijimos, equivale casi a una "cesación de la vida" -algo parecido a una muerte-). De aquí surgió en nuestra conciencia el mito de la muerte-renacimiento, tan consustancial con el espíritu humano.

miércoles, julio 02, 2008

DIFERENCIAS ENTRE YO Y SÚPER YO (II)

DIFERENCIAS ENTRE YO Y SÚPER YO (II)


Hemos dicho que el yo crea su propio súper yo por imposición, dominio, ocupación, etc. del "vacío" de la mente por "ciertas ideas", que una vez implementadas crecen desbocadamente, ocupando más y más espacios, y adueñándose al final de casi todo el cuerpo (el órgano cerebro), reduciendo al mínimo la participación del yo consciente.
Hemos de estar, pues, muy vigilantes en "controlar" en todo momento el tipo de idea que ocupa el "hueco" o "vacío" de nuestra mente. De ahí la utilidad y conveniencia del llamado "pensamiento positivo", y de la meditación para la "purificación de nuestra mente". Existen muchas técnicas, las más conocidas con origen en la India y relacionadas fuertemente con los credos budista e hinduista.
Fijémonos que el súper yo sólo tiene existencia "dentro" de una mente, de una criatura, en una "imposición" sobre el yo de la misma. Sin ese yo, sin esa criatura el súper yo no existiría (pues no tiene vida propia). Así que somos nosotros y sólo nosotros quienes podemos "controlar" ese súper yo, y hasta de forma diferida poder utilizarlo en nuestro propio beneficio (del yo se sobreentiende)... No hace falta recordar el hecho cierto de que el vudú, por ejemplo, y los "males de ojo" sólo tienen efecto sobre "quienes creen en ellos" (es decir, quienes poseen en su mente la "semilla" -ideas- de lo que puede llegar a constituir ese súper yo impositivo y terrible).
Pero lo curioso es que, dada la complejidad de los elementos constitutivos del súper yo, su amplia variabilidad, existen múltiples tabúes que actúan como barreras o fronteras insuperables, a veces, para la mente que los alberga. Así, aquí aparecen tabúes de índole sexual, religioso, político, etc... Algunos no son muy evidentes; otros aprecen más disfrazados por su complejidad e intrascendencia (que de esta forma, burlan mejor la molicie e indolencia del propio yo, para desarrollarse)... Además, curiosamente, la historia humana podría reconstruirse en muchos de sus puntos desde el enfoque de los elementos constituyentes del súper yo (en su aspecto comunitario o de coincidencia social) que "domina" en cada época y circunstancia. No olvidemos que el mecanismo del súper yo, aunque no conocido con la profundidad que tratamos de dar en estas páginas, ha sido utilizado con muchísima frecuencia por las capas dominantes de las distintas sociedades y culturas, dada la comprobada eficacia que posee respecto al dominio de los individuos, campo que se extiende hasta lo más sutil cual es el dominio y control de la "mente" de los mismos (no cabe "mayor y mejor" dominio)... ¿Cuál es el camino, pues, de la liberación del hombre, de dicho individuo, de la criatura en general?... ¡Simplemente el control y utilización por el propio yo del súper yo!... La mente del hombre no tiene límite, es eminentemente creativa... Y así sería si no se viese limitada, coartada, por los enemigos de los diferentes "componentes" del súper yo, "incrustados" allí de forma fortuita... ¿No será muchas veces de modo perfectamente estudiado?... Ante tales hechos, tal circunstancia, es hora ya de expresar la "nueva moralidad" que proponemos, que viene en forma de "apertura", para hacer al hombre, en este momento de su evolución y de su historia "homo creador". El creador es el "relojero del mundo" y como tal su "verdadero dueño". Sin barreras, con el control de su mente, el hombre se transforma en el Buda, "el todo consciente", una mente que ya sólo tiene "aspectos positivos", dedicada a su labor primordial, la expansión del Logos, la Creación.

sábado, junio 21, 2008

DIFERENCIAS ENTRE YO Y SÚPER YO (I)

DIFERENCIAS ENTRE YO Y SÚPER YO (I)


Si analizamos en profundidad los componentes habituales del súper yo, vemos que poseen un contenido muy parecido al del yo, digamos "evolucionado", pero que en sustancia no se "observa" la "necesidad" de la existencia de ese súper yo. Parece como si el súper yo fuese una "especialización" del yo... , y debe ser así si nos fijamos en su génesis: un producto de la evolución hacia "sistemas comunitarios" en sus diversas formas. Pero, sabemos, que la existencia de este súper yo es indiscutible, y en el hombre forma una parte sustancial... ¿Por qué y cómo, pues, el súper yo tiene esa clara "distinción" con respecto al yo?
A mi entender, la base de esa distinción, ya que no en la sustancia de los contenidos, ha de ser en la "organización" o "estructura" de estos últimos... Este supuesto, más el "poder de la idea" en el "gobierno de los cuerpos", tema ya discutido en anteriores pasajes, es la explicación de la constitución del súper yo como "algo" diferenciado.
Y es que, paradójicamente, es el yo el que configura ese súper yo, porque en el fondo el súper yo no tiene vida, no tiene energía, sino que la "aparente" que posee le viene de afuera, del propio yo. El yo "insufla" (de forma totalmente inconsciente) "energía", "vida" al súper yo, en definitiva, "construye" el súper yo. El yo "crea la idea", la modela, la complejiza, y ya "independiente" esa idea se "constituye" en súper yo... Esa constitución supone una cierta "unicidad", algo que sólo puede realizar un "espíritu", un ser, ..., en este caso el yo, aunque a partir de su subconsciente proporciona la unicidad del súper yo... Y adornado de estas "virtudes", esta "idea compleja" ya, el súper yo, se hace "independiente" y logra hasta imponerse a la parte consciente del yo... De forma que el yo, sin la "técnica" adecuada, es incapaz de "imponerse" al súper yo: ¡El yo crea la criatura (el súper yo), y ésta acaba "devorando" al yo!
La verdad es que resulta algo curioso y hasta paradójico, cómo "las ideas" (en sentido amplio que incluirían temores, aprehensiones, etc.) de una mente, cual pompas de jabón van formándose y elevándose, independizando, reagrupando y formando un cuerpo único, con una identidad que acaba transformándose en súper yo... Es una creación de la mente, pero que escapa del control consciente del yo, de forma que aunque "sigue habitando" en el cerebro, el "individuo" no puede controlar, como si ante sus ojos "tuviera una vida propia"... Así que puede seguir "incrementando su poder" llegando a agobiar al propio yo, hasta el punto de poder anularlo. Mas conociendo todo este mecanismo, existe la posibilidad de poder incidir en él de modo que el yo pueda recuperar el control por diferente vía, aunque sea diferida.

domingo, junio 15, 2008

PENSAMIENTO POSITIVO Y SÚPER YO (y III)

PENSAMIENTO POSITIVO Y SÚPER YO (y III)


Pero es que el proceso de creación del súper yo es curioso. Se llegan a crear "figuras", "personajes" que toman su vida a partir de nuestro psiquismo. Esoy diciendo que nuestro cerebro crea unos personajes (¿fantasmas?) que "realmente poseen vida", vida alimentada (inyectada) continuamente por nuestra propia mente. Y esos personajes (ideas complejas y con "unicidad virtual") "viven" en nuestra mente, puesto que fuera de ella son inexistentes. Ahora bien, "personajes" muy parecidos pueden existir, a la vez, en muchas mentes (¿algo parecido al inconsciente colectivo?), con lo que existiría una especie de "objetividad virtual", que nos llevaría al espejismo de su verdadera realidad. Precisamente lo anterior constituye, a mi entender, la génesis de la religión. Y como "personajes", son "sujetos" de un comportamiento, comportamiento "creado", como el mismo personaje, por nuestras mentes. Evidentemente todo el proceso, no hay que decirlo, es totalmente inconsciente, fuera de nuestro "control consciente", que nos óbice para que el "comportamiento del personaje" sea sumamente inteligente (emparejada esta inteligencia con la "inteligencia del inconsciente", ya citada con anterioridad en el ensayo del autor "Superego").
Y es que el resultado es la creación, a nuestros ojos, con caracteres de verosimilitud, de verdadera realidad (¿virtual?), de hasta dioses y el mismo Dios Supremo. Es, pues, de tal importancia el tema que nos ocupa, que se me antoja el problema fundamental de la Humanidad en el momento presente.
Pensemos por un momento que si esto es tal como acabo de esbozar, la propia sociedad es muy vulnerable, si existen fuerzas capaces y por supuesto interesadas en el "manejo" de las mentes de los hombres... Por desgracia nuestros temores son muy fundados, y la Historia nos enseña repetidamente tales intentos de manipulación. Simplemente decir que el Poder, sea éste de cualquier tipo, ha tenido siempre muy clara esta capacidad de manipulación o influencia, de ahí tantas técnicas construidas y mantenidas desde los diversos ámbitos políticos. Y como ejemplo evidente, el de la conexión entre los poderes políticos y religiosos (no hay nada más eficaz para controlar a los hombres que el control de sus mentes, puesto que no hay "policía" -control externo- que pueda imponer el control y orden que proporciona nuestra propia mente, en multitud de casos transformada en la llamada "conciencia del individuo").

lunes, junio 09, 2008

PENSAMIENTO POSITIVO Y SÚPER YO (II)

PENSAMIENTO POSITIVO Y SÚPER YO (II)


Al llegar aquí es preciso hacer historia "evolutiva". Es conocido que diversas especies, y entre ellas las más evolucionadas, poseen una vida social o comunitaria cada vez más compleja. La evolución ha propiciado este hecho debido a su evidente ventaja evolutiva, muy conveniente para la conservación de la especie (pensemos, por ejemplo, en la técnica de caza comunitaria del lobo, o de las orcas, o la vida social de los monos, etc.). Así que no es nada extraño que la misma especia humna guarde en su interior esa "tendencia biológica" hacia la sociabilidad; su desarrollo ha hecho posible la civilización humana, y su logro fundamental ha sido el lenguaje elaborado. Por consiguiente, no es extraño que sea "algo natural" el encumbramiento en el cerebro humano de esas ideas sociales que han sido tan importantes a lo largo de su historia biológica (por supuesto, también cultural); es decir, ha sido algo natural, algo considerado de siempre prístino, incrustado de forma sustancial en la naturaleza humana. Pero la mente humana no parece tener límites y menos en su extensión temporal futura: ¡ha llegado el momento de que la mente humana pueda "desprender de sí" todo aquello que la atenaza y que le impide crecer hacia el infinito!
Para ello es básico conocer el mecanismo, el origen de este súper yo. De esta forma, si el proceso es lo suficientemente fuerte, o está incrustado de forma biológica de manera que fuese casi imposible su eliminación, sí -si es suficientemente conocido su mecanismo- podría ser utilizado en nuestro provecho ( sacando ventaja de las desventajas), potenciando precisamente ese "ansia" de superación de barreras, en un futuro sin límites.
No hay que dejar que las ideas, sean cuales sean las mismas, nos desborden, nos superen y para ello debemos "controlar" en todo momento dicho proceso. Así que todo se reduce a "control", lo que puede llevarnos a que el espíritu "señoree" sobre el cuerpo:

jueves, junio 05, 2008

PENSAMIENTO POSITIVO Y SÚPER YO (I)

PENSAMIENTO POSITIVO Y SÚPER YO (I)


Es preciso recordar que la representación "directamente" no verifica su acción (lo que sólo ocurriría, tal vez, en los organismos más inferiores), sino que primero pasa por el "ciclo cerebral", con la posible y casi segura transformación y evolución en la "representación elaborada", que esa sí "será puesta" en el "disparadero" de la acción, es decir, en el último subsistema del cerebro del que parte la "orden", "decisión" o "localización" para que la acción se lleve acabo.
No voy a extenderme más sobre esta cuestión, evidentemente de un notable interés. Prefiero, ahora, continuar con el tema sustancial de la obra "Superego", que es el mecanismo de actuación, y la construcción del propio súper yo.
He estado relatando en sucesivos artículos, pues era fundamental para la exposición, el modo cómo las ideas gobiernan los cuerpos y no el yo ni la propia voluntad. Acabamos de ver ese proceso de la "acción de la idea", es decir, la inevitabilidad de la acción -su autonomía-, aún en contra de nuestra voluntad, pues bien, recordemos en este momento la importancia de las técnicas del pensamiento positivo, que no sería más que la realización práctica de tales principios.
Una vez conocido el poder de las "ideas accionales", vamos a estudiar su incidencia, que entrevemos fundamental, en la "construcción" del súper yo.
Apuntaba en los prolegómenos de la obra "Superego", intuitivamente, la idea básica de que el súper yo, que comprendería todo lo que supera al hombre, a nuestro yo (incluidas las ideas nobles como solidaridad, etc., y el mismo concepto religioso, también el de dios), es una creación humana: ¡Es una creación de nuestro cerebro, que termina por dominarnos! Su pretendido "dominio" se explicaría por el mecanismo anterior de las "ideas accionales"... Ahora bien, ¿qué hacen esa ideas, con su "potencial peligro" de dominación, en nuestro cerebro? ¿Qué o quién las ha introducido?

lunes, mayo 26, 2008

REPRESENTACIÓN

REPRESENTACIÓN


(Continuando con el tema de las "ideas accionales")
Aquí, entonces, interviene la "intencionalidad", la voluntad de adquirir esa información, es decir, el querer "mirar a través de la ventana". Todo ello representa un "esfuerzo", consecuencia de una "voluntad" de absorción de lo externo, del medio. Lo externo (información) se va haciendo propio (representación), y con ello se incrementa nuestra "naturaleza" (nuestra esencia como Ser). Y también aquí la consciencia juega un papel inportantísimo, en la forma de "atención", para que esa incorporación de la información externa sea más eficaz, más elaborada, una "aprehensión de la realidad" mucho más profunda.
En un principio, en los niveles más bajos de la vida, esa "consciencia para la aprehensión" es más involuntaria, por eso mucho más lenta; no obstante, las necesidades de la vida, de autodefensa del principio de conservación, ineludiblemente "hace necesaria" e inevitable esa captación del mundo externo -información-, y aunque en un grado muy bajo, su transformación en una "incipiente representación".
Para fijar ideas, entonces, la "representación" es casi sinónimo de "idea accional". Por tanto, es la representación en el fondo "quien gobierna" los cuerpos, quien "desarrolla el proceso" de reacción de los mismos: ¡la representación es capaz, autónomamente, de "accionar" nuestro organismo! No es, pues, el llamado "Yo" quien, con propiedad, es el "sujeto" de nuestras acciones. La representación (la idea-accional) es en verdad "el sujeto" de nuestra acción. Teniendo verdadera conciencia de ello, podemos utilizar este conocimiento para que nuestro Yo, sí pueda ser verdaderamente el sujeto de nuestras acciones... Todo consiste en saber "manejar" las representaciones, para utilizarlas como "mecanismo de consecueción de los objetivos" de nuestra voluntad, de nuestro más genuino Yo... La "domesticación" de nuestras representaciones se presenta, pues, como "objetivo moral" de nuestra vida... Y así viene expresado como metodología en las más variadas confesiones religiosas.

jueves, mayo 22, 2008

IDEAS ACCIONALES

IDEAS ACCIONALES


Así que, al final hemos reducido aquella cuestión de la materia animada e inanimada, a la concreción sobre un concepto nuevo: el de "ideas accionales" e ideas en general (abstractas). Pero, ¿cómo se transforma una idea en "accional"?
Una idea es "accional" cuando se "incrusta" en la materia (se hace "viva")... Y, por ello, como expuse en obras anteriores, se entiende mucho mejor nuestro afirmación de que la conciencia es una idea "consciente" de su consciencia... Todo ello está unido, pues, indisolublemente, a la vida, a "algo" vivo, pues la idea "cobra vida".
La idea accional encierra en sí, por consiguiente, en su interior, tanto la inteligencia (idea abstracta) como la acción, componentes básicos del factor primario en que se apoya la voluntad (el otro factor es el sentimiento-emoción).
Es lógico que hayamos llegado a estas conclusiones, puesto que la vida la definimos en otros ensayos como un "agregado sensación-representación (información)".
También, conviene ahora hacer hincapié en lo que apuntamos -de pasada- de que el "psiquismo" es algo anterior a la mente, entendida ésta como "producto" de un cerebro. Y es así porque aún cuando no exista el cerebro en un organismo vivo, sí existe en todos los casos el psiquismo básico. Este psiquismo básico va unido estrechamente al concepto de "voluntad". Cuando hay voluntad (la "voluntad de la naturaleza"" de Schopenhauer) estamos ante la aparición del psiquismo. Así que el psiquismo es sinónimo de vida. El psiquismo, pues, es anterior y previo a la mente, que sólo puede ser considerada como tal cuando se constituye el órgano cerebro.
La vida como síntesis de sensación-información (representación) se remonta hasta el mismo instante primordial del universo -cuando se crea la materia. (Sabemos que cuando hay sensación se "cierra un círculo" -ver el ensayo del autor del mismo título). Esta información original inicial que parte de los primeros y más básicos opuestos complementarios (+, -; 0, 1), se va transformando en "representación", a la medida que nueva información externa (del medio) va incorporándose en la estructura del ser vivo (cuerpo, cerebro, etc.), a través del "proceso de aprehensión de la realidad". Unido a este proceso aparece el concepto, tanteas veces utilizado en mis ensayos, de "mirada a través de la ventana", y esto es consecuencia de la necesidad de transformar la información (algo externo) en representación (algo interno), con lo que las ideas "abstractas" se "incorporan a la materia" (de cierto organismo vivo), es decir, se transforman en "ideas accionales". Vemos, por consiguiente, que para esta transformación "cualitativa" de la idea (cambio de información a representación), se necesita de un "movimiento de voluntad", referido a la consciencia o intención de "aprehender" esa información (externa).

lunes, mayo 12, 2008

INDIFERENCIACIÓN INTELIGENCIA-ACCIÓN (y III)

INDIFERENCIACIÓN INTELIGENCIA-ACCIÓN (y III)


Evidentemente, este mecanismo es eficaz para que la voluntad pueda "expresarse" en reacción al medio, pero la descripción de dicho mecanismo nos permite distinguir "ciertas lagunas" en detrimento de la voluntad: son las "distracciones" de la voluntad las que permiten que se introduzcan "otras ideas" en el mecanismo anterior, entrando en el proceso reactivo; a continuación, la retroalimentacción existente en todos los organismos origina las distintas inclinaciones del ser vivo "no deseadas", que producen una potenciación mayor de esa "distracción" de la voluntad. Todo ello encierra "un peligro", así considerado por las distintas religiones, que consiste en un "desvío" del ser vivo de lo que se considera su "verdadera misión" (que no es más que el conocimiento y desarrollo "espiritual" del Ser). De ahí la necesidad, según los moralistas, de domeñar las ideas, las mentes, para que "sólo florezcan las ideas positivas" (en el sentido del "beneficio" del Ser en las mismas).
Así que lo que representa "un peligro" para la posible introducción de la "negatividad" en las mentes, también puede ser una extraordinaria catapulta para afianzar y desarrollar notablemente las ideas positivas, los sentimientos más nobles de la vida en sentido espiritual, y que pueden llevarnos a alcanzar los más altos niveles. Se concibe, así, que el mismo Dios haya podido establecer esta preeminencia gracias a un formidable desarrollo de esta vía. Imaginémonos lo que supone, una vez potenciadas extraordinariamente las ideas más sublimes, su introducción, su "materialización" de nuevo en todo el universo: equivale a una "divinización" del cosmos.

miércoles, mayo 07, 2008

INDIFERENCIACIÓN INTELIGENCIA-ACCIÓN (II)

INDIFERENCIACIÓN INTELIGENCIA-ACCIÓN (II)


El sentimiento-sensación produce la ignición de la mecha (es la causa original), como hemos dicho, pero está "incapacitado" para dirigir todo el proceso reactivo inteligencia-acción. Y aquí viene el quid de la cuestión, lo novedoso. No existe, todavía, el cerebro que en los animales, por ejemplo, dirige dicho proceso. La inexistencia de ese cerebro nos deja "un vacío" que confunde al filósofo y al mismo hombre de ciencia, ante una actuación inteligente sin sujeto (consciente) -cerebro o lo que sea- que "la realice"... Y es que quién "dirige" el proceso de esa reacción es la idea abstracta. Una idea "impregnando" el psiquismo (que no se identifica exactamente con la mente de un cerebro) de un organismo, es capaz de dirigirle. Son las ideas, pues, las que tienen la "potencia suficiente" para dirigir el proceso de la reacción, de la inteligencia-acción. Y es que la idea es en sí inteligencia pura, que al "materializarse" en un organismo, es decir, al adquirir la propiedad característica de la materia, el movimiento (la acción) se transforma en una inteligencia-acción, factor sustancial de la voluntad, que hace posible la reacción del organismo vivo. Este factor, más el pasivo de sensación-sentimiento, configuran o componen el ser vivo.
Pero las ideas (abstractas) ya en los organismos dotados de cerebro (como el mismo hombre), al existir entonces, paralelamente, un cerebro que es en sí un almacén de ideas, en el que se establece el "juego de las mismas" -con su composición, reorganización, desarrollo y evolución-, para lo cual primero se las "depura" de su componente "accional", se desarrollan y evolucionan asépticamente, y a continuación vuelven a "conectarse" a los circuitos de salida, los ya existentes órganos, perdiendo la propiedad "accional" o su componente material, "estado" en el que son "conocidas" por nosotros mismos. Estas últimas ideas (en este estado) son las que constituyen el contenido "consciente" del ser vivo, pero aún la gran mayoría de las "ideas" (estas sí accionales) siguen componiendo, existiendo y actuando en el gran iceberg que constituye el "inconsciente" de dicho ser vivo.

miércoles, abril 23, 2008

INDIFERENCIACIÓN INTELIGENCIA-ACCIÓN (I)

INDIFERENCIACIÓN INTELIGENCIA-ACCIÓN (I)


A la hora de explicar la "fusión" o dualidad inteligencia-acción, es decir, ese "estado" (materia animada) donde la "criatura" domina desde dentro, o sea, ejerce "su inteligencia" sin intermedios -directamente sobre la totalidad de su sistema o cuerpo.
Este último estado en el límite no posee "partes" dedicadas a algo específico (como órganos, sentidos, etc.), sino que es inespecífico: la acción se confunde con la inteligencia, de forma que no puede distinguirse un cerebro "como sede de la posible inteligencia" y unos "órganos transmisores" de la "voluntad" del organismo.
Es difícil entender esta síntesis entre inteligencia y acción, puesto que nosotros estamos familiarizados con esta realidad que los presenta separados, pero esto no siempre fue así. Todo lo contrario, esta diferenciación surgió a partir de un estado inicial de la vida en que estaban indiferenciados: "la materia animada original". Así que podríamos aprender mucho de la inteligencia y la acción si nos remontáramos hacia atrás. El método sería hacer el "experimento mental" de "situarnos" en esta materia animada indiferenciada y especular, suponiéndole unas propiedades con capacidad potencial para que pudieran derivar en ella los estados de inteligencia (cerebro y mente) y de acción (órganos y sentidos) que observamos en la actualidad.
O sea, aquel estado indiferenciado se caracterizaría porque en él inteligencia-acción (aunque fuese de forma pasiva, entendido ésto como reacción posterior retrasada, no "anticipativa", lo que ya significaría una "inteligencia" en la construcción de "incipientes modelos") sería una sóla cosa, lo que supone que el "organismo" reaccionaría al unísono "sin estar dirigido" por parte alguna diferenciada del mismo con carácter general, sólo áreas distintas según el tipo y clase del estímulo incidente, variación que no supondría un "centro localizado" evidente. Pero este ser, al estar vivo, ya posee "unicidad" (característica básica del ser y la vida) y por tanto, una "voluntad" que se traduce paralelamente en esa síntesis inteligencia-acción y al mismo tiempo en "sensación-sentimiento". Cualquier "estado" del organismo (materia animada) se traduce en una "sensación-sentimiento", lo cual no significa que posea la propiedad de la acción (realmente acción-inteligencia). Ambos aspectos o manifestaciones de la voluntad son distintos. La sensación-sentimiento es algo pasivo, y "actúa" como la "mecha inicial" de la explosión-reacción que se producirá a continuación. Esta sensación-sentimiento posee una "escala" o gradación entre agrado y desagrado, que indica realmente, aunque groseramente, lo que es "bueno y malo" para el organismo.
Pero la reacción en sí, como proceso, viene desarrollada por el otro factor inteligencia-acción. Y es este último factor el que en su evolución va diferenciándose en una cierta inteligencia, "cocentrándose" y a la vez modelando un cerebro, y en la acción, cuya "realización", también, "modela" los diferentes "miembros y órganos".

jueves, abril 17, 2008

EL CONTROL DEL CUERPO POR LAS IDEAS

EL CONTROL DEL CUERPO POR LAS IDEAS
Se lee en la obra de este autor: "Ciencia, Filosofía, Religión. Una visión armónica":
"Parece como si los pensamientos fuesen capaces de gobernar los cuerpos. ¿No será que nuestra convicción de que nuestra voluntad domina nuestro cuerpo sea una simple ilusión? Quizá los que gobiernen nuestros cuerpos (la materia) sean los pernsamientos o ideas...
El que una idea llene nuestra mente, a lo mejor equivale a que dicha idea se haga cargo de nuestro cuerpo, inclinando nuestras acciones corporales hacia la satisfacción de dicha idea, aún en contra de nuestra voluntad, aún en contra de nuestro propio "yo".
Imaginemos que ese yo "crea" una idea tan potente que ésta pueda ser capaz de "controlar" todo el cuerpo, hasta su propio yo. Es lo que parece ocurrir en el fenómeno de la "sugestión". Sustancialmente, el mismo mecanismo podría intervenir, también, en ese otro fenómeno de la "creación de fantasmas", que "llegan a imponerse" sobre su "propio creador". Y lo mismo, claro está, a través de variantes no sustanciales, podría acontecer en la creación de los "mitos y religiones" en las diversas culturas y sociedades, cuando menos en su formación original (ya que otros mitos o religiones pueden interpretarse como "acomodaciones" de antiguos mitos a nuevos entornos -culturas y sociedades-).
Así que el mecanismo anterior (la imposición de la idea) podría explicar la formación del yo; por supuesto, también posee un importante papel la influencia por imposición -sutil o clara- de las distintas clases sacerdotales o ideológicas, lo que comprendería, desde luego, el llamado "lavado de cerebro" sectario.
Por consiguiente, el conocimiento en profundidad del mecanismo anterior produciría efectos muy beneficiosos para la creación humana, la libertad y la dignidad del hombre, haciéndole acreedor a una descendencia con linaje en la "divinidad"... Y es así porque el descubrimiento del peligro del citado mecanismo como herramienta sustancial en la "modelación" del espíritu humano, al mismo tiempo también posibilita en sentido positivo el "cambio cualitativo" en las virtudes más genuinas de la Humanidad, lo que haría posible la creación de sociedades más justas, adornadas de aquel "humanismo" considerado hasta el presente como una verdadera utopía.
Los vaivenes de todo balbuceo de la incipiente vida "espiritual" serán sustituidos por una línea recta en continuo proceso (con períodos de estabilidad y expansión, por supuesto), sin retrocesos y hasta explosivo de la luminaria espiritual.

jueves, abril 10, 2008

MATERIA, ENERGÍA OSCURA Y SUPERSIMETRÍA (y II)

MATERIA, ENERGÍA OSCURA Y SUPERSIMETRÍA (y II)


Continuaremos esta 2ª parte comparando los diferentes datos aportados por la sonda WMAP y que fueron expuestos en la 1ª parte.
De (2) y (3) calculemos el coeficiente entre la materia total (ordinaria y oscura) para el instante actual y hace 13.700 millones de años, será:
(63+12)/27,6=2,72
Haciendo lo mismo, exclusivamente para la materia oscura en esos mismos instantes:
62/23=2,74
Y para la materia ordinaria:
12/4,6=2,6 (En el numerador faltaría la contribución de la masa de los neutrinos, no de los fotones desprovistos de masa)
De todos los presupuestos desgranados en la 1ª parte del artículo, más estos últimos, en verdad más que sencillos, me atrevo a sugerir una hipótesis tan "exótica" como las mismas energía y materia oscuras.
Aunque son muy pocos los valores confirmados de la materia y la energía oscura deducidos de la radiación de fondo de microondas, sugiero que los coeficientes anteriormente expuestos indican que la reducción de materia ordinaria y oscura se mantiene en la misma proporción en el transcurso del tiempo. (La discrepancia entre los coeficientes 2,6 de la materia ordinaria y 2,74 de la materia oscura, se debe a no haber considerado la materia correspondiente a los neutrinos de hace 13.700 millones de años. La corrección puede realizarse a grosso modo multiplicando el coeficiente de materia total 2,72 por la materia ordinaria actual 4,6, resultando 12,512. Así que 12,512-12=0,512 sería la contribución de la masa de los neutrinos en aquella época). En la hipótesis que propongo se toma como constante a lo largo de todo el tiempo la relación entre la materia oscura y la ordinaria (8). De esta forma, en el tiempo actual 23/4,6=5, y hace 13.700 millones de años 63/12,512=5.
Se estable que el universo siempre permanece con densidad crítica, para lo cual el incremento continuo de la energía oscura se corresponde con una disminución de la materia-energía total (materia ordinaria y oscura, y energía de neutrinos y fotones). Ello quiere decir que la materia total del universo va desapareciendo continuamente a medida que el universo se expande. Pudiera ser que el "sunidero" principal de esa desaparición de masa residiera en el "corazón" de los agujeros negros. (En los dos momentos anteriormente considerados la masa-energía pasa del 100% a aproximadamente el 27,6% -materia oscura y ordinaria- con una pérdida de alrededor de 100-27,6%, o sea, unos 72%, que es lo que ha crecido la energía oscura).
¿Y cómo se hace explícito todo esto? Pues bien, he supuesto que son los fotinos (5) supersimétricos, como neutralinos, quienes constituyen sustancialmente la materia oscura. La "necesaria estabilidad" de la más ligera de las partículas supersimétricas, si la Supersimetría existe, requiere también su necesaria presencia, y dada su masa supuesta (de 100 a 300 GeV) (6), nos da la relación constante (8) entre materia oscura y ordinaria.
En este mismo orden de cosas, la otra partícula supersimétrica más liviana como el gravitino (4) podría tener una clara relación con la energía oscura. Pero explicaré como.
Supongamos que existen dos universos íntimamente relacionados. Uno, por supuesto, el familiar, aquel en que vivimos, y otro altamente especulativo, con características que globalmente pueden considerarse opuestas. En este último universo, por ejemplo, el tiempo podrá correr en sentido contrario, las masas tendrían energías negativas y quizás por eso a nuestra expansión correspondería una contracción. También, su "masa ordinaria" estaría relacionada con su "masa oscura" en la misma proporción que en nuestro universo, pero invertida. Allí habría más masa ordinaria que oscura (lo contrario que sucede en nuestro mundo).
Pues bien, la energía correspondiente a los "gravitinos" supersimétricos de este universo se identificaría con nuestra energía oscura, y por el mantenimiento de la densidad crítica (también en este universo), la masa-energía "ganada" en ese otro universo, corresponde al incremento de energía oscura en el nuestro. Así, si consideramos como un campo la fuerza de expansión cósmica de nuestro universo, la partícula de ese campo sería la "transformada del gravitino" de ese otro universo, o sea, una especie de "gravitino inverso" (que, por supuesto, seria un "bosón"). De tal forma que la materia-energía que pudiera "perderse" en el "corazón" de nuestros agujeros negros, sería la "energía oscura" que revertiría nuevamente en nuestro universo. De igual modo, nuestros "gravitinos" supersimétricos se encuentran en el otro universo oculto, dirigiendo la contracción del mismo.
El "gravitino inverso" (un bosón), pues, se opone y de "forma exacta" a la acción de los gravitones del campo gravitatorio (7) cósmico. El resultado: un universo plano en expansión en el que la fuerza de gravitación de la masa-energía se compensa exactamente con la "fuerza de recesión".
No habría nada nuevo que decir respecto a la preponderancia de la materia sobre la antimateria en nuestro universo, pues la violación de la simetría CP es una ley bien establecida para la interacción débil. En el otro universo se debería dar una ley similar: uno de los tipos de materia prevalecería sobre el otro, existiendo sus partículas y sus antipartículas.
Los dos universos aludidos están conectados por la gravitación, tal como sugiere la teoría M. Son los gravitinos, con su poder de influencia sobre toda la masa-energía de ambos universos, quienes se comportan como "motores" de la Creación, quienes mantienen en movimiento oscilatorio, entre explosiones e implosiones, el gigantesco sistema cuántico que constituyen los dos universos paralelos.
REFERENCIAS
Biografía del Universo. Jhon Gribbin. Ed. Crítica 2007.
El universo es así.
Nuestro Universo (I y II). Biblopia.com. Alejandro Álvarez Silva

viernes, abril 04, 2008

MATERIA, ENERGÍA OSCURA Y SUPERSIMETRÍA (I)

MATERIA, ENERGÍA OSCURA Y SUPERSIMETRÍA (I)


Como sabemos, la Supersimetría entiende que los fermiones (electrones, etc.) pueden convertirse en bosones (partículas de campo como fotones, gravitones, etc.) y los bosones en fermiones. Ahora bien, no puede transformarse cualquier fermión en cualquier bosón, sino que cada tipo de partícula formaria pareja única y exclusivamente con su propio tipo de compañero supersimétrico.
Pero, lo cierto es que hasta hoy no se han encontrado estos compañeros supersimétricos. Ninguna de las partículas de materia conocida tiene como supersimétrico cualquiera de los portadores de fuerza conocidos; tampoco ninguno de los bosones tiene por compañero supersimétrico a ningún fermión actual. Por eso decimos que el electrón (un fermión) debería tener un compañero supersimétrico al que se le ha bautizado como selectrón (un bosón), al fotón (un bosón) se le empareja supersimétricamente al fotino (un fermión). Por supuesto, ambos nunca se han visto.
Al conjunto de todas estas hipotéticas entidades se denomina partículas SUSY. Una de las razones que se esgrimen para no haber sido observados, aún, es que tienen masas tan grandes que no se ha construido en la actualidad ningún acelerador con la suficiente potencia. La segunda razón fundamental sería que son inestables, por lo que se desintegrarían de inmediato en una mezcla de partículas como los fermiones y bosones habituales y otras partículas SUSY más ligeras. Pero aquí hay una notable excepción: el más ligero de tales "compañeros supersimétricos" (se apunta en especial el fotino), por la simple razón de que no podría haber nada más ligero en que desintegrarse, tendría que ser estable (1).
Aunque no haya habido hasta el presente evidencia alguna de que la Supersimetría sea correcta, tampoco existe ninguna evidencia de que sea incorrecta.
Los cinco primeros años de datos recogidos por la sonda WMAP (Wilkinson Microwave Anisotropy Probe) que estudió el fondo de radiación de microondas concluyó que el universo es la actualidad está compuesto del 72% de energía oscura y el 27,6% de materia, de la cual el 23% correspondería a la llamada materia oscura (2).
También llegó a la conclusión de que hace 13.700 millones de años, el universo se componía del 63% de materia oscura, 12% de materia ordinaria, 15% de energía fotónica y 10% de energía correspondiente a los neutrinos (3).
Hoy existe materia ordinaria brillante (la de las estrellas, etc.) llamada materia bariónica visible, y otra materia bariónica "oscura" más abundante que la que brilla en el espectro visible.
La materia bariónica "oscura" (no la que corresponde a la exótica "materia oscura") se ha localizado mediante observaciones de satélites en la parte ultravioleta del espectro, invisible a nuestros ojos. Se ha observado que nuestra Galaxia y sus vecinos (el Grupo Local de galaxias) están "embebidos" en una gran nube de gas intergaláctico caliente de hidrógeno y helio, que irradia en el extremo azul del espectro, el ultravioleta; sus partículas se mueven tan rápidamente que no podrían mantenerse en ese lugar si no existiese allí "materia oscura fría". Precisamente esa radiación ultravioleta es un excelente rastreador para localizar tal materia oscura "del mismo modo que las bombillas de colores proporcionan un rastro del contorno de un árbol de Navidad".
Hay que expresar que se tiene el convencimiento de que la combinación de teorías de gran unificación con supersimetría ("SUSY GUT") es extremadamente prometedora. Aún queda encontrar formas de incorporar la fuerza gravitatoria en este paquete, bajo la forma de una Teoría del Todo o TOE. El modo de conseguirlo sería describiendo las interacciones gravitacionales en términos de intercambio de gravitones (partículas o cuantos del campo gravitatorio), postulando la existencia de sus compañeros supersimétricos, los gravitinos (4). Aunque los fotones no pueden interactuar entre sí, los gravitones sí pueden, por eso los cálculos son mucho más difíciles en el campo gravitatorio.
Una vez más hay que hacer hincapié en la muy probable estabilidad de la partícula supersimétrica más ligera, también llamada LSP o neutralino (desprovista de carga). Se supone que esta LSP podría ser el fotino (5) o el gravitino.
Algunas versiones mejoradas de SUSY sugieren un límite de unos 300 GeV (unas trescientas veces la masa de un átomo de hidrógeno) para la masa del neutralino. La mejor apuesta actual es una masa entre 100 y 300 GeV (6).
Se ha demostrado de forma fehaciente que el universo es plano y que se está expandiendo con una aceleración creciente, como resultado de un campo definido por la constante cosmológica. Se ha especulado mucho sobre la posibilidad de que dicha constante cosmológica sea la introducida por Albert Einstein en su Teoría General de la Relatividad para conseguir que el universo deducido de sus ecuaciones fuese estático; también se ha querido identificar esta última con la llamada "energía de vacío" que prevé una generalidad de planteamientos cuánticos, aunque con unos órdenes de magnitud tan dispares, que esto mismo ha llegado a constituir uno delos mayores problemas que tiene planteados la nueva astrofísica.
La densidad de energía oscura se cree constante a lo largo de la existencia de todo el universo, por eso se calcula que hace 10.000 millones de años la energía oscura contribuía sólo en un 10% a la densidad del mismo, y dentro de otros 10.000 millones de años será un 6% de la densidad total.
No obstante, dicho lo anterior, existe una alternativa a la constante cosmológica que es tomada en consideración por algunos astrónomos y bastantes más físicos de partículas, y es que la densidad de energía oscura podría no ser constante, sino una especie de "quintaesencia", cuyo campo implicado sería el quinto campo de fuerza después de la gravedad, el electromagnetismo, y las fuerzas nucleares fuerte y débil. La quintaesencia tendría siempre la misma densidad que la materia, oponiéndose de forma exacta a la gravedad (7), en otras palabras, manteniéndose igual a la densidad crítica a lo largo de todo el tiempo. (Por ello el momento actual no debería ser tan especial y único, lo que no hace necesario aplicar el Principio Antrópico).

sábado, marzo 29, 2008

CONTROLANDO EL SÚPER YO

CONTROLANDO EL SÚPER YO


Si no realizamos un esfuerzo suplementario de voluntad por parte de nuestro yo, éste se verá dominado por el súper yo y sus aliados: la hipnosis y la sugestión.
Y es que la tendencia natural en el ser (sin ese esfuerzo de voluntad) es el "dominio" del súper yo sobre el yo. Realmente, a lo largo de toda la historia, en casi todas las sociedades se ha "usado" esta tendencia natural del ser del hombre, para establecer los sistemas o jerarquías sociales, por "manipulación" del súper yo, que es en lo que consiste sustancialmente la religión. Y aquí no está lo malo del asunto, puesto que es bueno que el ser posea una cierta jerarquía en su "constitución" interna, lo que es una "apoyatura" para ese mismo ser al poder "situar", así, en el sitio más elevado o principal a la "esencia" más básica del ser, que está íntimamente relacionada con la "esencia del mismo universo" y del Espíritu Supremo, que siempre radicaría en ese cenit del Ser. Lo malo, decimos, es que ese cenit de la intimidad del ser "esté suplantado" u "ocupado" por otros principios, ideas, etc., en suma, elementos que no se corresponden con la "trascendencia de la posición ocupada". Estamos analizando el mecanismo de tal circunstancia, que como vemos es altamente eficaz, pero tanto para lo bueno como para lo malo... ¡La limpieza, la pureza de tal punto sublime o cenit debería ser de una "escrupulosidad" sublime!... ¡Diablo o Dios!... ¡Es tan fácil la adulteración de este "punto" clave!
A medida que el hombre conozca más y más la naturaleza de su espíritu, los "mecanismos" que lo componen y lo prefiguran, deberá poner un mayor y escrupuloso cuidado para mantenerlo fuera de toda posible "contaminación".
No es que el hombre deba ser "bueno", es que tiene que ser "forzosamente bueno", a medida que va conociendo más y más de sí mismo.
Todo conduce , por una u otra vía, a la elevación de ese espíritu del hombre hacia horizontes insospechados, en una vorágine expansiva que supone un cambio cualitativo en dirección a ese Dios que creíamos tan potente como lejano.
Un último apunte antes de abandonar estas reflexiones. La llamada estructura "dinámica" del ser (inconsciente -clásico-, yo, súper yo) no es más que "funcionalidad", "movimiento", nunca una verdadera estructura; dicha estructura del ser viene mucho mejor reflejada en otras obras de este autor ("El ser y la vida", "Nada y Dios", etc.). Ahora bien, este concepto "dinámico", sí parece útil en relación al comportamiento o conexiones entre yo y súper yo en fenómenos tales como la "sugestión" (autosugestión) y el hipnotismo.

domingo, marzo 23, 2008

SÚPER YO

SÚPER YO


El "yo" o ser radical hay que buscarlo en la punta del iceberg que se vislumbra dentro del ser total (Microcosmos). Conocemos (por obras anteriores del autor) que el ser radical posee varios "movimientos" dentro del ser completo (Microcosmos), a saber: el interno-subjetivo, el externo-objetivo, y al menos el amor y el contemplativo. Ahora apuntaríamos a uno nuevo que estaría relacionado con el súper yo "de nuestra teoría". El bagaje portado por el súper yo no es asimilable como algo propio por el yo, pues este último "entiende" que es "superior" a sí mismo; mejor diríamos lo contrario, aquello que el yo considera "superior" a sí mismo lo "integra" en el súper yo, por ello lo considera, del mismo modo "otroriedad", mas no un "otro" del que le separase una frontera. Y es que el súper yo está "incrustado" tan hondamente (en "direccion" contraria a la de la materia -mundo objetivo-) hacia ese yo profundo, que no puede considerarse exista entre ellos barrera alguna (y es que realmente yo y súper yo son lo mismo, y el matiz distinto lo marca esa actitud de "sumisión" -reconocimiento de inferioridad- del yo respecto al súper yo, lo que produce en el primero una obnubilación, un "no tener conciencia" de esa equivalencia, transformándola, curiosamente, en la "actitud sumisa" de acatamiento a ese súper yo). Esa dirección contraria a la de la materia del conjunto yo-súper yo, equivale a un mayor alejamiento de la frontera (mundo espaciotemporal material), la corroboración de esa ausencia de frontera entre yo y súper yo. Es tan solo "un cambio de actitud" del yo lo que les "diferencia", así que si de alguna forma el yo fuese capaz de "asimilar" a ese súper yo por otro cambio de actitud, se ampliaría el campo de conciencia del yo, al transformar en consciente la "inconsciencia" del súper yo.
Con el súper yo subyacen fenómenos como la sugestión y la hipnosis, por lo que empezamos a sospechar que el mecanismo que interviene en la formación del súper yo, es el mismo que crea tanto la sugestión como el hipnotismo.
Dentro del súper yo aparece, como sabemos, el concepto de Dios, por lo que, después del análisis anterior, podemos decir que realmente es la misma mente humana, el yo, quien crea ese concepto divino. Es, pues, posible que un "cambio de actitud" del yo, en esa transformación subsiguiente del súper yo, pueda también cambiar el mismo concepto de Dios.
Así que podemos enunciar: "El nuevo dios hijo, heredero, supone un "reencuentro" del yo consigo mismo en los "terrenos" del súper yo".
En obras anteriores se expresó que el yo es quien "cierra el círculo", lo que supone un "decidir" sobre qué elementos entran a formar parte de ese círculo, y eso equivale a una "salida fuera de la frontera" de tales elementos (dejarían, entonces, de ser "lo otro"). En todo ello, surge ahora un matiz muy importante, el de la "dirección profundamente contraria a la materia del súper yo", lo que le sitúa "al otro lado" de aquella frontera, en la misma "interioridad" del ser, fuera siempre de "lo otro": ¡estamos ante el mismo ser! Yo y súper yo pertenecen a la "interioridad" del ser, son el mismo ser.
La razón del nombre (súper...) es el aparente "dominio" de ese súper yo sobre el yo. Es como si la Voluntad del ser se viera "mediatizada" por esa "voluntad" del súper yo. Y ponemos esta otra voluntad con minúscula, porque en realidad es una voluntad "virtual", pues ciertamente es una "dejadez del yo", lo que deja vía libre a los "imperativos" del súper yo. Como ya hemos apuntado, un cambio de actitud del yo es suficiente para que la Voluntad del yo (consciencia) vuelva a "dominar" sobre la totalidad del ser.

martes, marzo 11, 2008

UN ESPÍRITU SIN LÍMITES

UN ESPÍRITU SIN LÍMITES


Toda clase de "agrupamiento social" necesita de la religión para la acotación del "aparentemente ilimitado" poder espiritual de la mente humana, sin lo cual se nos antoja que cualquier tipo de "estructura social", orden o gobierno serían imposibles de mantener.
Si el hombre no se "limitara" a sí mismo, la labor que cumple sobradamente la religión -desde el punto de vista del diálogo del hombre "consigo mismo"-, no habría "fuerza" capaz de "controlar" el "desbordamiento" del espíritu humano. Todo poder político (exterior al individuo) precisa, pues, de forma ineludible del poder religioso (interior) para desarrollar su acción... Y cualquier tipo de sociedad precisa, de una forma u otra, dichos extremos. Es el efecto del formidable poder de la "libertad" del "espíritu" o la mente humana.
Ciertamente, como todo comportamiento animal, lo anterior tiene su correlato en todas las especies, lo que es indicio del "campo mental" que posee toda criatura viva... Sería el mismo papel, salvando las diferencias de matiz, que aparece en etología animal con las "jerarquías" observadas en las distintas especies.
El desarrollo evolutivo (mental), al alcanzar un concepto como el de "eternidad", es quien prefija la formidable expansión de la mente humana, y esa libertad en expansivo crecimiento hacia un horizonte sin límites.
Todo lo anterior es una prueba irrefutable de la "potencia del espíritu humano", y nos desvela al mismo tiempo una pequeña muestra o indicio de su verdadera constitución interna.
Una vez establecida la existencia de esa verdadera "autolimitación" del espíritu humano, habría que preguntarse si la misma no estaría relacionada profunda o significativamente con el fenómeno del hipnotismo, generalizando, la sugestión (autosugestión)... Y es que esa autolimitación actúa como se supone ejerce su acción el súper yo (en su aparente superioridad o imposición sobre el propio yo). Por consiguiente, ese súper yo no sería impuesto desde fuera (del sujeto), sería el "yo" quien lo creara (inconscientemente, desde luego) sin que fuese plenamente consciente de ello. La consecuencia es que la mente humana es capaz de crear "algo" que a continuación la supera, supeditándose (en multitud de ocasiones) al mismo. ¿Dimanaría de aquí el fenómeno religiososo y el mismo concepto de Dios?... Si así fuese, imaginémonos el poder, el efecto multiplicador ejercido sobre el espíritu humano, si "dicha creación anterior" (el súper yo) revirtiese nuevamente en el "yo" (el genuino espíritu del hombre)... Lo que es lo mismo, aquel dios "superior" (al hombre) aparece como lo que es: la Creación, la descendencia, el heredero del mismo hombre... No habría más dios que el mismo hombre; él sería su dios... ¡La asimilación de tal idea es una catapulta hacia un horizonte sin límites!
Y entonces, ¿qué limitación podría "sujetar" cualquier tipo de "ordenamiento humano"?... Pues, únicamente el convencimiento anterior, el acatamiento a ese Ser Superior emanado del espíritu humano, que no es más que la sublimación, la "materialización" de esos anhelos y aspiraciones humanas que emanan de lo más hondo de sus corazones (la meta mística que subyace en todas y cada una de las religiones), y no el "sometimiento a cualquier poder celestial" externo que no tenga sus raíces única y exclusivamente en ese espíritu prístino, inefable, inmutable, sin forma e intemporal, que anida en lo más profundo de la condición humana.
¡El Dios todopoderoso Padre acotaba el papel del hombre, si no tenía un destino de sometimiento casi servil a Él!... El pequeño dios heredero del hombre, catapulta a este último hacia un horizonte sin límites, acercándole e identificándole con el idealizado primer concepto anterior.

viernes, febrero 29, 2008

ACERCA DE LA EXPANSIÓN CÓSMICA

ACERCA DE LA EXPANSIÓN CÓSMICA

Algo tan conocido años antes de la famosa fórmula einsteniana de equivalencia entre la masa y la energía, E=m*c al cuadrado, como la dualidad onda-corpúsculo, por obra y gracia del prestigio intelectual de Albert Einstein o la tremenda fuerza de una explosión nuclear, provoca un hito en la ciencia del todo inmerecido por su poca novedad, siendo como es una reedición de lo anterior. Diríamos que el mérito habría que buscarlo entre el grupo de físicos y químicos que hicieron posible la comprensión de ese extraordinario fenómeno que es el de la naturaleza dual de la luz como onda y corpúsculo a la vez. Y decimos que hay una estrecha conexión, más bien una identificación entre los pares de conceptos onda-corpúsculo y energía-materia por lo siguiente. La energía, cuya mejor identificación es la radiación, está unida estrechamente a la noción de onda. Todo corpúsculo, por otra parte, posee las propiedades más evidentes de eso que llamamos materia. No hace falta, pues, especular más sobre el tema. Eso sí, cupo a Einstein cuantificar (formular) la equivalencia o relación entre unas y otras.
La dualidad onda-corpúsculo es básica en mecánica cuántica, puesto que la onda es consustancial a la radiación (sin detrimento, no obstante, de la onda que acompaña a toda partícula en su movimiento) y el corpúsculo es sinónimo de materia. Así en la cuántica se dice que la onda se "resuelve" (la onda de probabilidad), se materializa o pasa a ser "determinista" al quedar "elegida" una de las posibilidades (interpretación de Copenhague), algo a sí como la entrada en la "realidad" de la energía, gracias a su "corpuscularidad" o materialidad.
Observamos, pues, que hay un trasfondo "filosófico" totalmente dispar entre energía-radiación-onda y materia-corpúsculo. Esta última está unida a lo que en términos humanos o para nuestra mente llamamos "realidad". La onda-radiación-energía define sólo posibilidades, probabilidades: es "algo" indeterminado.
La dualidad onda-corpúsculo, tan difícil de asimilar en principio por nuestra mente, no obstante, induce menos a error que la famosa fórmula anterior de Einstein de equivalencia entre masa y energía. La luz podía conducirse (comportarse) como onda o como corpúsculo, pero no eran equivalentes los conceptos, pues sus propiedades eran muy diferentes (además, uno excluía al otro). Sin embargo, la pretendida equivalencia entre masa y energía einsteniana no es tal. La archiconocida fórmula (E=mc2) simplemente indica cómo se relacionan ambas, en ningún modo es una equivalencia, puesto que presuponer la misma es cometer un error tan tosco que incide directamente en lo que llamamos "realidad". Dicha equivalencia significaría una identificación entre determinación (realidad, materia) e indeterminación (posibilidad, probabilidad, energía).
Materia y energía son "sustancialmente" distintas. El tensor energía-momento de Einstein junta en una misma magnitud la energía y la materia, lo que puede ser indiferente en cuanto a su aplicación en relatividad general, pero no en otros ámbitos en los cuales dichos conceptos poseen papeles radicalmente distintos.
Por ejemplo, existe un problema cosmológico en la teoría estándar que reside en el concepto de expansión cósmica. Dicha expansión viene dada por la relación de Hubble, v=Hd, ahora bien, esa expansión o dilatación del espacio debe tener un límite a distancias no cosmológicas, pues si hubiese una dilatación, también, del "metro" con el que medimos, nunca hubiese podido medirse, ni siquiera percibirse esa dilatación o expansión cósmica, ya que "relativamente" las distancias cósmicas y no cósmicas conservarían sus proporciones a lo largo del tiempo. Indudablemente nuestro metro "de medir" no sufre este proceso de dilatación. ¿Y qué es nuestro metro de medir sino las distancias o proporciones de la materia que nos rodea (dimensiones del protón, del electrón, es decir, de la propia materia)?... Así que la materia debe conservar sus dimensiones o constantes físicas a lo largo del tiempo, sin participar en dicha expansión cósmica. La materia, pues, unida íntimamente a "nuestra realidad" posee características constantes con el tiempo. La radiación, la energía, el mismo espacio (cosmológico) sufre la dilatación de la expansión cósmica. Por ello la radiación que proviene de todo el espacio por su "dilatación" tiene una tendencia al corrimiento hacia ell rojo.
La gravitación, unida a la relatividad einsteniana, está inmersa, al igual que la métrica del espaciotiempo, en esa dilatación cósmica; ¡podría, por ello, la constante de gravitación verse involucrada en un proceso de cambio con el tiempo!... Pero esa sería otra cuestión distinta a la que nos ocupa en este artículo.
¿Puede sernos interesantes todas estas ideas para encontrar un vínculo o conexión entre la "teoría de la materia", a la que identifico con la física cuántica, propiciatoria de la "realidad" como interrelación entre el mundo submicroscópico y el macroscópico, y la gravitación o teoría, a nuestro juicio, de la radiación-energía?
La gravitación ejerce su dominio desde lo más pequeño a lo más grande, por su "control" sobre la métrica del mismo espaciotiempo, o de las dimensiones "marco". La cuántica domina particularmente sobre lo pequeño, lo microscópico, lo subatómico.
¿No será la expansión cósmica "la expresión" o manifestación de la teoría que conecta las anteriores ambas teorías gravitatoria y cuántica?
La expansión de Hubble en cierta forma se opone a la gravitación. Es un proceso de expansión no de contracción (gravitación). Ahora bien, la contracción-gravitación abarca la gama completa desde lo más ínfimo hasta lo mayor, lo cósmico. Sin embargo, el ámbito de la expansión de Hubble tiene el límite por abajo en la cuántica, en la materia cotidiana que nos rodea... Ésta no se ve afectada por la misma... Así que la expansión actúa sobre el espaciotiempo-energía-radiación pero no sobre la materia (cuántica). ¡La expansión dilata el "espacio" entre "ciertos objetos", que son los más "definidos", aquellos "dominados" por la cuántica, la pura materia, dejando "incólumes" los mismos!... Así que la expansión de Hubble -unida, si se confirma sin ningún género de dudas, a la aceleración de la misma en una especie de "quintaesencia"- sería la clave para la conexión entre la teoría cuántica y la gravitatoria. En nuestra opinión, la expansión de Hubble, junto con la denominada "energía oscura" no sería asimilable a la constante cosmológica de Einstein que aparece en su relatividad general, sino más bien a otra "fuerza" contraria a la misma gravitación (una especie de "quintaesencia") que tiene la particularidad de que aplicada a la "pura materia" (la definida en los términos anteriores, relacionada íntimamente con la física cuántica) es capaz de "anular" la influencia ejercida por la gravitación en dimensiones cosmológicas, de forma tan perfecta que desaparece todo atisbo de gravitación en la métrica del espaciotiempo, originando un universo plano en todo momento, a lo largo de la historia completa del universo (no sería necesaria la inflación). En otras palabras, gravitación y mundo cuántico estarían "unificados" en lo que podríamos llamar una especialísima "quintaesencia", cuyo efecto más evidentes es la expansión cósmica.