"Hacia la tricolor".
Cinismo, hipocresía, autocracia: son signos de un "nuevo orden".
La doblez de las palabras, los significados contrapuestos, la perversión del lenguaje, son índices de la maldad de dirigentes que solo buscan el provecho propio.
Así, "progresismo" en realidad esconde una "involución" que nos retrotrae a períodos anteriores a aquellos en los que dominaba la clase media por fin, en una sociedad previamente antigua, retrasada y preindustrial. ¡Con lo que costó llegar a construir tal clase media, con los únicos medios del país, sin ayuda exterior, elevando la potencialidad industrial hasta llegar a ser la octava potencia industrial del mundo!
Ahora, no solo no se reconoce, sino que se persigue cualquier expresión que simplemente reconozca la verdad de tales logros.
Ese cinismo hipócrita que expresé al principio se ha impuesto a las sempiternas "virtudes" que así fueron reconocidas en la sociedad de todos los tiempos, de ahí los "aires mortecinos" que "adornan" a la sociedad actual: "nuestras virtudes mueren" barridas por un sinsentido de defectos que se esconden en una sociedad viciada donde la hipocresía, la mentira y el odio son la base de las relaciones sociales, tan falsas como lo son las clases opresoras que, ahora sí, no provienen de la derecha.
La mejor definición, por consiguiente, de tal estado de la cuestión se resume en el encabezamiento del artículo, una sociedad atacada por un virus fatal, una regresión a nuestros peores momentos históricos, lo que significa el "progresismo" absurdo de una "evolución mortecina".
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