Los recientes acontecimientos aconsejan indagar sobre un asunto que se antoja hoy prioritario: ¿Cómo desalojar del Poder a un dictador?
El asunto no es nuevo, pues su origen se remonta casi a los mismos momentos de la aparición de la vida social en la humanidad.
En mi opinión, existía hasta hace bien poco la esperanza de que la evolución de la propia democracia llegaría a corregir tal desequilibrio de la vida social. El resultado palpable a día de hoy es que no ha sido así. Creo que existen diversas causas que han producido el fenómeno. A mi entender, al menos han sido las siguientes:
1) La democracia no se ha extendido lo suficientemente en el mundo; es más, los estados "autocráticos" o totalitarios parecen haber llevado la delantera a los que llamamos democráticos (desde la perspectiva de occidente).
2) La "partitocracia" de muchas de las pretendidas democracias actúan como un cáncer que desvirtúa los principios democráticos más puros.
3) Los defectos advertidos en las sociedades democráticas consideradas más avanzadas, hacen a ciertos partidos (con cada vez más partidarios) pedir la corrección de lo que consideran errores sociales desde una perspectiva que en ciertos puntos se asemeja a principios de aquellos estados autocráticos... Lo justifican en bien de una mayor eficacia de los medios disponibles, aferrándose en muchos casos a nacionalismos de corte nada moderno... y al final no se dan cuenta que indirectamente están afianzando a los citados estados autocráticos.
4) El aprovechamiento de tales grietas en las sociedades democráticas, buscando su disgregación (caso de la UE, ciertos regionalismos, etcétera) por sistemas o naciones que buscan su hegemonía en el concierto mundial (caso de China o Rusia) que, ciertamente a nivel global, representan un retroceso en los niveles de derechos y libertades del individuo.
Y sigo diciendo que la amenaza de "holocausto nuclear" no es baladí; me remito a las palabras del genio alemán Einstein: "No sé como se desarrollará la tercera guerra mundial, pero en la cuarta lucharemos con palos y piedras".
Y si nos encaminamos, tristemente, hacia sociedades si no totalitarias, sí con caracteres visiblemente autocráticas, el problema fundamental para el ciudadano es: ¿Cómo desembarazarse de (llamémosles por su nombre) tales dictaduras?... O sea: ¿Cómo desalojar del Poder a un dictador, o a unos dictadores (para el caso es lo mismo, pues todo dictador se rodea de una clase privilegiada) que constituyen la clase dirigente?
De antaño, tal problema solía resolverse "parcialmente", en el sentido de que tal dictadura, tras un período confuso, solía desembocar en otra: "Unos se libraban de tales ataduras, pero otros distintos heredaban el mal"... y en muchos casos, ese cambio se producía violentamente, traumáticamente por medio de una guerra: "Encumbramiento y disolución de Imperios".
Ahora bien, hay un matiz distinto, la "globalidad" de toda incursión en cualquier lugar del planeta ocasiona un desastre total en el mismo: ¡los problemas graves son múltiples, como el cambio climático o el citado holocausto nuclear!... De ahí el enorme dilema de la actual invasión de Ucrania por parte de Rusia, con la continua amenaza de la utilización del arma atómica... o la nada imprevisible "absorción de Taiwán" por el gigante asiático... ¡El mundo actual aparece plagado de nubarrones tremendos que amenazan su simple supervivencia!
La seriedad de tales planteamientos requiere, al menos un análisis mucho más detallado de todo ello, que por resumir lo circunscribiría al dilema: ¿Cómo desalojar del Poder a un dictador?