Si analizamos en profundidad los componentes habituales del súper yo, vemos que poseen un contenido muy parecido al del yo, digamos "evolucionado", pero que en sustancia no se "observa" la "necesidad" de la existencia de ese súper yo. Parece como si el súper yo fuese una "especialización" del yo... , y debe ser así si nos fijamos en su génesis: un producto de la evolución hacia "sistemas comunitarios" en sus diversas formas. Pero, sabemos, que la existencia de este súper yo es indiscutible, y en el hombre forma una parte sustancial... ¿Por qué y cómo, pues, el súper yo tiene esa clara "distinción" con respecto al yo?
A mi entender, la base de esa distinción, ya que no en la sustancia de los contenidos, ha de ser en la "organización" o "estructura" de estos últimos... Este supuesto, más el "poder de la idea" en el "gobierno de los cuerpos", tema ya discutido en anteriores pasajes, es la explicación de la constitución del súper yo como "algo" diferenciado.
Y es que, paradójicamente, es el yo el que configura ese súper yo, porque en el fondo el súper yo no tiene vida, no tiene energía, sino que la "aparente" que posee le viene de afuera, del propio yo. El yo "insufla" (de forma totalmente inconsciente) "energía", "vida" al súper yo, en definitiva, "construye" el súper yo. El yo "crea la idea", la modela, la complejiza, y ya "independiente" esa idea se "constituye" en súper yo... Esa constitución supone una cierta "unicidad", algo que sólo puede realizar un "espíritu", un ser, ..., en este caso el yo, aunque a partir de su subconsciente proporciona la unicidad del súper yo... Y adornado de estas "virtudes", esta "idea compleja" ya, el súper yo, se hace "independiente" y logra hasta imponerse a la parte consciente del yo... De forma que el yo, sin la "técnica" adecuada, es incapaz de "imponerse" al súper yo: ¡El yo crea la criatura (el súper yo), y ésta acaba "devorando" al yo!
La verdad es que resulta algo curioso y hasta paradójico, cómo "las ideas" (en sentido amplio que incluirían temores, aprehensiones, etc.) de una mente, cual pompas de jabón van formándose y elevándose, independizando, reagrupando y formando un cuerpo único, con una identidad que acaba transformándose en súper yo... Es una creación de la mente, pero que escapa del control consciente del yo, de forma que aunque "sigue habitando" en el cerebro, el "individuo" no puede controlar, como si ante sus ojos "tuviera una vida propia"... Así que puede seguir "incrementando su poder" llegando a agobiar al propio yo, hasta el punto de poder anularlo. Mas conociendo todo este mecanismo, existe la posibilidad de poder incidir en él de modo que el yo pueda recuperar el control por diferente vía, aunque sea diferida.