Una vez superada la pradera de la Navazuela, se inicia la ascensión de Collado Hornillo, dejando a la izquierda el área recreativa del mismo nombre, con lo que entramos en otra zona de interés. El Collado está en la divisoria Duero-Tajo y constituye el nexo de unión entre la Sierra de Guadarrama propiamente dicha y la de Malagón. Allí hay una senda que siguiendo el curso del arroyo Mayo, baja hasta San Rafael (Segovia). Desde Collado Hornillo continúa el camino hasta Collado de la Cierva, tramo que en invierno, al menos durante tres meses, queda cerrado por el hielo y la nieve, por dar hacia el norte, hacia San Rafael. Los pinos negrales acompañan el trayecto, en una perspectica que con niebla llega a sobrecoger. Encima del Collado de la Cierva se alza la llamada Cabeza de Líjar (1824 m), pero que se llamaba Cerro de la Cierva o Cabezo del Guijar anteriormente, como figura en la Carta puebla de El Espinar. Este punto es vértice común de las provincias de Nadrid, Segovia y Ávila, por lo que constituye otro punto de interés. Desde el Collado de la Cierva hasta la cima de Cabeza Líjar hay un camino protegido por un barandal de madera que termina en unas escaleras de piedra. Una fortificación perteneciente a la Guerra Civil, rehabilitada años atrás por la antigua ICONA y reconvertida en refugio y mirador, culmina el pico. Fue, igual que Cueva Valiente, una posición muy disputada por ambos bandos de la contienda, pues desde allí se tiene una clara perspectiva tanto de San Rafael como de la zona del embalse de la Jarosa (ya en Madrid).
Y prosiguiendo nuevamente el camino forestal, saliendo de la provincia de Ávila, se inicia el descenso por el Collado de la Mina (1710 m) -llamada así por la anteriormente citada mina de wolframio situada unos metros más abajo-, faldas del Cerro Piñonero (1650 m), Cruz de los Caídos (que está en ruinas), fuente de los Trampales, y a seis kilómetros, entre pinos que pertenecen ya a la vertiente madrileña, se desemboca en el Puerto de Guadarrama (1511 m) o Alto del León.
Ahora cambiaremos de rumbo para describir la otra parte de Pinares LLanos, la que se dirige hacia El Escorial. Vamos a hacer el camino inverso. Nos situamos en el acceso que viene desde San Lorenzo de El Escorial y sube hasta el Puerto de Malagón; otro lugar de interés. Desde allí mismo arranca un camino hacia el oeste que baja al pequeño embalse del Tobar (ya dijimos que está comunicado por canal subterráneo con el embalse de la Aceña y la Presa del Romeral en San Lorenzo de El Escorial. Y desde el Puerto de Malagón hacia el norte, prosigue la pista forestal que básicamente sigue el trazado, como ya comentamos, de la Real Cañada Leonesa, y que procedía de Campo Azálvaro (en las cercanías de El Espinar). En las inmediaciones del Puerto de Malagón hubo una ermita bajo la advocación de San Juan de Malagón, y donde hace años se colocó en una roca una placa conmemorativa en homenaje al famoso pintor Pedro Pablo Rubens, que solía subir a estos parajes para pintar el Monasterio de El Escorial y sus aledaños. A la derecha del puerto, en dirección a Peguerinos, se encuentra Abantos, y en su vertiente septentrional los llamados Pozos de la Nieve, junto al nacimiento del arroyo de los Tejos, lugar donde los monjes conservaban la nieve que trasladaban a El Escorial. (Continuará).