miércoles, septiembre 14, 2022

"Sí-mismo" y tiempo

No quiero añadir una nueva acepción al concepto clásico de Jung sobre el tema, ni desarrollar otras alternativas como Atman, la interpretación de Freud o el Self heideggeriano...

Sí considero al "sí-mismo" como la raíz del Ser como individuo, con lo que el "yo consciente" y el inconsciente estarían en su seno.

En fin, para mí, el "sí-mismo" es lo más sustancial del hombre, pero lo que me gustaría transmitir es que tal "sí-mismo" habitaría en un espacio "metafórico" que iría desde el nacimiento hasta la defunción; un espacio donde el tiempo no tendría significado, al igual que la durée de Bergson, y sin embargo, sí se dan modulaciones: hay movimiento interno. Pero ese "nacimiento" y "defunción" que incumbe al "sí-mismo" no está "anclado" en el tiempo; podría permanecer en un período indefinido de aparente muerte o ausencia de señales, reviviendo o apareciendo posteriormente.



El "sí-mismo", pues, no tiene definido el tiempo en su interior. El tiempo es algo "ajeno" a él: simplemente aparece cuando la necesidad de la acción (hacia el exterior) requiere de una interacción a la que llamamos "presente"; entonces sí se configura la "flecha del tiempo": lo que es anterior a esa acción (pasado) y lo que será posterior a tal acción (futuro).

La interacción "presente" juega las veces (salvando la indiscutible distancia ontológica) que el intercambio, por ejemplo, de fotones en la interacción electromagnética entre electrones. La partícula "fotón" en la interacción electromagnética, sería la "partícula temporal" "presente" entre las "esencias" distintas del "sí-mismo" (individualidades), y generalizando, cuando el "sí-mismo" debe relacionarse con el entorno (mundo), al desarrollar su potencialidad como sujeto (acción). En resumen: el tiempo es una creación del "sí-mismo", ajena a él, a su esencia.

La prolongación del "sí-mismo" después de la muerte, es una "entelequia": ¡Seguimos tan ignorantes al respecto como siempre!:¡Nadie "ha vuelto" para contarlo!

jueves, julio 07, 2022

El presente lo es todo, pero casi...

"Pasado y futuro prestan al presente la capacidad de decisión".

Presente... parecería que solo existe el presente. Así lo afirma con rotundidad la Física que desde cierto punto de vista puede considerarse ya clásica, aunque a mi entender mejor habría que llamarla "determinista"... Y aquí habría que incluir, extrañamente para algunos, tanto la Mecánica de Newton como la relativista de Einstein: ¡Todo (físicamente) se reinscribe desde un experimentador (aséptico) provisto de una unidad de medida material (metro, etcétera), y de un reloj que da una medida temporal! Precisamente, totalmente definidas en el "presente", marco en el que se desenvuelve el experimentador, y donde realiza, por consiguiente, sus "mediciones".

A grosso modo, la coordenada temporal del universo, en este tipo de física (determinista), está perfectamente definida en la consabida línea temporal: pasado-presente-futuro... El presente, expresado en el imaginario popular, es "donde vivo" y como tal, donde ejerzo mi acción sobre el entorno del universo... Aquello que no puedo "manejar" pues ya pasó, sería el "pasado", y aquello que tampoco puedo "manejar", pues no está aún presente ante mí, es el "futuro"... ¡El "presente", pues, es donde puedo ejercer mi capacidad de decisión!


Pero es que el universo no es, ni mucho menos, completamente determinista, y no quiero usar el tópico einsteniano : "Dios no juega a los dados"... Agua pasada que no necesita más justificación. En esta "ampliación" del universo hacia lo complejo, la cuántica, el caos, etcétera, el "presente" en cierto modo "difumina" sus fronteras: ¡ya no son nítidas, pues su estricta fijación, nos hace incurrir en errores, a veces de gran calado!

En resumen y filosóficamente (filosofía de la ciencia; no como ente metafísico), el presente "ya no lo es todo", de alguna forma "pasado" y "futuro" parecen "pretender" apropiarse de alguna de esas cualidades del "presente"... ¡Qué si no representa el futuro configurado por "probabilidades" de los distintos "estados" del presente!, o ¡la enigmática retroacción temporal del pasado en diferentes líneas de tiempo de cierta propiedad cuántica!

Sí, parecería, como cito en el título del artículo, que el "presente" parece todo, pero "casi"... y ese "casi" hace referencia a lo que acabo de exponer (alusión a la "transcurrencia" del tiempo).

En una visión amplia del entorno universal donde se desarrolla nuestra experiencia vital, aún en nuestra actividad "presente" no hay modo de dejar de incluir "retazos" del pasado y "posibilidades" del futuro: ¡Mi presente, mi acción actual, debe de tener muy en cuenta, siempre, el pasado que nos precede, y el futuro que adivinamos o presentimos! ¡No desliguemos la realidad actual de la que nos ha precedido, y de la que (yo diría que aquí está la "moralidad social) debemos intentar crear en el futuro!, ya que como la evidencia nos confirma, "pasado y futuro prestan al presente su capacidad de decisión".

sábado, mayo 07, 2022

¿Cómo desalojar del Poder a un dictador?

 Los recientes acontecimientos aconsejan indagar sobre un asunto que se antoja hoy prioritario: ¿Cómo desalojar del Poder a un dictador?

El asunto no es nuevo, pues su origen se remonta casi a los mismos momentos de la aparición de la vida social en la humanidad.

En mi opinión, existía hasta hace bien poco la esperanza de que la evolución de la propia democracia llegaría a corregir tal desequilibrio de la vida social. El resultado palpable a día de hoy es que no ha sido así. Creo que existen diversas causas que han producido el fenómeno. A mi entender, al menos han sido las siguientes:

1) La democracia no se ha extendido lo suficientemente en el mundo; es más, los estados "autocráticos" o totalitarios parecen haber llevado la delantera a los que llamamos democráticos (desde la perspectiva de occidente).

2) La "partitocracia" de muchas de las pretendidas democracias actúan como un cáncer que desvirtúa los principios democráticos más puros.

3) Los defectos advertidos en las sociedades democráticas consideradas más avanzadas, hacen a ciertos partidos (con cada vez más partidarios) pedir la corrección de lo que consideran errores sociales desde una perspectiva que en ciertos puntos se asemeja a principios de aquellos estados autocráticos... Lo justifican en bien de una mayor eficacia de los medios disponibles, aferrándose en muchos casos a nacionalismos de corte nada moderno... y al final no se dan cuenta que indirectamente están afianzando a los citados estados autocráticos.

4) El aprovechamiento de tales grietas en las sociedades democráticas, buscando su disgregación (caso de la UE, ciertos regionalismos, etcétera) por sistemas o naciones que buscan su hegemonía en el concierto mundial (caso de China o Rusia) que, ciertamente a nivel global, representan un retroceso en los niveles de derechos y libertades del individuo.



Y sigo diciendo que la amenaza de "holocausto nuclear" no es baladí; me remito a las palabras del genio alemán Einstein: "No sé como se desarrollará la tercera guerra mundial, pero en la cuarta lucharemos con palos y piedras".

Y si nos encaminamos, tristemente, hacia sociedades si no totalitarias, sí con caracteres visiblemente autocráticas, el problema fundamental para el ciudadano es: ¿Cómo desembarazarse de (llamémosles por su nombre) tales dictaduras?... O sea: ¿Cómo desalojar del Poder a un dictador, o a unos dictadores (para el caso es lo mismo, pues todo dictador se rodea de una clase privilegiada) que constituyen la clase dirigente?

De antaño, tal problema solía resolverse "parcialmente", en el sentido de que tal dictadura, tras un período confuso, solía desembocar en otra: "Unos se libraban de tales ataduras, pero otros distintos heredaban el mal"... y en muchos casos, ese cambio se producía violentamente, traumáticamente por medio de una guerra: "Encumbramiento y disolución de Imperios".

Ahora bien, hay un matiz distinto, la "globalidad" de toda incursión en cualquier lugar del planeta ocasiona un desastre total en el mismo: ¡los problemas graves son múltiples, como el cambio climático o el citado holocausto nuclear!... De ahí el enorme dilema de la actual invasión de Ucrania por parte de Rusia, con la continua amenaza de la utilización del arma atómica... o la nada imprevisible "absorción de Taiwán" por el gigante asiático... ¡El mundo actual aparece plagado de nubarrones tremendos que amenazan su simple supervivencia!

La seriedad de tales planteamientos requiere, al menos un análisis mucho más detallado de todo ello, que por resumir lo circunscribiría al dilema: ¿Cómo desalojar del Poder a un dictador?

jueves, abril 21, 2022

PENSAMIENTOS

 Una nueva obra de Alejandro Álvarez Silva aparece en la plataforma Lulu. El autor es Licenciado en Ciencias Físicas, con una larga trayectoria como divulgador científico y articulista en diversas revistas de ciencia y filosofía.



Sus obras de temario científico son las siguientes: "Ciencia, Filosofía, Religión. Una visión armónica", "Nuestro universo",  "El ser y la vida", "Física para filósofos", "Vida y mente", "Empatía y otras cuestiones", "Multiverso y realidad", "El tiempo (una revisión)", "¿Sueño o realidad?" y "Consciencia y sensación".

Sus obras de temario filosófico son: "La alfombra mágica", "El parto de Dios", "Palabras de mi jardín", "Nada y Dios", "El cierre del círculo", "Melodía en las estrellas", "Superego", "Ciencia y meditación", "Tempo e irracionalidad", "Paradigma", "Accesible e inaccesible" y "Antes de la Ciencia y... después de ella".

En el caso que nos ocupa, "Pensamientos", diría que pasa a ser la principal obra del autor, porque aunque elaborada en los últimos años, encierra en sí toda su trayectoria vital que ha hecho posible la maduración de una filosofía vitalista, muy original en sus planteamientos, entreverada de continuo por razonamientos puramente científicos.

La obra contiene más de 130 artículos, publicados en tres de los Blogs del autor, y abarcan temas como la consciencia, la mente, el fenómeno vital, etcétera, y que van desde el año 2016 a 2022.

Lo dicho, una obra fundamental para el conocimiento de la obra completa del filósofo y científico Alejandro Álvarez Silva.

martes, abril 05, 2022

La "aparición" de la mente

 El funcionamiento de la mente es un tema peliagudo que junto con el significado de la conciencia constituyen dos de los principales problemas a resolver por la ciencia actual. En este artículo no me referiré a ellos, sino a algo aún más básico: el entendimiento, siquiera somero de lo que es la mente y su "aparición". Juzguen ustedes.



Para ello invito, en primer lugar, a las siguientes reconsideraciones:

- El meollo de la cuestión consiste en la "transformación" de lo múltiple (cantidad) en lo unitario (cualidad).

- La cantidad de "chispas" de lo material (lo múltiple) se "transforma" en la cualidad (unicidad) de la mente. El símil: Del corpúsculo (partículas) a la onda (unitaria).

Y al revés:

- La mente (unicidad) se "desparrama" hacia todos los resortes del cuerpo (multiplicidad). Símil: De la onda al corpúsculo... Lo que representa "la acción de la mente sobre el cuerpo".

De todo ello se deduce la necesaria existencia de una "chispa" (¿ínfima?) indefinible en la pura materia que explicaría la  aparición (¿energía?) de la mente (con ello la vida).

(*) Así, la materia y su estructura (complejidad) equivale (aunque no se identifica) a la existencia de una mente propia (cuando hay "vida").

Un ejemplo nada rebuscado, sería el comportamiento de cada especie de perro -su temperamento-, algo que conocemos los dueños de las mascotas, y que se aprecia en conjunto, más allá de su individualidad: la semejanza corporal entre los individuos de cada especie, es suficiente para apreciar un comportamiento o temperamento parecido entre todos los miembros de dicha especie. Así, es apreciable el comportamiento de los caniches, de los cocker, etcétera.

En resumen:

La semejanza con la transmutación de las propiedades de la física clásica, a las del mundo cuántico, sobre todo y en particular la propiedad del "entrelazamiento cuántico", que pasa de múltiples sistemas (partículas), a un solo sistema (el que significa las partículas entrelazadas) es obvia, sería muy parecida a la "transformación" de la materia-cantidad- multiplicidad en mente-cualidad-unicidad.

(*) Esa especie de bifurcación o transmutación de la materia-información en la mente va acompañada también de la aparición de la sensación como proa de la aparición del mundo de cualidades que supone la consciencia, la voluntad, el libre albedrío, y un largo etcétera.

Y no estoy hablando de la constitución y el funcionamiento de los cerebros, sustento de la mente, que constituyen parte de las numerosas teorías de la mente, entre las que tienen un importante papel las teorías holonómicas y holográficas del cerebro, etcétera.

¡Vayamos a lo más esencial de la "aparición" de la mente!

martes, enero 18, 2022

Historia auténtica y voluntad integradora

 Sin tiempo, ¿Qué es lo que queda?... ¡La historia!... En mayúscula o minúscula, ¡qué más da!

El tiempo se fue, ¿también dejó de existir la historia?...

La historia es eso, "pasado"... y el pasado ahí está: ¡Es lo que quedará de nosotros (y de todo) cuando "nos vayamos"... Hay Historia con mayúscula que corresponde a pueblos y a civilizaciones, por cierto muy tergiversada por el poder de cada momento... Y hay otra historia personal de cada uno, que nos incumbe a cada uno de nosotros y en la que no caben autoengaños, ni tergiversaciones, pues el testigo que somos nosotros mismos está dentro, y ¡bien la conoce!

Ahora bien, dentro de cada una de esas historias con minúscula, yo hago una distinción, o mejor, cualifico de modo distinto unas de otras, desde el punto de vista de la autenticidad... Todos sabemos cuándo somos auténticos, al actuar, al pensar, al desenvolvernos de acuerdo con nuestra verdadera esencia, sin tapujos, sin tergiversación cuando nuestro interlocutor somos nosotros mismos... No caben cinismos, puesto que no representa ninguna ventaja engañarse a sí mismo. Pero como todo, necesita cierta "preparación", cierta práctica que da el tiempo y la noble satisfacción de considerarnos a nosotros mismos "auténticos"... Ese es mi ideal: ¡ser auténtico!


Aún, para el mismo genio alemán (Einstein), el tiempo era relativo, que pasado, presente y futuro dejaban de tener importancia por sí mismos, al depender en gran medida del estado de movimiento de los sistemas inerciales.

Ahora, los hechos, los acontecimientos, en suma la historia sí queda establecida "para siempre"... Es eterna, pues se confunde con el periplo vital de cada criatura... Pero lo que hace grande a una historia es su autenticidad; una vida auténtica es la aspiración máxima a la que podemos llegar, y no me refiero a comportamientos vitales paralelos a ideas, creencias o ideologías: ¡lo auténtico, autopromulgado por uno mismo, es superior a todo ello...!

Otro planteamiento básico al respecto, considerando que el universo todo es la suma de sus elementos (vivos o no) con sus propias circunstancias, es la "integración" en ese sistema global, en el sistema holístico que interconecta todo... ¡Qué mejor que integrarnos a la perfección en tal sistema global, cual si fuese un "cuerpo único"! Pues bien, tal integración, dada la variedad tanto cualitativa como cuantitativa de sus elementos constituyentes, solo necesita una cosa por nuestra parte: la "voluntad", la voluntad integradora que emulando a Schopenhauer, es el móvil de todo lo que existe. La voluntad como "querencia" de integración en ese todo de la forma más armónica posible.

Y todo esto es una filosofía de vida que modestamente invito a seguir, a saber: ¡Una historia auténtica y una voluntad integradora!

domingo, enero 02, 2022

El sueño de una noche febril

 ¡Dichoso coronavirus!... Lo que más se oía justo al final de 2021... ¡No lo sé; lo mismo un simple resfriado!... ¡Tanto se parece a Ómicron, la última variedad de la Covid!

En concreto, me tocó la noche del 29 de diciembre pasado... Una noche que casi pasé en vela, debido a la fiebre que me invadía, aunque no pasó mucho más allá de los 38 grados y no tardó mucho en remitir tras la medicación correspondiente.

Pero, para mí, esto no fue lo más importante de esa noche, y sí, para alguien que busca en cada circunstancia su significado y trascendencia, la sensación, la inspiración que las musas sembraron en mi conciencia.



Y es que, en ese "duermevela", entre sueño y sueño, en el límite difuso de consciencia e inconsciencia, las musas como dije, me hicieron ver una realidad que hasta entonces se me escapaba, y era algo que pude comprobar mentalmente entre quiebros y equilibrios, en pequeñas experiencias mentales que mi "duermevela" me permitieron... Intenté imaginar alguna posibilidad de presentar a mi atención algún elemento que no procediera de las "pulsiones" del inconsciente: ¡Nada, imposible!... sin la energía que proporcionaba la pulsión, nada podía aparecer en mi consciencia. Las imágenes que aparecían como elementos (*) en el "entorno mental", siempre procedían de una "pulsión" (energía) que procedía del inconsciente... Una vez que aparecen, la consciencia era capaz de elegir entre ellas, decidiendo así el camino que quería seguir, pero nunca al revés... ¡El inconsciente, pues, es el verdadero "creador" de la  vida mental, pero la consciencia toma el mando después, aprovechando y beneficiándose de esa energía (impulso) del inconsciente!

Sería algo así, usando términos físicos, como que los "estados de la mente" los crea el inconsciente, pero su "decantación" en pensamientos es obra de la consciencia... ¡Una revelación de las musas, que solo el sueño de una noche febril la hizo posible!


(*) Los elementos mentales de cada pulsión inconsciente, adoptan formas variadas según las distintas características y capacidades mentales de cada criatura.

jueves, diciembre 02, 2021

Recapitulación y conclusiones II (Consciencia y sensación)

He traído a colación la teoría del filósofo José Díez Faixat por una razón principal: el aunar en una dualidad la energía y la consciencia, entre otras dualidades (aunque en el fondo exista una realidad absoluta no-dual). He de confesar que en un primer momento y con mi mentalidad de físico, se me hacía muy difícil imaginar que energía y consciencia, conceptos tan distintos, pudieran formar parte de algo común a las dos (no se me había ocurrido la hipótesis que ahora sostengo). El ¡eureka! que ha supuesto en mi pensamiento abrazar la hipótesis de consciencia y sensación como cualidades de la materia en un estado característico, me ha hecho reconsiderar la teoría de Faixat como un referente, muy arriesgado sí, pero dotado de indudable belleza y armonía... La considero, pues, como una fuente de la que puedan beber los investigadores que pretendan adentrarse en el extraordinario y complejo fenómeno de la consciencia.

He dedicado un capítulo a la empatía y las neuronas espejo, porque junto a la intersubjetividad y los "mapas cerebrales" hacen posible la "reflexión" que integra no ya el entendimiento, sino la sensación y la emoción, que si no imprescindibles para la "toma de conciencia", si son necesarias y suficientes para, "nada menos" que la "construcción del yo".


En el capítulo 8 expuse un somero análisis del movimiento llamado "Pansiquismo", sin que necesariamente sea seguidor de tal corriente, que por cierto, va añadiendo cada vez más adeptos. Lo expongo  por la "posibilidad" de que la materia, aún en su nivel más bajo de complejidad, pudiera poseer un hálito, una conciencia mínima que, curiosamente, también figura en los planteamientos de la teoría entrópica-sintrópica de Faixat.

Como creo que ya existen propuestas de explicación de la consciencia, o más bien, de las características que deben cumplir un grupo de partículas materiales para poderlas considerar un sistema consciente, he citado algunas de ellas que, en mi opinión, pueden aportar bastante al respecto. El capítulo 7 las contempla. Ahora bien, ninguna resuelve el problema de fondo de la "emergencia" de la consciencia, lo que a mi entender, sí sucede en la hipótesis propuesta en este trabajo, al defender el monismo que representa en sí la propiedad intrínseca de la materia llamada sensación.

En el capítulo 6 expongo algunos experimentos que avalan la tesis de que la Teoría Cuántica tiene mucho que ver con el tema de la consciencia. La teoría de Penrose-Hameroff ya es un clásico sobre ello, y los recientes experimentos de laboratorio en China son un indudable apoyo a su teoría.

Solo me queda aclarar que no trato de descubrir ni presentar una teoría elaborada que pueda explicar la sensación y la consciencia (el problema "difícil" de Chalmers), simplemente quiero convencer a mis colegas, y hasta a mí mismo de que poseemos el nivel científico suficiente para poder afirmar, y por ello seguir en esta misma senda en nuestras investigaciones, que la sensación-consciencia no es más que un estado de la materia-energía que se presenta cuando la misma se adorna de las siguientes características:

1) Existe un campo electromagnético craneal cuya expresión son las ondas cerebrales.

2) Existe una continua retroalimentación (feedback) entre entradas y salidas (inputs y outputs).

3) El mundo cuántico es en último extremo, con sus propiedades más significativas (entrelazamiento y efecto túnel), el verdadero motor de la consciencia.

Mucho se ha avanzado en cuanto a las teorías del caos, la complejidad y los estados estables fuera del equilibrio apuntados por Onsanger y Prigogine, y muchos otros descubrimientos referentes al metabolismo de los seres vivos, pero aquí solo me he ceñido, y es mucho, créanme, al difícil problema de la consciencia-sensación.

Por último, he de advertir que la hipótesis que promulgo en modo alguno restringe a la sensación-consciencia, las cualidades ordinarias conocidas de pensamiento, voluntad, libre albedrío, etcétera. ¿Quién nos dice que por encima de la consciencia tal como la conocemos, no existan otros estados de la materia que encierren en sí la expansión de esa consciencia a otros ámbitos apenas imaginados?... La materia-energía aún podría encerrar muchos más misterios, pues su evolución futura es una incógnita.

                                                              Alejandro Álvarez Silva

(Final del ensayo del autor, Consciencia y sensación)

martes, noviembre 30, 2021

Recapitulación y conclusiones I (Consciencia y sensación)

 En este pequeño trabajo he tratado de presentar la evidencia del monismo en un tema tan comprometido como el presente, que a mi modo de ver no es más que el fruto de una inevitable evolución que desde los tiempos de Descartes se ha ido produciendo hasta nuestros días. Descartes expuso claramente, en su momento histórico, una hipótesis revolucionaria en el campo de las ciencias y la filosofía, la del dualismo alma-cuerpo, zanjando una cuestión que permanecía en el ambiente y que era lo que podía permitir el grado de conocimiento científico de aquel momento (no se podía ir más allá), ante la evidencia de cualidades tan distantes y hasta contrapuestas, que se adivinaban en la materia (inerte y sentiente por un lado; cuerpo y alma por otro). Era inimaginable, entonces, que ambas cosas fueran simplemente dos estados distintos de la materia, obviamente porque la ciencia estaba en su desarrollo a años-luz del que disfrutamos en la actualidad.


El mundo clásico del espacio y el tiempo absolutos de la física newtoniana, no podía siquiera imaginar que ese tiempo y espacio formaban conjuntamente un nuevo elemento llamado "línea del universo", que se mantenía incólume ante el relativismo de aquellos otros, y que solo se modificaba por los efectos gravitatorios del tensor masa-energía. Ni por asomo podía imaginar que la masa adornada de la propiedad de la inercia no era más que energía muy concentrada, de acuerdo con la magistral fórmula e Einstein, E= mc²... Y en esa época pensarían que no estamos en nuestro sano juicio, al establecer en nuestra vida cotidiana los extraordinarios eventos que suponen asumir las sorprendentes propiedades (acción "fantasmal de Einstein" debida al "entrelazamiento cuántico", la superación de barreras del "efecto túnel", etcétera) de la teoría Cuántica.

Indudablemente, ha habido una formidable evolución de la ciencia en todos los campos: informática, neurociencia, física fundamental, etcétera, etcétera. En mi opinión, esta evolución ha podido, ahora sí, disolver, como esfumándose, aquel dualismo cartesiano, ante el monismo que promulgo y que parece despuntar cada vez más claramente en el ambiente científico... Sí, ahora sí, la materia puede explicar cuantos fenómenos observamos, para ser exactos, la materia-energía... Las diferentes cualidades (qualias) que se observan, no proceden de mundos diferentes, sino de uno solo, el de la Física, el de la materia-energía, que está "empoderada" con todas estas cualidades o propiedades referidas. Dicha materia-energía no solo posee las propiedades que hasta ahora se le suponían (Física clásica), incluida la portentosa Mecánica Cuántica con sus paradójicas propiedades, sino que contiene, a saber, un estado que posee la extraordinaria propiedad de la "sensación" (materia sentiente) y su complementaria consciencia (voluntad, libre albedrío, etcétera).

(Continuará en la última entrega del ensayo Consciencia y sensación)

lunes, noviembre 22, 2021

Materia sensible

 Las condiciones necesarias para la materia sensible, o signos claros para adivinar su existencia en un sistema material, son las siguientes:

a) Existencia de un campo electromagnético abrazando el conjunto.

b) Feedbacks o retroalimentaciones consustanciales al sistema, en un movimiento continuo de vaivén entre entradas y salidas.

d) Dominio de la cuántica en lo más esencial de sus procesos.



b) Retroalimentación

La segunda condición necesaria que nos desvela igualmente la experiencia, es la reflexión que supone la retroalimentación o feedback existente en casi todos los subsistemas del cerebro, entendida como que las salidas u outputs se redirigen hacia las entradas o inputs, controlando en cierta forma sus comportamientos, algo que se encuentra en todos los sistemas complejos de la ingeniería, la economía o la misma biología.

 En mi ensayo, "Consciencia y sensación", se describe el concepto de la automática llamado "retroalimentación". Solo decir que para Artur Rosemblucth "el comportamiento controlado por realimentación negativa (homeostasis), aplicada a un animal, al ser humano o a las máquinas es un principio determinante".

La reflexión sobre sí es imprescindible para el conocimiento de uno mismo, del Ser en sí, condición obligatoria para el posterior hecho de la sensación, sobre una sensibilidad de la materia-energía que se vuelve sobre sí misma.

En mi obra "El cierre del círculo" me extiendo sobre el aspecto metafísico de esa reflexión.

Todo sistema, estructura, posee información, pero la sensación constituye una información un tanto especial, es una información "personalizada", y todo ello por la retroacción, la retroalimentación o los distintos feebacks que originan una suerte de "círculos" (los outputs regresan como inputs), y la información afectada "vuelve sobre sus propios pasos", lo que constituye la base sustancial de la "sensación", de la "sensación" de la propia estructura, y con ello un conjunto de nuevas cualidades relacionas con ella aparecen: Voluntad, consciencia, inteligencia, etcétera.

Recapitulando y resumiendo, yo diría que la "energía" posee un estado concentrado al que llamamos "materia", constituida por la información, que en el aspecto sensible, constituye el "yo", y que supone una "consciencia". Así que la evolución, a través de estructuras cada vez más complejas, hace posible la transformación de la energía en consciencia.

(De la obra del autor Consciencia y sensación)

viernes, noviembre 12, 2021

Sensación

 Ahora sí, tengo que exponer el porqué hago tanto hincapié en la "sensación" y no el la "conciencia", tan en boga en los último años, y que acapara en gran medida el esfuerzo de numerosos equipos científicos. Sencillamente, creo que lo más básico es la "sensación", puesto que sin "sentir" no puede haber consciencia de nada; lo primero es la "sensación" y a ella me remito.

Según Antonio Damasio: "Evaluamos nuestro entorno y juzgamos nuestra experiencia conforme a un aglomerado de razón y emoción". Y también: "Las emociones son los resortes de nuestra conducta, sin emoción... no hay mucho". Y continúa: "Todos los recuerdos que tenemos son recuerdos emocionales, positivos o negativos".

Y "sentir" requiere una reflexión hacia sí; no un movimiento pasajero que cruza sin detenerse en algo, menos en su esencia, en la propia energía que representa el campo electromagnético "que necesita esta sensibilidad".


Dediqué una obra entera, "El cierre del círculo", a encontrar, aunque fuera vagamente, lo que es el Ser. Me refiero a la vivencia del ser vivo, que en su interior anida un espíritu que solo puede definirse cuando se "cierra el círculo". Así, en mi otra obra "Accesible e inaccesible" exponía:

"La esencia de la sensación es la misma radicalidad del Ser: es hija de la partición o cuantificación del Ser (su transformación en una secuencia de presentes). La esencia de la sensación hunde sus raíces en la misma esencia del Ser: ¡Las sensaciones del yo son las sensaciones temporales del Ser, dicho esto de forma impropia, porque el Ser no está circunscrito al tiempo (ni siquiera al mismo universo).

Como la sensación va unida a un determinado "cierre del círculo" la semejanza en las estructuras materiales (representaciones) es la ley que rige, también en las sensaciones; la semejanza en estructuras va acompañada de semejanzas cualitativas entre sensaciones correspondientes (las que acompañan a cada uno de los distintos "cierres del círculo" comparados)."

Claro que inmediata a la sensación aparece la consciencia, pero la consciencia puede referirse a cualquier cosa, no necesariamente a sí mismo. Y la sensación, no necesariamente precisa la "consciencia de sí"... La sensación puede ser mentalmente inconsciente.

Una vez establecidas las premisas básicas, conviene perfilar las circunstancias más evidentes que acompañan a aquella materia-energía que consideramos sentiente, viva.

Hay un amplio consenso respecto a lo que consideramos seres vivos, dejando a un lado aquellos cuyo reconocimiento presenta aspectos dudosos, como pueden ser los virus...

Es, pues, conveniente para caminar con pie seguro, que nos circunscribamos a seres cuya empatía respecto al ser humano no está en discusión; sin ir más lejos, los, propios mamíferos.

El campo mental de aves, mamíferos y otros animales está más que comprobado en la evidencia de la existencia de ondas cerebrales que pueden medirse en sus cráneos. Ciñámonos, pues, a ellos.

(De la obra "Consciencia y sensación" -Introducción-) Consciencia y sensación

martes, noviembre 09, 2021

Los límites del reduccionismo

 Aplicar el reduccionismo a situaciones o entornos donde no es apropiado, conlleva errores que en bastantes ocasiones pueden llegar a trastocar en gran medida el asunto de que se trata.

Una de las situaciones se refiere a la "qualia", sobre todo cuando se aborda desde la orilla de la pura materia (inerte), y se quiere reducir a ella todos los aspectos de la "qualia" (sensación, consciencia, etcétera).

Y es que hay cosas "irreducibles", pues su esencia es completamente diferente a la primera... Entiéndaseme bien, aunque la "qualia" pudiera ser una propiedad (cualidad) de la materia-energía, tal propiedad es "irreducible" a otras como la inercia, el espín o cualquier otra de las bien establecidas por la Ciencia hasta ahora.

Y no vale hablar de "isomorfismos"(Max Tegmark), lenguaje matemático, a aplicar por semejanza, por ejemplo en la psicofísica de la ley de Weber-Fechner.

Sabemos que dicha ley es una relación cuantitativa entre la magnitud del estímulo físico y su percepción subjetiva. Esta ley fue emitida por Ernst Heinrich Weber en 1860 a través de su libro Elemente der Psychophysik y elaborada en su forma actual por Gustav Theodor Fechner. En esencia nos dice que "si un estímulo crece en progresión geométrica, la percepción evoluciona en progresión aritmética". Así que la relación entre el estímulo y la percepción corresponde a una escala logarítmica. O sea, existe una relación entre la magnitud objetiva de un estímulo físico y la percepción cognitiva de dicho estímulo. Nuestra capacidad de apreciación de un cambio se basa en el "valor relativo de la variación respecto al valor de partida".

También, hay que distinguir entre percepción y sensación. Una sensación no implica necesariamente que la persona se dé cuenta de lo que la estimula, sensorialmente.

la sensación se transforma en percepción cuando tiene algún significado para el individuo. La percepción aumenta o se fortalece conforme se enriquece la experiencia  y la cultura del sujeto.


Aunque existe una relación entre el estímulo y la percepción-sensación, como dije, no puede aventurarse una especie de isomorfismo que los "iguale" en su esencia. El estímulo es "esencialmente físico", y la sensación, aunque ampliamente modulada de acuerdo con la ley psicofísica de Weber-Fechner, posee una esencia "irreducible" a cualquier otra propiedad o cualidad material.

Su irreducibilidad se ve claramente reflejada en la teoría de Tononi sobre la consciencia -Teoría de la Información Integrada o IIT.

A saber, la medida de la irreducibilidad del repertorio de estados del sistema, o cantidad de consciencia, según IIT, se denomina Φ (phi) y se mide en bits, usando herramientas matemáticas como la divergencia Kullback- Leibler o la distancia del movedor de tierra (EMD), aunque resulte computacionalmente intratable para sistemas suficientemente complejos como el cerebro humano. Y es que para IIT la experiencia subjetiva es un hecho fundamental e inapelable.

-La divergencia de la información es una medida no simétrica de la similitud o diferencia entre dos funciones de distribución de probabilidad.

-La EMD es la medida de la distancia entre dos distribuciones de probabilidad sobre una región D o métrica de Wasserstein (coste mínimo de convertir una pila de arena en otra).

El antirreduccionismo de IIT guarda paralelismo con el monismo de doble aspecto y el dualismo de propiedades, ya que asevera que la subjetividad es un propiedad abstracta fundamental como la carga o el espín -inherente en mayor o menor medida en todas las cosa propiamente dichas.

No busquemos la explicación de la consciencia en un reduccionismo a partir de las propiedades físicas conocidas de la materia. La "qualia" tiene entidad propia: ¡es la propiedad que hace que la materia-energía "sienta", se centre en sí misma!

lunes, noviembre 01, 2021

La consciencia y la sensación como "propiedades" de la materia: ¡Un nuevo estado!

 Conocemos como estados de la materia al sólido, al líquido y al gaseoso, a los que habría que añadir el plasma, el condensado de Bose-Einstein, el condensado de Fermi, el supersólido (Helio-4) y los estados de alta energía.

Ahora bien, la materia-energía, en términos relativistas del tensor debido a Einstein,  podemos considerar  también que posee otros "estados más básicos" aún: la energía como tal, y la materia que es energía sumamente concentrada, base de la energía nuclear, de acuerdo con la conocida fórmula, E=mc². Desde tal punto de vista, hay que considerar otro tipo de estado básico de la energía-materia, la "materia sentiente" que constituye el sistema de partículas que constituye el "cuerpo" de los seres vivos.

Es una forma o estado de la materia-energía que se presenta cuando se dan ciertas condiciones mínimas necesarias.


 Tales condiciones, a saber, 1) la existencia de un campo electromagnético intracraneal (en seres craneados), 2) profusas retroalimentaciones, y 3) dominio cuántico en los niveles más básicos, hacen posible la existencia de la "sensación" en un sistema de partículas, y con ello la "vida".

Hasta ahora las cualidades que se definían a partir de la consciencia y la sensación, parecían distinguirse con facilidad de la que poseía lo que denominamos "materia inerte" (la materia estudiada hasta ahora por la Física, adornada de la propiedad característica de la "inercia"). Se construían así dos mundos aparentemente distintos, casi opuestos, base del cartesianismo de Descartes: mundo material (cuerpo) y mundo espiritual (alma, qualitas). Pues bien, la Ciencia es ya suficientemente madura para establecer el "monismo" de considerar solo la existencia de un solo ente, la materia-energía y no los dos del dualismo cartesiano.

La materia es única, pero posee tres formas o estados básicos: energía que podríamos considerar simple; materia a secas; y "materia sentiente". ¡Consciencia y sensación, y todas las "qualias" definidas no son más que propiedades de la materia-energía, cuales la inercia, la temperatura, etcétera!

Una descripción de tal hipótesis aparece en la nueva obra de este autor: "Consciencia y sensación", publicada en la plataforma de Bubok. Consciencia y sensación

viernes, septiembre 10, 2021

La Senda

No voy a repetir lo expuesto en mi anterior artículo, "La senda de los divino" (Blog "elimperiodelaverdad"). Aquí solamente expresaré lo que la intuición y mi sensibilidad me aconseja sobre el tema.

Creo, y aquí la fe es sustancial, que las criaturas tienen la capacidad de aportar su granito de arena en la consecución del faro y finalidad de toda la Creación, que no es ni más ni menos que el alumbramiento de Ser Supremo, ante lo que no somos en absoluto ajenos.



La Senda no es un "camino hacia nuestra salvación", como final al que apuntan otras confesiones (Opus Dei, Budismo, Cristianismo, etcétera). En la Senda existe una íntima correspondencia entre el Sumo Hacedor (Dios) y las criaturas que dentro de la misma se encaminan, construyen, aportan, crean las condiciones necesarias para su alumbramiento: un amor mutuo, correspondido por Dios en sus tentáculos creativos del origen del universo... Cual cadena, engarzada con maravillosas perlas, la Senda es un movimiento de creación de las innumerables criaturas que en la evolución forman el magnífico "Cuerpo" con el que tu propia criatura, en mayor o menor grado, se identifica: somos eslabones consustanciales con la Senda que conduce a Dios... ¡Nunca religión conocida llegó a tales extremos! ¡El papel de cada "caminante" en la Senda es único e insustituible, formando parte del mismo "Cuerpo" de Dios!

Y no hablamos de estirpes determinadas, especies inteligentes o no; son las criaturas todas quienes contribuyen a ello... Quien se aparte de la Senda está contribuyendo a una situación propia cada vez más alejada, en la lontananza... Y la diversidad de las criaturas de la Senda es enorme, pues solo la consciencia y el empático amor en la tarea, contribuyen a la ilusionante creación... Y en todo lugar, en toda situación nuestra labor creativa (consciencia y amor) se desarrolla sin cesar. La amalgama de esfuerzos en tal sentido se potencia mutuamente, en un movimiento de avance y consolidación de la construcción de la esencia de lo divino...

¿Reglas?... ¡No existen!... al menos como tales: ¡solo el íntimo sentimiento en lo más profundo de nosotros es el motor evolutivo...!

Y quizás no exista inmediata relación entre los "engarces" de la Senda (diferencias entre especies, diferentes entornos planetarios, etcétera), pero sí en el interior de cada una de tales criaturas: ¡una "reverberación" cuyo norte es el Ser Supremo; en esencia, el amor mutuo entre criaturas que en el horizonte hacia el cenit, reciben allí los dones que les asemejan! ¡Críptico misterio de la Creación toda que apunta hacia un mismo objetivo!

¡No existe el entorno limitado en el que el crecimiento espiritual pudiera aminorar el progreso de otros; aquí el entorno no tiene límites y el espíritu es libre en su progreso hacia el infinito!

martes, agosto 10, 2021

El arboreto "Pazos" y la avifauna de Peguerinos (Ávila)

 A las 8 de la mañana ya están pajarillos y otras aves de más envergadura, haciéndose cargo de las "viandas" que ante la mirada "inquisidora" del pequeño petirrojo, ponemos puntualmente.

Sí, el "petirrojillo" era el primero que a un brazo de mí, impacientemente esperaba su alimento... La mansedumbre, el bien estar, su amigable mirada me acompañan todas las mañanas... ¡Ojalá esto sea para siempre, en ese presente eterno que siempre anhelamos...!


No sé si esta es la mejor forma de acompañar en su ajetreada busca de alimento, a toda la avifauna que rodea "Pazos"... Bueno, el calificativo de "arboreto" es la forma cariñosa de expresar los sentimientos que en nosotros produce nuestro querido jardín... aunque si no por su extensión, sí por su variedad merece tal calificativo: pinos varios (nigra, albar, piñonero), abetos, cipreses, cedros, arizónicas y otras coníferas, junto con árboles de fruto (manzanos, perales, ciruelos, cerezos, melocotoneros), y árboles de sombra (chopos, acer), sin despreciar a castaños y nogales, más otras especies arbustivas y de flor, lucen las credenciales de un verdadero arboreto...

Pero no son las plantas lo que protagoniza el artículo, sino "mis" queridas aves, no por pertenencia, sino por el amor y cariño que mutuamente nos profesamos...

Son las 8, y aparte del citado minúsculo petirrojo, la colonia de gorriones y acentores que asiduamente nos visitan, nos insuflan la alegría del nuevo día que la naturaleza nos vuelve a regalar...

Y poco más tarde aparecen pinzones y pequeños insectívoros que no desdeñan las migajas que se les ofrecen. En los árboles y setos herrerillos, reyezuelos, mosquiteros y carboneros con sus peculiares cantos, contribuyen al entorno. También colirrojos, bisbitas y ruiseñores no extrañan el lugar...

Y qué decir de las aves de mayor entidad, que además, por lo que consumen, son los principales beneficiarios del banquete. En primer lugar urracas (una familia), de inmediato rabilargos (una familia más numerosa), y cómo no, la gran familia de tordos: mirlos, zorzales (de tres tipos); también el estornino negro que cría en uno de los alerones de la casa.

Esporádicamente nos visita la magnífica oropéndola (el pájaro de oro), y más asiduamente la abubilla... El picapinos menor es otro de los visitantes, así como los arrendajos.

Y en los cielos, al acecho, no faltan aves rapaces, oteando sus posibles piezas (aún me agradece aquella abubilla que en perjuicio del halcón, liberé de las garras de este último). Los buitres (negros y leonados) habitan un lugar más elevado de los cielos en busca del ganado ya sin fuerzas para vivir...

Mención aparte habría que situar a los grandes competidores de mi mujer en la recogida de recursos: las chovas (piquirrojas y piquigualdas) que se comen cerezas, fresas y moras, y los piquituertos, ávidos comedores de piñones.

Las noches, indudablemente gozarán de la presencia de otros seres alados como murciélagos o rapaces nocturnas, que desconozco...

¡La avifauna de Peguerinos, tan abundante en este Parque Natural de la Sierra de Guadarrama, es el tesoro más hermoso que debemos conservar!

lunes, julio 19, 2021

El repliegue del Ser ante la expansión del Cosmos

 El universo, con sus inmensidades inabordables, constituye el misterio más insoldable que conservamos hoy. Sí, misterio al seguir guardando para sí innumerables respuestas, comprendida la más impresionante: la de su origen y significado. Así que, todavía ese halo de misterio, de "terra incognita", aún nos maravilla con su críptico mensaje.

Ahora bien, pongo pies en tierra, nunca mejor dicho... Me voy a lo más inmediato, que no es ya nuestra propia galaxia (Vía Láctea), sino algo más próximo: el Sistema Solar.


Recientemente, y por casualidad, es decir, sin rebuscar en la programación de los programas culturales de la televisión, dióme en suerte uno que describía el estado de conocimiento de los planetas que constituyen el mismo, y en especial los gigantes gaseosos como Júpiter y Saturno, con su gran cantidad de lunas (Io, Europa, etcétera) y sus particularidades (campos magnéticos, movimientos, etcétera), y que son en sí verdaderos mundos helados.

Pasó por mi cabeza entonces, una reflexión nada rebuscada, pero sí muy sentida. Nuestro hábitat, el entorno que llamamos naturaleza es simplemente una de esas esferas redondas que como esas lunas se desplaza por el espacio a velocidades nada desdeñables... La quietud que trasluce un bucólico campo verde de los Alpes, es realmente un conjunto material de rocas, plantas, etcétera, navegando por el espacio a velocidades vertiginosas... No tenemos capacidad de captar con nuestros sentidos tal realidad, pues estamos ceñidos al terruño que nos vio nacer, que nos sustenta y que nos verá partir... Esto que, en comparación con la enormidad del universo y sus leyes, nos reduce a nuestra verdadera realidad, produciría en Kierkegaard su conocida angustia. Por el contrario, en mí, contra más se amplían los horizontes, la infinitud, más me produce un "repliegue" sobre mí mismo... Quizás por la necesidad de cimentar mi ego sobre pilares más fuertes, que el aparente que desvela la investigación científica... Tengo la necesidad de reafirmarme, de dar un valor sustancial a lo que soy, frente a esas magnitudes gigantescas que me rodean y que parecen destruirme, relativizándome, en su vorágine.

El ascenso de los nacionalismos, en otro orden de cosas, ¿tendría un mismo fundamento?... ¿Reacción al globalismo?

¡Cuánto mayores son las inmensidades externas, más repliego mis anhelos en el fondo de mí mismo!

miércoles, julio 07, 2021

La conciencia como agente moldeador y creador del universo

 "Medida⇔Observador⇔Conciencia"

El clásico experimento cuántico de la doble rendija nos ilustra sobre la dualidad onda-corpúsculo, y lo que es más importante, sobre la exclusión mutua entre interferencia (superposición de estados) y uno de los caminos elegidos por el corpúsculo. Ese principio de exclusión es fundamental en cuántica e ilustra o resuelve la "paradoja del gato de Schrödinger". Me explicaré.

Claro que es real la "superposición de estados" (vivo y muerto) que se presenta en el experimento mental, así como es real la definición única de cada uno de los estados para un observador de dentro de la caja ( conciencia directa o indirecta de la medida). Ahora bien, tales eventos como en el experimento de la doble rendija, son mutuamente excluyentes... Podemos decir, por encima de cualquier otra consideración, que la existencia de un observador -conciencia de la medida- dentro de la caja, imposibilita "siempre" la posibilidad de la "superposición de estados" (sencillamente, no ha lugar). Y esta simple consideración resuelve la paradoja emitida hace tanto tiempo por Schrödinger y su consecuencia posterior, la derivación que supone lo que se ha llamado "el amigo de Wigner". Debo volver a recalcar lo sustancial del hecho o acontecimiento que se impone por intersubjetividad a todo el universo.

En mi opinión, todo esto hace que reconsideremos la forma de aplicar los métodos matemáticos en la Física, sin una previa revisión muy profunda de los aspectos lógico-teóricos de los propios principios físicos, sean clásicos o cuánticos: matemáticamente son posibles muchos resultados, pero físicamente solo se dan algunos, los que precisamente hacen desaparecer las paradojas apuntadas...

 

De las consideraciones anteriores se desprende, una vez más, el trascendental papel del observador, como agente en la medida, con su "conciencia" de tal medida, de donde no es el propio observador lo relevante, sino la "conciencia interna de tal observador", es decir, básica y sustancialmente: ¡la conciencia es el verdadero agente moldeador y creador del universo!

viernes, junio 18, 2021

Que el futuro no "ralentice" tu trayectoria

 "Ama el pasado, pues aunque no existe, "es tuyo"; vive el presente; quiere el futuro cuando haya transitado al presente, en fin, que sus nubarrones no empañen tu libre actividad.

Planifica sí, ese futuro, pero de forma desapasionada... En tiempos de zozobra agárrate a tu vivencia."


Estamos en tiempos de gran incertidumbre, a nivel mundial por supuesto, a la que no somos ajenos en nuestra tierra, sí, España que para algunos parece que hablamos del "coco"... Somos peculiares hasta en eso...

La incertidumbre se prolonga de forma natural hacia el futuro, por ello este último aparece sembrado de pocas certezas sobre las que pudiéramos cimentar el mismo... Siempre el futuro ha sido incierto, pero en el tiempo actual y por múltiples causas, es particularmente evidente.

Y la incertidumbre, aún cuando la humanidad a nivel global hoy parece poseer un nivel de desarrollo nunca antes visto, quizás, precisamente, por la posibilidad de poder perder ese nivel de forma más o menos inmediata, está adquiriendo caracteres más agudos.

Sí, claro que tal inestabilidad a plazo medio posee causas evidentes de todos conocidas: el deterioro ambiental; la confrontación ideológica entre los diversos estilos de vida; la amenaza catastrófica tanto desde el exterior al planeta (caída de asteroides, temor a la confrontación alienígena que no puede descartarse, etcétera), como desde su interior (guerras en cierne, terrorismo, pandemias, experimentos biológicos, etcétera).

En el mismo sentido, los avances técnicos y científicos con su explosivo desarrollo son un arma de dos filos: evidente progreso social pero, al mismo tiempo, una amenaza para ciertos sectores más tradicionales, debido a la posible pérdida de empleo en beneficio de la robótica, o la difícil adaptación a un entorno tan complicado y competitivo.

Todo ello constituyen circunstancias que pueden mermar, a nivel global, la salud mental de amplias capas de la sociedad, algo ya percibido pero que se agrava en casos puntuales.

La salud social, tanto física como mental, requiere al menos una toma de posición al respecto, un "cordón sanitario" (ahora sí) que nos defienda del negativo impacto que a nivel global provoca tal incertidumbre... Por eso, recomiendo vivir más que nunca el presente, alejándonos de los nubarrones del futuro, planificando éste cabal y desapasionadamente, y reconociendo el pasado como lo más íntimamente nuestro (curiosamente, sin que exista en el presente actual). Lo requiere nuestra mente, nuestra energía vital... ¡Que ningún temor futuro "ralentice" nuestra trayectoria!