OBRAS DEL AUTOR

viernes, octubre 11, 2024

La "Transición" humana

 Continuando con la nueva orientación que quiero transmitir en mis escritos, una moralidad global que hunde sus raíces en la protección de los logros habidos en la Evolución, quiero expresar mi convencimiento de que el humano no es, ni debe ser la "cumbre" de dicha Evolución, su abanderado. El motivo es su falta de ejemplaridad y su nula eficacia hasta el presente en el arduo desempeño de la defensa de la vida, de toda la vida que requiere una escrupulosa defensa de todas las especies, del orden imprescindible necesario para salvaguardar todo lo más que se pueda a las mismas. Claro, desde el punto de vista estricto de la lucha de las especies por sobrevivir, necesaria históricamente para el progreso de la evolución biológica, sometida en gran manera al puro azar, y que ha sido imprescindible para llegar hasta aquí, el hombre no debería intervenir, mas los cambios tan lentos e imprevisibles, faltos de inteligencia, que ahora sí poseemos, aconsejan acometer un cambio en el ritmo de la Evolución; ¿Evolución "truncada", pues? Tal vez... pero la Evolución necesita ahora "incorporar" la "inteligencia" en "sus" decisiones. ¿Estaríamos, entonces, jugando a ser dioses?... No diría lo contrario, puesto que ahora nuestra responsabilidad al respecto es bien visible.



Mas hay un "pero", por cierto con notable identidad. Un "pero" respecto a nuestra capacidad para cumplir tal misión. Y el "pero" es: ¿Si no somos capaces de asegurar como humanidad nuestra propia supervivencia, cómo podemos salvaguardar la de todas las demás especies?... ¡El hombre está "rebasado", incapaz de semejante obra!... El hombre precisa, como estirpe, de una "Transición" hacia una humanidad pacífica, conservacionista, ausente de odio, que mire más allá del estricto planeta que nos dio origen, en resumen: ¡Arreglar las cosas en nuestro íntimo hábitat para trasladarse más allá de sus fronteras, transformándose, ahora sí, también, en una criatura "extraterrestre" que abandere la evolución de la vida, expansionando su campo mental! ¿"Transición"?, sí... Y como Transición, y necesariamente, deben de fenecer las antiguas (y actuales) costumbres del odio, la lucha fratricida, el egoísmo, la soberbia, el ansia de Poder, y las tendencias negativas hacia la autodestrucción... Dejar, pues, esta civilización que camina irremisiblemente hacia la hecatombe, la desaparición de la propia humanidad, un retroceso evolutivo que necesitaría nuevamente de una eternidad de azarosos hitos para volver a llegar hasta aquí, el grado de evolución en el que nos encontramos.

La civilización humana presente está demostrando su ineptitud frente al desafío tan extraordinario que tenemos por delante: ¡Esta civilización, pues, debe de ser sustituida por otra tras la imprescindible Transición hacia el nuevo orden! (La "Transición" española, salvando las distancias, representa un hito en la política: ¡El "harakiri" de los representantes del Poder de aquel momento, hizo posible el advenimiento de un sistema democrático!)

Las élites mundiales deberían abrazarse en un proceso de tal tipo, iniciando la Transición que nos llevaría al "transhumanismo de una nueva civilización".

¡La suerte está echada, destrucción o Transición!

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