OBRAS DEL AUTOR

jueves, diciembre 29, 2022

Redes sociales: ¿virtuosidad en sus comportamientos?

 Dichas redes comenzaron como un bien social indudable: ¡El aumento de la libertad de expresión individual experimentó un gran auge debido a sus auspicios!

Su fuerte expansión era paralela a su forma de expresión tan sencilla e inmediata, marcando así un hito como el que supuso la aparición de la imprenta, y los medios audiovisuales. Internet las vio nacer, al aprovechar la eficiencia y  capacidad de la misma.


Claro está, el Capital con su necesidad de comercialización, enseguida percibió la potencialidad de tales redes sociales y su inmersión en las mismas fue inmediata... También el poder político dio cuenta de sus infinitas posibilidades..., así que el reto trascendente para dichas redes consiste en tratar de seguir manteniendo aquel nivel de expresión individual de los inicios, ante tales fuerzas o poderes que indudablemente coartan y bastante aquella supuesta libertad.

Entonces, la virtud de tales redes sociales irá de la mano de la salvaguarda de la libertad original, dentro de lo posible, que supuso sus desarrollos explosivos: ¡He aquí la virtud de tales redes, el meollo de la cuestión!

La imposición de medidas casi inquisitorias, que en verdad suponen la censura ideológica, política o de comportamiento, no son por consiguiente deseables en absoluto, porque provocará pronto, más bien que tarde, el alejamiento de sus numerosos usuarios de forma igualmente abrupta...

Las redes sociales seguirán acaparando la atención de la comunidad social, en cuanto en su comportamiento prosigan aquellas directrices que les proporcionaron la libertad de expresión, en cuanto a religión, ideologías, políticas, etcétera, que las vieron nacer.

¡No desvirtuemos el verdadero progreso que supuso para la sociedad el advenimiento de las redes sociales!

jueves, diciembre 15, 2022

La disgregación de la familia

Habría que llenar tomos y tomos acerca de la desestructuración de la familia, porque cada pueblo, cada grupo humano dentro de los 8.000 millones de individuos que constituimos hoy día la sociedad mundial, mantiene en su interior diversos tipos de familia, desde las tradicionales, a otras recientes que debido a diferentes causas se han ido constituyendo ante nuestros ojos, reconfigurándose de distintos modos. Hay zonas en que la desaparición y formación de nuevas familias se produce casi de forma exponencial.

En nuestro caso, la familia española presenta un cambio acelerado hacia formas que van dirigiéndose ininterrumpidamente al modelo monoparental (separados y divorciados, viudos, etcétera). Cierto, separados y divorciados, por ejemplo, han provocado la aparición de familias con hijos de distintos progenitores, inmersos en un "nuevo" hogar.

Como en muchos otros temas que nos atañen, especular sobre el futuro suele acarrear más imprecisiones de las necesarias, por lo que me ceñiré al pasado más reciente de la famiila española.



En el mundo occidental cristiano al que pertenece España, la familia hasta hace relativamente poco, poseía el ideal de familia patriarcal, al estilo judío y hasta en cierto modo, árabe (moro), en la que un verdadero patriarca era la cúspide de un grupo familiar en el que cabían padres, hijos y nietos... Ha llovido mucho desde entonces, pues las necesidades de orden práctico como vivienda, economía, trabajo, etcétera, obligaron a la "disgregación" de ese núcleo familiar básico, para formar otros compuestos por parejas con sus hijos, desplazando a abuelos y otros parientes, es decir, se dividía aquel núcleo original "patriarcal" en partes constituidas por parejas con sus descendientes directos (hijos). Como he comentado, divorcios y separaciones han añadido un plus de complicación, al añadir a la nueva unidad familiar hijos de distintos progenitores, no necesariamente padres naturales de los mismos.

Como es lógico, los aspectos sentimentales y emocionales provocados por la citada "disgregación" se han hecho notar debido, en el caso de los abuelos al síndrome del "nido abandonado", y en el de los hijos el de la metafórica "expulsión del palomo por su progenitor"... Pero, en tales cuestiones emocionales existen un sin fin de matices, que influyen de diversa forma en los distintos miembros de la unidad familiar.

Los hijos tienen que formar une nueva familia distinta a la de sus padres ("el casado casa quiere"), por necesidad, obligación o circunstancias de tipo económico, social, etcétera.

Como he dicho, todo depende del punto de vista desde el que se mire, para que la antigua familia "patriarcal" en su "disgregación", provoque distintas sensaciones y emociones en los distintos componentes originales.

Los abuelos sentirán más profundamente la sensación de "nido abandonado". Los padres, la "conquista de un modo propio de vivir", es decir, cierta liberación de las ataduras anteriores, junto a cierta angustia al abordar en solitario los retos que presenta la búsqueda de su lugar en el mundo, en la sociedad. Los abuelos, de alguna forma, tacharán de egoísta o desagradecido tan inevitable comportamiento... Los padres, a su vez, como hijos de aquellos, piensan que la obligación de los abuelos es seguir "manteniendo" los privilegios (ellos no lo ven así) que poseían en esa antigua familia, que como tal ya es inexistente: desde su punto de vista, un "egoísmo" o desatención por parte de sus progenitores.

En conjunto, hay que decir que es lo mínimo que se podía pedir de la "disgregación" real que supone el hecho de la "partición" del metafórico núcleo patriarcal familiar, en elementos que vuelven a agruparse en nuevas familias.

La cuestión, por otro lado, de la atención a las personas mayores, es otro tema peliagudo relacionado con el de la "disgregación" apuntada.  Además, como me apuntaba un entrañable amigo "si los padres no cuidan de sus hijos -su bien más preciado-, al dejar dicho cuidado a sus abuelos, obligados por  el tipo de sociedad actual, ¿cómo van a cuidar ellos de los abuelos?".

Y por no reiterarme en cuanto a los innumerables tipos de familias que adivinamos en la sociedad española actual, ante el creciente casos de separaciones y divorcios (mayor en número que los matrimonios) las desestructuraciones y disgregaciones familiares ocasionan en la población infantil y adolescente situaciones nada favorables, cuyas consecuencias no serán desdeñables en la sociedad futura.

En resumen: ¡Añoranza de aquella familia tradicional, y problema de su "disgregación" debido a los cambios sociales que acarrean los nuevos tiempos!

martes, diciembre 06, 2022

Democracia o comunismo

 Amigo Alfonso (Guerra): España necesita hoy un "pase" por la derecha. ¿Recuerdas?

La tensión y situación política actual de España requiere cambios drásticos, y el que no lo entienda así será barrido por una ola de indignación del propio pueblo. O será que habrá que dar la razón a los catastrofistas que afirman que ¡si la izquierda no gana en las urnas, lo hará en la calle!



¿Dónde quedó aquello de la separación de poderes proclamada por la revolución francesa? El control de todos los poderes del Estado por el Ejecutivo, ¿qué lo distingue de una verdadera dictadura? ¿Es que no bastan los ejemplos de Cuba, Venezuela o de todos los países en que se implantó el comunismo, con el apellido que sea? Cuando cayó el muro de Berlín, ¿para dónde se dirigió voluntariamente la gente, hacia el Este o el Oeste?

Lo peor que puede implantarse en una sociedad es el hecho de que el odio se imponga a la razón: hay maestros del fomento de tan triste realidad.

Estamos en una sociedad convulsa que puede conducirnos a un retroceso en todas nuestra libertades: ¡lo que tanto nos costó conseguir, particularmente en nuestro país!

La cosa ha llegado a tal punto que ya no cabe cierta "modulación"... La nueva disyuntiva se define, ahora, simplemente con la frase. "Democracia o Comunismo". ¡Tú eliges!