Estas vivencias no forman una mera "serie", sino que las unas se van constituyendo a partir de las otras. La constitución de las vivencias es genética: constitución es génesis trascendental. Esta génesis tiene tres aspectos. En primer lugar, un ego no puede tener en un momento una vivencia cualquiera. Dadas unas vivencias, el ego no puede tener sino aquellas que sean compatibles con las anteriores. La compatibilidad constituye un carácter formal de las vivencias en cuanto a vivencias. El primer carácter de su determinación es, pues, la coposibilidad con las vivencias que se han tenido "ya". Y este "ya" expresa la temporalidad de la constitución vivencial.
Pero hay un segundo aspecto en la determinación constituyente: la génesis constituyente es sistemática. Las vivencias constituyen sistema: es el sistema de la conciencia. Dentro de las vivencias compatibles, las vivencias son función unas de las otras: cada una determina intencionalmente las siguientes. Esta determinación y no el fluir psíquico, es lo que constituye el carácter unitario de la conciencia.
Finalmente, como esta funcionalidad sistemática es temporal, la génesis trascendental es de carácter histórico: es una historia trascendental del ego.
La fenomenología al reducir toda la realidad a fenómeno, renuncia a explicar; se limita a comprender. Por tanto, en la génesis trascendental no tengo causas, sino algo completamente distinto: motivos.
Al sistema de vivencias determinado por la evidencia es a lo que Husserl llama Razón.
Toda esta idea de la constitución es una nueva idea de la subjetividad. Frente al subjetivismo psicológico y antropológico, la subjetividad que Husserl concibe es radicalmente distinta: el sujeto no hace el objeto, ni es éste una mera representación mía. Tampoco se trata de un sujeto trascendental en el sentido de Kant: porque, ya lo dijimos, el sujeto no impone sus formas al contenido del objeto. Tampoco se trata de un usual objetivismo. Primero, porque no se trata de una objetividad de los conceptos, sino de todo correlato intencional, y segundo, porque este correlato no es algo que simplemente "está" constituido ante la conciencia, sino que lo está porque la conciencia misma es constituyente. La subjetividad es constituyente. Y este es un nuevo concepto del sujeto. Subjetividad es un hacer que las cosas se vayan manifestando, dándose a la conciencia tales como son en sí. Se trata de un hacer desde mí mismo, pero de un hacer manifestarse. Desde el sistema de mis vivencias, el mundo se va constituyendo y queda constituido como sentido de mi ego en él.
La evidenciación fenomenológica deja a las cosas tales como son. Y si son irracionales, las deja en su irracionalidad. La evidencia de que algo es irracional es para mí la razón de su irracionalidad. Lo irracional, pues, tiene su puesto en la filosofía de Husserl, a la que él llama idealismo trascendental.
(De la obra "Paradigma" publicada en http://www.Biblopia.com/)